❝Glory Nights; 1930❞ ﹙Yoonmin﹚

XXXVII

—Señor Myers déjeme decirle que el traje que lleva puesto le queda espectacular —Hwasa levanta su copa dispuesta a brindar con el mayor y este con gusto acompaña a la hermosa mujer.  

Los minutos pasaban y los demás estaban tardando demasiado en regresar, tanto Jisoo como Hwasa ya no sabían que hacer para entretener a esos hombres y además habían varios guardias en la puerta custodiando, asegurándose de que dichos hombres se encuentren a salvo.

En la habitación más deshabitada de la casa se encontraban Jimin y Yoongi colocándose sus guantes de cuero negro, cargando las pistolas y preparando lo necesario para iniciar con la  última fase del plan.

Jungkook y Seokjin estaban en el centro de la fiesta donde observaban que no se arme ningún disturbio, nada que pueda llegar a entorpecer su plan.
Seokjin observaba con el ceño fruncido todo el ambiente, esta no era una fiesta Montana, esta era una fiesta de mal gusto. Habían mujeres desnudas bailando sobre la mesa de forma erótica y hombres babeando por ellas como si fueran algo morbosamente exótico. Se podían ver diversas sustancias blanquecinas sobre las mesas, la gran mayoría de los que estaban consumiendo eran policías, todos de Myers.

Reconoció a algunos políticos de diversos partidos sentados con mujeres bailando sobre ellos. Pudo ver como ingresaban al gran salón Jisoo y Hwasa tomando las manos de Myers y Kelly respectivamente, suponiendo que las mujeres no pudieron retener más a aquellos hombres.

—¿Estas son las personas que nos cuidan? —Seokjin negó con la cabeza más que indignado con la situación, odiaba a los policías, odiaba a los políticos, odiaba toda la hipocresía de ellos.

—Me estoy replanteando muchas cosas en este momento, Seokjin —Jungkook respondió y juntó sus manos, mirando todo el ambiente, como la noche y el libertinaje transformaba a los que en algún momento llamó sus compañeros, en bestias sin ningún tipo de control. Ambos se miraron, sus antifaces dorados cubrían la mayor parte de sus rostros.

—Sigamos con el plan. Por el momento ese es nuestro mayor problema —observó a Myers y a Kelly junto con las damas Montana.

—Yo iré a avisarle a Yoongi. —Jungkook camina en dirección a la salida, sabía exactamente a dónde debía ir ya que había estado recorriendo la mansión durante esos días y debido al plan, también sabía dónde estarían Yoongi y Jimin.

Sintió unos pasos detrás suyo, suponiendo que lo estaban siguiendo. Apuró el paso a tal punto de echarse a correr en lo que observó hacia atrás como lo seguían dos tipos armados, eran los hombres de Kelly. Tomó su pistola como pudo y apuntó hacia atrás, dando un disparo seguido de otros más, pudo oír como aquellos hombres que lo perseguían también tomaron sus armas y empezaron a disparar. Ya estaba por llegar a la habitación en donde se encontraban Yoongi y Jimin cuando sintió un dolor repentino en su tobillo, se escondió en la habitación más cercana cerrando la puerta tras entrar. Podía sentir la sangre brotar manchando su pie. Se sentó y rompió su camisa para hacerse un torniquete en lo que oía más disparos desde afuera.

—Jodida mierda —se quejó entre dientes y apretando el pedazo de tela que usó para hacerse el torniquete. Los disparos cesaron y segundos después oyó pasos apresurados a la habitación.

—Jungkook ¿que ocurre? —Pudo reconocer la voz de Jimin y lo vio ingresar a la habitación, siendo seguido por Yoongi.

—Kelly y Myers —Soltó un quejido, el dolor en su tobillo era más que insoportable, sentía el punzante dolor que no lo dejaría moverse de allí. —Hubo un cambio de planes, están en el gran salón, en la fiesta...

—Estaremos muy expuestos ahí. —Jimin frunció el ceño y luego miró a Yoongi —¿qué vamos a hacer?

—Tú quédate con Jungkook. Encárgate de él. —Yoongi cargó su pistola y luego la guardó. —Tendremos que separarnos. Nos vemos en el gran salón en quince minutos.

Jimin no tuvo tiempo de negarse o quejarse ante la idea del mayor, la misión no podía salir mal y ante ese percance no había otra opción que improvisar y rezar porque todo salga bien.

[...]

Seokjin estaba observando el ambiente, notó como Namjoon se paró frente a la puerta de la entrada tras cerrarla, el gran salón tenía tres puertas. Jungkook no había regresado, no había rastros de Taehyung, Hoseok estaba custodiando otra puerta y la última de todas no estaba siendo cuidada por nadie, esa sería su ruta de escape en caso de que todo salga mal.
Seokjin entregaba bebidas y pudo notar como Kelly y Myers ya estaban algo borrachos porque bailaban con pasos torpes y algo tambaleantes. Había hecho bien en darle aquellas bebidas, tuvieron el efecto deseado.

Observó a las dos féminas que decidieron separar a aquellos socios, una llevó a Myers a la pista de baile y la otra mantuvo a Kelly en el sofá donde el tipo estaba queriendo ponerse cariñoso.

—Hey tu, sirveme un whisky —Ahí estaba su último objetivo, Kim Jongin.

Seokjin se volteó dándole la espalda a aquel tipo, echó un líquido transparente en el vaso y arriba de este, el whisky.
Cuando retomó su lugar, le dio el vaso y aquel hombre no tardó en beber todo de un solo trago. Su misión había sido completada con éxito, ahora necesitaba a Taehyung.

A una esquina de la fiesta, en la segunda puerta se encontraba Hoseok, sentía su máscara molestarle ya que su frente sudaba y eso lo detestaba horriblemente. Pero nada podía ponerlo de peor humor que ver a su esposa bailando con aquel malnacido de Myers. Como el tipo apretaba la cintura de Jisoo, como la miraba de una forma tan mórbida que le daban ganas de matarlo ahí mismo. Su esposa era su todo.

Namjoon por otro lado sentía sus manos húmedas y sus labios secos, quería ver a Yoongi ya mismo para acabar con todo de una vez. Para Namjoon el completar esta misión no era sólo recuperar todo lo perdido, con esta misión él sería libre y podría irse a vivir con Seokjin como tanto lo había soñado. Todos tenían algo en juego, algo que perder y algo que ganar.

Y no estaban dispuestos a perder, ni ahora, ni nunca.

...(🦋)...

Pasó tanto tiempo desde la última actualización, el final de esta historia está muy cerca, gracias por esperarme y por leer glory nights.