🍒DE MORETONES EXTRAÑOS Y CENAS ESPECIALES🍒

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Aquel par de bocas no se daba tregua, todo era sobre tomar más y dominar. Sungmin llevaba la delantera.

Tan perdido estaba en las sensaciones que sólo despertó de su estupor cuando el Cho comenzó a lamer y succionar su lengua, como si de una pequeña polla se tratase.
El sentir el cosquilleo que comenzaba a formarse en su abdomen bajo lo shockeó y aterrorizó tanto que, tomando fuertemente de los brazos al menor, lo retiró de sí mismo y salió a toda prisa, tan rápido que ni siquiera alcanzó a escuchar el golpe contra la pared y el gemido de dolor de Kyuhyun.

El pelilila sintió su omóplato derecho arder cuando fue impactado contra la pared por el brusco aventón del mayor, sus brazos también punzaban y dolían.
El dolor se fue propagando por su espalda y luchó con todas sus fuerzas para no desvanecerse contra la pared. Sus ojos picando con lágrimas de furia.

Como pudo se reincorporó y anduvo hasta recargarse de frente en los lavabos. Vio su rostro más pálido de lo normal mientras sus ojos y nariz se volvían rojos ante la necesidad de llorar.

Llorar por todo.

Llorar por el dolor, la rabia y la vergüenza.

Enjuagó su rostro con agua fría y mientras las pequeñas gotas rodaban por su rostro y goteaban de los cabellos de su frente, clavó su vista contra su "Yo" del espejo.

- Haz llevado esto demasiado lejos por culpa de un maldito capricho, será mejor que pares ahora...

"Antes de que no puedas parar en absoluto"

Le dijo su conciencia pero él no fue capaz de repetirlo en voz alta.

Se recriminaba su idiotez.

Él jamás había actuado como un idiota, ni por nada ni por nadie y ahora comenzaba a desconocer aquella parte de él, que había despertado justo cuando Lee Sungmin se cruzó en su camino.

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- Cariño! Me alegra que volvieras temprano, ¿Sabes? Te tengo una sorpresa para esta noche, así que no hagas planes, que tenemos un invitado especial.

Chilló HyuNa, nada más ver entrar a su hijo mayor, el cual le regaló una bonita sonrisa que no alcanzó sus ojos. La mujer se preocupó un poco pero intentó no mostrarlo.
Tal vez Kyuhyun no había tenido un buen día pero apostaba a que en la noche su humor mejoraría radicalmente.

- No he hecho planes, Má. De hecho, estoy algo cansado y creo que dormiré hasta la cena, ¿Está bien?

Soltó, sonando un poco apenado. Su madre lucía muy entusiasmada y él se sentía fatal por no poder compartir su buen humor.

- Está perfecto, tesoro! Anda a descansar... Oh! Pasa a la habitación de tu hermana y dile que prepararé el postre que tanto le gusta y que si quiere puede venir y echarme una mano.

Kyuhyun asintió, sonriendo al ver las marcas de chocolate en el delantal rosa de su madre.

Después de cumplir con el encargo de su mamá, se encerró en su habitación y se dio una larga ducha. Se sentía física y emocionalmente cansado.

Cuando su cuerpo tocó el colchón, después de ponerse un pantalón de chándal y una musculosa, sus ojos se cerraron.

Quería descansar, quería dormir y no pensar pero sobre todo, quería que aquellas gotas cristalinas dejaran de abandonar sus ojos.

No quería sentirse extraño, quería ser el mismo de siempre.

El Kyuhyun de siempre no lloraba y menos sin motivo.

Dame Tu Cuerpo (MinHyun/MinKyu 18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora