Predestinados [PAUSADA MOMENTÁNEAMENTE]

|04|Granger en la Mansión Malfoy|

La comida había terminado de forma bastante tranquila, nadie había hablado en el transcurso de ella, sólo se habían dedicado unas cuantas miradas entre cada uno de ellos, Hermione había observado algo confundida toda la atención que le brindaba la familia a Astoria Greengrass, aunque claro, el deplorable aspecto que presentaba su antigua némesis daba mucho que pensar.

En ese momento el grupo de adultos estaba sentado en la sala de la Mansión Malfoy, como en los viejos tiempos, Blaise estaba tirado sobre un puff, Theodore en el sillón individual con su esposa en las piernas, Natalie en otro sillón, Goyle sentado en el suelo a los pies de la rubia, Draco estaba en otro sillón, sólo que esta vez era Astoria la que ocupaba el asiento de a lado, Hermione estaba sentada en el suelo, en medio de los demás, justo donde estaba la mesa de centro, Pansy por su parte estaba del otro lado de la mesa, sentada en el suelo mientras se recargaba en el puff de Blaise.

-¿Y ahora?- soltó Gregory Goyle la pregunta al aire.

-Podemos festejarlo con una...

-Nada de estúpideces.- zanjó Pansy, su esposo alzó las manos.

Todos miraron a Blaise, este lucía indignado.

-¡Iba a decir que con una cerveza!

Hermione rió, Draco la observaba desde el sillón sin decir absolutamente nada, la castaña era conciente de eso, podía sentir los ojos grises sobre ella en todo momento, cosa que alteraba sus nervios.

Pansy no lo pudo evitar, tenía siglos queriendo soltar esa pregunta.

-¿Por qué te acercaste a nosotros aquel día en la estación?

Hermione tragó duro, la mirada de todos estaba sobre ella, la vista de Hermione estaba clavada en sus manos, de repente la confianza que alguna vez había sentido se había desaparecido.

-En mi vida están sucediendo demasiadas cosas que siento que me asfixio.-ellos la miraban atentos.-Necesito a mis mejores amigos conmigo.- ella levantó la vista de su regazo para ver a la pelinegra sentada del otro lado de la mesa, justo enfrente de ella, ella sintió su voz debilitarse.-Necesito a mí mejor amiga de vuelta.

Pansy se quedó pasmada, el labio inferior de Hermione comenzó a temblar, de repente sentía como todas las emociones que había reprimido en 20 años apenas salían a flote.

-Los necesito a todos en mí vida y de forma inconciente sabía que todos estarían aquí, los conozco.

Pansy negó con la cabeza.-Tú no me conoces en lo absoluto.

La castaña levantó su mano, llegando hasta esta su bolso de donde sacó un pergamino doblado el cual se veía demasiado antiguo; con mucho cuidado de no maltratarlo y con un nudo en la garganta se apresuró a abrirlo para leerlo.

-¿Piensas solucionar todo con una carta?- preguntó Daphne Greengrass algo divertida.

-La escribí días después de mandarle la última carta a cada uno de ustedes y resignarme a que no querían saber nada de mí.

Ellos guardaron silencio.

-Jamás la envié.

Antes de que pusieran a alegar o se fueran de la habitación, Hermione Granger dió lectura en voz alta a ese viejo pergamino.

-"Queridos amigos"

Todos menos Draco y Blaise rodaron los ojos.

"Mi mundo se está cayendo a pedazos, sé perfectamente que solamente ustedes podrían entenderme. He decidido alejarme de todos por un tiempo, mis padres han fallecido, algunos de los Weasley estan algo distantes conmigo por el quiebre de mí relación tanto con Ronald como con Ginevra, Harry está en un viaje del ministerio por tiempo indefinido y yo, yo estoy sola.