REALIZACIÓN

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Estaba frente a la ventana, completamente estático, no sabía qué hacer. Ciertamente Yuu estaba loco, no nada mas por estar en el departamento de enfrente, sino por ordenarle que se quitara la ropa. ¿Qué demonios se suponía que hiciera? Estaba seguro que Taka no llegaría, por otro lado, se suponía que cortaría toda relación con el pelinegro y se disculparía con su novio por haber estado tan distante últimamente.

—¿Estás sordo? —la voz de Yuu resonó en el celular—. ¿Por qué sigues vestido?

—¿Quién te dijo que quería desnudarme para ti?

—¿Quién te preguntó? Pon el celular en altavoz y desnúdate. En serio, no me quieres hacer enojar —siseó de un forma que hizo que Kouyou se estremeciera.

De una forma completamente automática hizo lo que el pelinegro le había dicho, colocando el celular sobre la mesita de noche junto a la cama, se quitó los lentes dejándolos junto a este.

No traía puesto gran cosa, al contrario, solo una camisa y un pantalón, a lo mucho, lucía un cinturón que no iba a tardar demasiado en quitarse. Sin embargo se sentía tan expuesto y vulnerable. No era que Yuu nunca lo hubiera visto desnudo, era el hecho de que ahora iba a ser el único, no era una igualdad de condiciones y tal vez eso era precisamente lo que el pelinegro quería. Tampoco era la primera vez que se sentía sobajado por Yuu, pero tal vez esto era demasiado.

Sin darle mas vueltas al asunto, desabotonó los tres primeros botones de la camisa, fue lento, pero no porque quisiera sino por su misma inseguridad. Sentía su cara a punto de estallar de enrojecimiento, definitivamente no estaba acostumbrado a ser observado de esa forma. Podía sentir la mirada incesante de Yuu sobre él, aun si no podía verlo puesto que había apagado las luces de su lado.

Se acarició sin querer el pecho al abrirse un poco la camisa y continuar desabrochando los botones, al instante escuchó un gemido de aprobación por parte del pelinegro.

—No sé porque estás tan nervioso Kou, no es la primera vez que te veo desnudo y ciertamente tampoco es la primera vez que te veo tocarte —se burló, sabía perfectamente porque Kouyou se encontraba en ese estado y le encantaba, lo hacía ver tan vulnerable, simplemente delicioso.

Deslizó la camisa sobre sus hombros, acariciándolos en el proceso, no entendía muy bien porque lo hacía pero los sonidos de aprobación que hacía el pelinegro a través del celular lo incitaban a continuar. La camisa cayó al piso y Kouyou se llevó su pulgar a los labios, ensalivándolo un poco con la lengua haciéndolo resbalar desde su barbilla hasta el pecho, dejando un rastro por toda su extensión hasta llegar al ombligo, donde continuó bajando hasta su cinturón; el cual tomó con fuerza y lo desabrochó sin cuidado. Aquellos sonidos de Yuu lo ponían de verdad caliente, aun se sentía expuesto pero quería escuchar al pelinegro gemir en el teléfono y lo iba a lograr.

Aventó el cinturón sin cuidado y su vista se clavó en la ventana oscura de enfrente—. ¿Sigo? —preguntó con voz inocente.

Pudo escuchar a Yuu relamerse los labios—. Por supuesto —contestó el otro sonriendo maliciosamente, al menos así lo creyó Kouyou, pues realmente no podía verlo.

El castaño sonrió de igual forma al desabrochar su pantalón y bajar el cierre un poco mas rápido de lo que hubiera querido. Sin quererlo se estaba excitando con la situación, de pronto toda su inseguridad se transformó en deseo, quería llevar a Yuu al borde, quería que se excitara tanto solo con verlo que no pudiera resistir un momento mas y fuera y lo cogiera.

En su propia cama, en la cama que compartía con Takanori...Alejó los pensamientos de su mente tan pronto como su mano rozó su miembro ya despierto.

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