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7 años después.
Jimin: 23
Yoongi: 25

Señor Montana bienvenido — Dijo un hombre viendo al pelinegro pasar por las calles oscuras de londres a las ocho de la noche, llevaba un cigarrillo encendido en su boca y con sus dedos lo quitó para poder exhalar. Miraba a su alrededor y era todo como lo había recordado, Yoongi había sido enlistando para la guerra y debía cumplir con su país. Mucho tiempo estuvo lejos de londres, pero dejó su negocio en buenas manos, el señor Eunhyuk le cedió el cargo a jefe ya que éste quería darse un descanso y dedicarse a su familia.
Yoongi ahora era el líder de los Montana y londres era completamente suyo, todas las personas lo conocían. Desde los más grandes hasta los más pequeños, no había una persona que no sepa quién es Tony Montana. El tiempo que estuvo en batalla dejó a su mejor amigo Hoseok a cargo del negocio y su socio Namjoon, juntos mantenían la mafia activa en las calles controlando absolutamente todo lo que sucedía allí y recaudando el dinero que le convenía a Yoongi.
Hace ya unos días que había regresado de la guerra con muchos honores y medallas, lo recibieron con una hermosa fiesta y banquete.

Se podría decir que la guerra lo cambió demasiado, antes solía ser serio pero aún así expresivo, cuando debía felicitar a sus amigos lo hacía, era mucho más amable. Pero al regresar de la guerra ya no tenía el más mínimo sentimiento por nadie, veía a sus amigos, a sus colegas y no les importaba. Su cara siempre estaba pálida y seria, fría como un témpano de hielo transmitiendo así miedo hasta a sus propios amigos.

Si antes Tony Montana era respetado y temido, ahora lo era mucho más.

En la guerra asesinó a miles de rivales por lo cual ya no le temblaría el pulso para jalar el gatillo y matar a sus enemigos, traidores o personas que quieran interferir en su camino.
Había cambiado muchísimo desde que regresó, pero no podía hacer nada, nada lograría cambiarlo nuevamente.

Tony, tenemos lo que nos pediste — Dijo Hoseok palmeando la espalda del mayor.

— ¿Dónde está?— Dijo Yoongi tirando la colilla del cigarrillo.

Adentro, te está esperando — Dijo Hoseok y abrió la puerta para que éste pasara. Yoongi ingresó a la oficina y se encontró con un muchacho que sostenía una pluma en la mano.

— ¿Tu eres el que escribe el periódico? — Entró Yoongi y se sentó frente al muchacho, solo una mesa los separaba.

Buenas noches, si soy el que escribe el diario— Dijo el muchacho — ¿Me puede decir para qué me trajeron hasta aquí a las ocho de la noche?

Sencillo, tenemos problemas con los irlandeses necesito que escriba en primera plana lo que está ocurriendo — Dijo Yoongi encendiendo un cigarrillo, había necesitado mucho el tabaco cuando fue a la guerra así que ahora lo consumía mucho más — ¿Que está esperando?

El muchacho comenzó a escribir lo que Yoongi le relataba.

— Quiero que pongas que ellos son los causantes del tráfico de sustancias, agrégale que los Montana están tomando cartas en el asunto. — Yoongi inhaló el humo— Eso justificara la muerte de estos idiotas...

— ¿Los van a matar? — Preguntó el muchacho.

— ¿No es obvio a caso? — dijo Yoongi elevando una ceja — Suficiente información, mañana quiero ver esto en la portada del diario, que todo el mundo se entere. Si no es así, despídete de tus dedos o mejor, de tus manos.

 ❝Glory Nights; 1930❞ ﹙Yoonmin﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora