⿻⃟་⃟❄️『Apodos cariñosos 1/2』

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Siempre en una relación existirán todo tipo de apodos, pueden ser tanto cariñosos como ofensivos, dependiendo de la pareja de la que se hable. Aunque estos pueden tener un origen en si, o una historia que contar detrás de ellos, tales como la historia de "¿por qué tengo este nombre?"

Puede haber muchas variantes, pero tratándose de nuestra querida pareja, y sabiendo como se tratan el uno al otro, es de esperar una gran historia detrás de muchas cosas, sin más que decir, ¿por qué no averiguar el por qué de uno de los apodos de Rusia hacía Estados Unidos? Si queremos responder esto, es mejor leer con atención el siguiente capítulo.

— 🌱—

Allí estaba Estados Unidos, buscando algo entre su ropa con impaciencia. Su semblante serio hacia denotar que estaba preocupado por algo, pero lo disimulaba bastante bien. En eso, Rusia entró a la habitación en busca de su pareja. Al entrar a aquel lugar, halló a el susodicho buscando algo entre sus pertenecias, por lo que solo guardo silencio y tomo asiento en la cama mientras sonreía. Le parecía tierno en cierto aspecto.

Una vez encontrando lo que tanto estaba buscando, USA alzo sus manos en alto lanzando un grito de victoria, pero esta acción pronto se detuvo ya que observó como el eslavo sonreía tras él. Esto le causó una duda, puesto que no había visto cuando el antes mencionado había ingresado a aquel lugar.

— Aunque siempre lo niegues, cuando te encuentras preocupado colocas en tu rostro una expresión demasiado adorable. —

El de habla rusa disfrutaba el poder halagar al norte americano, ya que ese era una de sus ❝pasatiempos❞ favoritos.

— Retráctate de tus palabras. Tienes muy en claro que eso no es verdad. —

El mayor de ambos detestaba aquellos apodos, o mejor dicho, no los veía convenientes. Pero de todas formas, en el fondo de su ser, anhelaba cada palabra dicha por su amada pareja, ya que tenía en cuenta que él no lo hacía con malas intenciones.

Ante aquellas palabras, el de mayor estatura se acerco a su amado, abrazándole por la espalda mientras aspiraba el dulce aroma de su cabello.

— Sigue negándolo. Tengo muy en cuenta que en el fondo te gustan mis halagos.

Estados Unidos sabía que aquello era verdad, pero su orgullo no lo dejaría admitirlo fácilmente. Por el momento no le diría nada, solo porque así lo deseaba y no quería causar ningún tipo de inconveniente que le afectase a él o a Rusia.

Pasados algunos minutos, el norteamericano se separó de aqueo abrazo, centrando su mirada en quien tenía en frente.

— Si, si, como tú digas. De todas formas ese no es el punto de nuestra conversación, ya que tengo una sorpresa para ti y necesito que me sigas ¿de acuerdo? —

El contrario se limitó a asentir, aceptando la propuesta dicha por el antes mencionado. Dado a esto, procedió a colocarse un abrigo y tomar su ushanka grisáceo, para así seguir al de lentes de sol, el cual lo esperaba en la puerta, cargando una mochila bastante grande a su parecer.

Hecho esto, ambos salieron de aquel lugar, sin antes cerrar la puerta con seguro. Así procedieron a encaminarse hacia un destino desconocido por el de mayor altura, el cual se hallaba un tanto impaciente por dicha sorpresa.

Durante todo el trayecto, ambos se mantuvieron en silencio, concentrándose en sus pensamientos, sin dejar de ver al frente.

Llegado a cierto punto de aquella cuidad, donde nadie podía verles, estos entrelazaron sus manos en un cálido agarre que acabó en el momento en el que llegaron a su destino. Se podían apreciar pequeños prados, recubiertos de pasto verde y flores de color lila.

Una vez llegado a aquel lugar, USA se dirigió hacía un árbol y extendió una manta de color verde. Cabe destacar que era ya entrada la noche y no era buena hora para un picnic, aún así el joven ruso decidió no indagar sobre esto, y decidió tomar asiento sobre aquella manta junto a su acompañante.

— Estoy un tanto confundido con respecto a esto. Aún así esperaré gustoso a la sorpresa que me has preparado.  —

El silencio que habían mantenido hasta el momento fue finalizado luego de aquellas palabras por parte de Rusia, el cual se encontraba aún mas ansioso que antes.

— Debes ser paciente cariño, solo debes esperar por algunos segundos más. Por eso mismo, solo centra tu mirada en el maravilloso cielo nocturno, el cual nos mostrara un gran espectáculo en breve.  —

Esto no calmó la ansiedad del eslavo, pero decidió hacer caso a las palabras de su amado, mientras este acurrucaba su cabeza en el pecho del contrario.

Y así como el anglosajón dijo, una gran lluvia de estrellas comenzó a verse en el cielo. Para el de cincuenta estrellas era algo común de ver, pero el ruso quedo maravillado. Sus ojos mostraban un pequeño brillo lleno de vida, como si de un niño pequeño se tratase.

Rusia estaba totalmente asombrado por tal fenómeno natural, puesto que era la primera vez que podía apreciar algo de tal índole. Aquello era totalmente magnífico, algo que con su tiempo tan ocupado, jamás había podido apreciar.

— Esto es maravilloso... —

Expresó el menor de ambos, dejando caer algunas pequeñas lágrimas de felicidad, que rodaban de forma lenta por sus rojizas mejillas. Rememorando aquellos tiempos de su infancia, donde vivió junto a su padre, la gran Unión Soviética.

El norteamericano al ver esto, se colocó frente al ruso en cuchillas y seco con delicadeza las gruesas lágrimas del susodicho, besando de forma dulce la amplia frente de este.

— No llores dulzura... Todo estará bien, tú eres la gran Federación de Rusia, puedes luchar y seguir adelante, ¿verdad? Y yo estaré ahí para ayudarte, en lo que sea. —

El de franjas Rojas y azules no pudo terminar aquello, ya que recibió un gran abrazo por parte del tricolor, el cual se acurrucó en el hombro del contrario.

— Fue una sorpresa hermosa... Muchas gracias. El simple hecho de traerme a ver esto, me a hecho feliz después de tanto tiempo perdido en tantas cosas sin sentido. Te agradezco realmente por llegar a mi vida, como una estrella que alumbró mi oscuridad, que a pesar de mis errores me aceptaste, y que después de todos los problemas que tuvimos en el pasado, me perdonaste y yo a ti. Muchas gracias. —

El de estrellas quedó atónito ante esto, pero solo se limitó a abrazar a su pareja con mas fuerza y acurrucar su cabeza en el hombro de este.

— No tienes nada que agradecerme Rusia, esto solo fue una pequeña muestra de mi amor hacia ti. Yo realmente te amo. —

Dijo el la potencia con felicidad y cierto grado de paz que no mantenía hacia ya un largo tiempo.

— Yo también te amo, mi preciosa estrella fugaz y siempre será así, no prometo nada, tampoco lo juro, pero en el tiempo que estemos juntos, te amaré, como si fuera el primer día en el que acepté mi amor por ti. —

Y así fue, como dos almas se unieron una a la otra, para vivir juntas el resto de la eternidad. Unidas ante todo, y no importaba si el mundo estaba en contra de ellos, ellos iban a amarse, durante toda su vida, y tal vez, después de la muerte.

🍂⃢ཹིེ༵ຳᤢ𑜇┆corтoѕ rυѕaмe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora