❝Glory Nights; 1930❞ ﹙Yoonmin﹚

XL

—Logan ¿Por dónde se fueron? —Preguntó ajustando el torniquete en su brazo.

—Salida lateral, podemos alcanzarlos si los perseguimos por los pasillos del comedor. —El hombre disparó a dos agentes de Myers que golpeaban en el suelo a uno de los Montana.

—Andando, siganme. —Se levantó del suelo intentando soportar el dolor punzante en su brazo, sentía como la sangre seguía brotando de su herida de bala pero no tenía tiempo para darle importancia a eso mismo en ese momento. Cargó el arma y dejó que sus dos compañeros lo sigan por los pasillos del comedor, corrían en busca de Myers y aunque sabía que Hoseok y Yoongi habían ido primero tras él, al menos sería bueno seguirlos como refuerzo.

Jimin tenía un brazo herido y por obviedad era inútil, así que tenía que centrar toda su fuerza, energía y puntería en el brazo que aún le quedaba sano. Corrió tras sus compañeros y en el trayecto se encontró con Taehyung y Jungkook, el primero estaba casi intacto y el segundo estaba herido en su tobillo, como consecuencia este le dificultaba muchísimo caminar.

—Taehyung lleva a Jungkook hasta el patio trasero, llévalo en mi auto hasta el refugio con los demás, ya no puede seguir con la misión—Jimin le entregó las llaves al opuesto y miró a Jungkook.

—¡No, yo aún puedo seguir! —Jungkook se soltó del agarre de Taehyung y miró a Jimin—¡Quiero ayudar a Yoongi!

—No puedes y con un pie inútil vas a complicar la misión. Vuelve con Taehyung si ya terminaron con sus misiones individuales. Despejen el lugar, yo iré tras Yoongi. —Jimin no estaba jugando, les estaba dando una orden concisa y absolutamente en serio. Sentía su brazo punzar cada vez más fuerte, incluso más fuerte de lo que él creía soportar.

—¡Necesito decirle a Yoongi que están yendo tras una emboscada, Myers hará que lo siga hasta la habitación oscura con más gente! —Jungkook lucía y se oía desesperado, lo cual provocó palpitaciones duras en el pecho de Jimin— Cuando fui a buscarlos antes de que comience la misión y ustedes se fueron, me quedé con los tipos que me perseguían, no estaban muertos así que los obligué a soltar la verdad. Myers siempre estuvo esperando a que lo atrapemos hoy, tiene un plan para matar a Yoongi en la habitación oscura. ¡Corran ahora!

La adrenalina corrió por las venas de Jimin haciendo que cambie su curso y corra en dirección a la habitación oscura, sus dos compañeros no dudaron en seguirlo. Sentía sus piernas ligeras, su cuerpo ligero, sentía que iba a llegar en cuestión de segundos al lugar porque jamás en su vida había corrido tan rápido. La vida de Yoongi estaba en juego y para poder salvarla Jimin sentía que a su paso no existían límites, porque se llevaría puesto lo que sea que se cruce en su camino con el objetivo de salvar a Yoongi.

[...]

Despertó sintiendo un molesto dolor en la nuca, lo último que recordaba era estar corriendo tras Myers junto con Hoseok y luego todo se tornó oscuro. Recuperando un poco su consciencia trató de moverse pero sus manos y piernas estaban atadas a una silla. No entendía que jodida mierda le estaba pasando y eso lo hizo enojar, pero ese olor a humedad era demasiado característico, estaba en la habitación oscura.
Se encendió la luz de pronto y pudo ver a Hoseok colgando frente a él, inconsciente, atado al techo con dos cadenas en sus brazos y su torso totalmente desnudo, ensangrentado y lleno de cortes.
Por más que lo intentara, no podía evitar ver el charco de sangre en el suelo, su amigo se estaba desangrando frente a él y no podía hacer nada. Ni siquiera entendía como habían terminado así en primer lugar.

Su mirada esta vez se giró a la derecha, viendo a aquel tipo ingresar a la habitación, escuchando sus pasos resonar en el ambiente. Supuso que los dos tipos que le cuidaban el culo a Myers estaban parados afuera en la puerta, así que pudo imaginar que tanto él como Hoseok se encontraban ahí debido a una emboscada. Y eso significaba que alguien tuvo que entregarlos, un infiltrado. Eso explicaba por qué el bastardo de Myers llevaba un chaleco antibalas debajo del traje, lo había estado esperando desde el inicio.

Sus suposiciones fueron interrumpidas por esa asquerosa voz burlona de Myers decir.

—¿Este es el temido Tony Montana? —El tipo rió socarronamente y estampó su puño con fuerza en el estómago de Yoongi. —Lograste escapar una vez de mi, esta vez no tienes escapatoria. —su puño se volvió a estampar en el rostro de Yoongi provocandole un corte en su labio inferior, haciendo que la sangre brote por su herida deslizándose por su mentón. —No hay nadie aquí que pueda oírte, para eso creaste esta habitación ¿no?

Yoongi recibió un golpe tras otro, se sentía como un maldito saco de boxeo y eso lo hacía querer explotar en furia. Podía sentir sus huesos crujir sabiendo que más de una costilla se le había roto y por más que se esfuerce no podía desatar el maldito nudo de sus muñecas.

Pero lejos de demostrar dolor, llevó su mirada al contrario y sonrió con sus dientes manchados de sangre, mirándolo fijo de una forma casi espeluznante.

—Cobarde... Tienes que atarme para poder enfrentarte a mi. No tienes idea de lo que te va a pasar cuando conozcas mi furia. —Su risa gruesa se hizo presente. Escupió su sangre manchando la ropa blanca del opuesto y luego lo miró otra vez, anunciando. —Tu vida concluye esta noche.

—¿Así como la vida de él? —Myers señaló a Hoseok y Yoongi tensó su mandíbula, no iba a aceptar que su mejor amigo esté muerto hasta no tocarlo y sentirlo por si mismo. Se negaba a aceptarlo, no iba a creer ni una maldita palabra que salga de la boca de Myers. —Me resulta curioso que a pesar de los gritos y súplicas de tu compañero, no te hayas despertado. Debiste escuchar como imploraba que me detenga... —Estaba provocando a Yoongi, quería hacerlo enojar. —En especial cuando mi subordinado azotaba su piel hasta dejarla en carne viva. —Yoongi se removió bruscamente en su silla, sentía que la ira se le escapaba por los ojos y como odiaba encontrarse en esa situación.

—Púdrete bastardo. —Dijo mirándolo a los ojos, sentía como sus muñecas ardían debido al roce de las cuerdas en su piel. —Vas a pagar por esto.

Myers soltó una sonora carcajada, sacó de su bolsillo una daga y la desenfundó, observando a Yoongi, acercándose a él. Estaba nervioso, podía verse a simple vista como el hecho de torturar a Tony Montana lo intimidaba pero nunca se había sentido tan glorioso en su vida, sentía que estaba en la cima del mundo al humillar al más temible de los mafiosos.

—Me han dicho que tú eres el mutilador de Londres, el tan afamado por desmembrar a sus víctimas... A aquellas personas que lo traicionan. —lentamente acercó la daga hasta el ojo izquierdo de Yoongi, estaba a muy pocos milímetros de perforarlo. Y aún así Yoongi seguía sin inmutarse. —Te diré lo que va a pasar ahora... Gracias a ti, ahora no tendré que compartir todos los negocios Montana con el bastardo de Kelly ni el inútil de Jongin, gracias a ti todo lo que te pertenecía será sólo mío y, después de matarte, me voy a coger a Park Jimin a la fuerza y lo obligaré a chupar mi pene tantas veces hasta que logre satisfacer todos mis morbosos y lujuriosos deseos.

Yoongi sintió vertiginosamente el dolor en su rostro y como la sangre brotaba por su lado izquierdo de forma instantánea. Myers había hecho un corte desde su frente hasta su mejilla, atravesando su ojo.
La impresión que tenía por el corte no duró mucho tiempo ya que un estruendo ensordecedor se hizo presente, ni siquiera tuvo tiempo de responderle a Myers cuando sintió que era expulsado al suelo, sintiendo como se rompía la silla liberándolo de su agarre, pero golpeando su cabeza contra la pared de cemento en el impacto.
Había sido una explosión demasiado fuerte para un espacio cerrado, vio como voló la puerta y por la entrada solo divisó una borrosa figura masculina ingresar, llevaba en su mano el conocido cuchillo de carnicero que solía utilizar Yoongi. Lo último que vio antes de desvanecerse, fue a Jimin levantar el cuchillo como un verdugo y la cabeza de Andrew Myers caer en seco en el suelo. Después de eso, todo se volvió oscuro.

...(𔘓)...

Queridos lectores, es de mi agrado informarles que el siguiente capítulo es el final de la historia.