❝Glory Nights; 1930❞ ﹙Yoonmin﹚

XXXIII

—Vengo a hablar con el líder de los Montana — Dice el oficial entrando al bar mirando a Seokjin que estaba secando las copas. El muchacho lo mira algo dudoso y decide acercarse al oficial.

—Me temo que no podrá hablar con él, señor oficial. ¿Sabe bien quién es el líder?— Seokjin se cruza de brazos, el chico aunque sea bastante pacífico tenía un físico bastante intimidante y más aún cuando su porte era recto haciendo que sus hombros anchos se notaran aún más. Su mirada seria podía incomodar a cualquiera.

—Si sé muy bien quién es, tengo una orden de allanamiento exactamente a este bar que le pertenece a la familia Montana — Dice el oficial mirando a Seokjin con el ceño fruncido y luego su mirada se dirige hacia adentro del bar.

—Dejalo pasar Seokjin, debemos hablar con él— Yoongi deja que el policía ingrese con otros oficiales — ¿Con quién tengo la dicha de cruzar palabras?— Pregunta quitándose el cigarrillo de los labios y exhalando el humo directamente al rostro del oficial.

—Andrew Myers, jefe de policía. Tengo una orden de allanamiento, tendremos que revisar todo éste lugar señor Montana— Dice con su tono burlón y una sonrisa ladina.

—Sólo le preguntaré una vez— Yoongi mira al oficial serio y calculador — ¿Sabe bien con quién se está metiendo?

—Se muy bien la escoria que son todos ustedes — dice molesto mirando a Yoongi de mala manera.

—Entonces, cuando llegue el momento, debe atender las consecuencias— Yoongi sonríe de lado mostrando sus dientes pero con sus ojos fríos reflejando maldad.
Hoseok y Namjoon se encontraban detrás de él cruzados se brazos mirándo al oficial.

— Las consecuencias deberá atender usted ahora — El oficial sale del bar para luego entrar acompañado de Jimin y Jungkook que eran sus principales oficiales.
Jimin al ingresar cruza mirada con Yoongi y el mayor luce molesto, indignado e incluso algo dolido. Pero todo era una completa farsa para que el oficial creyera que le había resultado bien su juego — Detective Park ¿donde es que usted habló de tales armas? —Pregunta el oficial alejándose de Yoongi y acercándose a Jimin.

—Jimin que no se te ocurra abrir la boca— Yoongi dice molesto llevando su cigarrillo a la boca.

—Detrás de la barra, hay una pequeña puerta en el suelo de madera que te lleva al sótano. Ahí es dónde vi las armas— Dice el pelinegro echando su cabello hacia atrás haciendo que Yoongi se altere y camine hacia él tomándolo del saco.

—¡Maldito traidor! —Lo empuja y el oficial se entromete antes de que se liaran a los golpes. Jimin acomoda su saco y Yoongi lo señala con el dedo— ¡Confíe en ti, infeliz!

—Es mi trabajo— Jimin frunce el ceño y dirige su mirada hacia otro lado— Lo que haces está mal, Tony.

La charla se ve interrumpida al ver a los guardias salir del sótano con todas aquellas armas. Yoongi aprieta su mandíbula y dirige su mirada a Jimin.

—Señor Montana, queda arrestado por robo de armas de guerra. Detective Park puede arrestar al detenido— Jimin se acerca a Yoongi y este lo mira con desprecio, cosa que hace que Jimin trague duro ya que esa mirada lo intimidaba en demasía. Al colocarle las esposas hace lo mismo con los dos Montana restantes y a Seokjin lo llevan para dar declaraciones ya que era un sospechoso cómplice. Los llevarían a todos a una comisaría cercana donde los tendrían un tiempo hasta que se los condene.

Mientras notan que el jefe de policía estaba entretenido observando las armas Jimin le entrega a Yoongi las llaves de las esposas y se queda una copia para él, dandosela al jefe en muestra de que estaba todo bien. Luego de algunas miradas de odio y comentarios ofensivos se llevaron a los Montana junto con Seokjin en los vehículos.

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—Jisoo debes estar atenta, podemos morir si el plan sale mal— Hwasa apunta con el arma y luego sonríe— ¿Los ves?

—Exactamente, la fiesta viene para acá, ¿Estás lista?— la mayor se sube al auto y se coloca su antifaz. Hwasa por su parte carga el arma y apunta esperando a tener los autos a una distancia exacta para disparar.

—Lista— Dice asintiendo— Entonces, disparo y luego nos acercamos...

—Si, solo intenta no matarlos...— Dice Jisoo con una leve sonrisa en su rostro.

—Lo intentaré— Al ver cómo los autos se acercan bastaron cuatro disparos para pinchar las llantas de ambos autos en los que eran transportados los Montana. Estaban algo alejados de la ciudad así que el estruendoso sonido de los autos chocar retumbó haciendo que las chicas cubrieran sus oídos, al ver la cantidad de humo que salía de los autos se acercaron a ver qué los demás estuvieran bien.
Hoseok fué el primero en salir del auto con algo de sangre en su nariz y labios, sus manos ya no estaban esposadas así que al ver a Jisoo allí la abrazó fuertemente. Namjoon y Seokjin salieron juntos con sangre manchando su ropa y algo despeinados. Seokjin no podía caminar del todo bien ya que su pie había sufrido algunos daños.

—¿dónde está Yoongi?— Dice Jisoo separandose del abrazo con su esposo. Tras decir aquello se oyeron dos disparos provenientes del auto cosa que los alteró haciendo que Hoseok regresará corriendo a ver que no fuera Yoongi el que había recibido esos balazos.

—Vayan entrando al auto, debo prender fuego ésta mierda—Dice Yoongi saliendo del auto apretando su brazo que había recibido un disparo de un oficial que seguía vivo despues del accidente, pero este mismo recibió un disparo en la frente provocado por Yoongi.

Jisoo les dió los bidones de combustible y los echaron en los autos para simular de que fue un accidente y que ninguno quedó con vida.
Al terminar de incendiar aquel lugar se subieron al auto conduciendo lejos de la ciudad donde los tres Montana estarían haciéndose pasar por muertos durante un cierto periodo de tiempo.

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—Monsieur Jimin, acabo de recibir una esquela de madame Jisoo, es de Yoongi, para tí...— Taehyung le entrega la pequeña carta al contrario y este la toma subiendo a su habitación, estaba más que tenso y preocupado por el plan que acababan de llevar a cabo ya que en un principio esa no era la forma en la que lo solucionarían. Pero vieron que esa sería la forma más efectiva y a la vez arriesgada así que optaron por hacer las cosas de esa manera.

El pelinegro se sienta en la cama comenzando a leer las palabras que el mayor le había escrito.

"Park Jimin, si estás leyendo ésto es porque efectivamente el plan salió a la perfección, nos encontramos en las afueras de la ciudad. Vamos a visitar a unos amigos que tenemos aquí para que nos lleven a Irlanda, allí es donde haremos nuevos aliados los cuales nos ayudarán a derrocar a Myers y sus secuaces. Antes de irme, Taehyung me habló de un plan el cual no puede llevar a cabo si tu no lo ayudas, debes hacerlo Jimin. Estoy depositando nuevamente mi confianza en tí, no lo eches a perder. Cuida de ti y los demás mientras no estoy, te quiero."

Una espléndida sonrisa se formó en el rostro del menor al leer las últimas palabras escritas a puño y letra del mayor. Guardó la carta en su mesita de luz y sintió cómo su corazón latía fuertemente por dos razones.

La primera: Yoongi estaba a salvo.

La segunda: Yoongi le había dicho que lo quería.

Por más que sea mediante una carta y no con sus propios labios a Jimin le reconfortaba de una manera emocionante leer aquellas palabras. Echo su cabello hacia atrás y bajó las escaleras para hablar con Taehyung, ésta vez no traicionaría a Yoongi, al contrario, jamás había estado tan entusiasmado por complacerlo.

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Perdón por tardar 😿