Capítulo 5

64.6K 3.3K 957
                                    

Presentaciones cordiales.

Todos los presentes nos estaban mirando curiosos y Joseph agarró uno de mis mechones para ponerlo tras mi oreja, sonriendo dulcemente, lo que me dejó descolocada. Su actitud grotesca hacia mí había cambiado por completo.   

– Cariño, ¿acaso olvidaste que lo haríamos público hoy? – deleitó con una voz empalagosa.

– Qué mejor día que este. ¿Piensan anunciarlo en la gala de esta noche?

– Por supuesto. Es lo que tenía pensado hace semanas.

Un hombre se acercó a él dándole palmadas en el hombro.

– Bien hecho tío, por fin encontraste a la adecuada.

– Felicidades. – dijo aquella mujer pelirroja mientras me daba un gran abrazo.

– Entremos, aún nos queda trabajo por hacer. – se apresuró a decir Joseph mientras entraba en el despacho que estaba justo enfrente.

Los demás lo siguieron cuchicheando, seguramente sobre lo que acababa de pasar. Fui la última en entrar.

¿Su novia? ¿Era enserio? No tenía ni la menor idea de por qué inventar una mentira tan gorda y poco creíble como aquella. Por mucho que actuase delante de esas personas, era evidente que no me soportaba, ni que hubiera ninguna atracción entre nosotros. Habia mejores maneras de demostrar su heterosexualidad, si eso es lo que pretendía.

Aquella sala tenía una gran mesa en medio y una pizarra blanca en la pared, a parte de cuadros decorativos. Los empleados se sentaron en sus respectivos sitios, dejándome uno justo en frente de Bridget. Mi mirada luchaba con la suya en silencio, prácticamente nos estábamos matando con los ojos, a pesar de tener en todo momento una expresión alegre en el rostro.

– Bien, me gusta lo que propones Elí. – comentó analizando los papeles que le había entregado la mujer. – Encaja perfectamente con nuestra quinta edición de noche.

– Esto será una bomba, las dos empresas más exitosas de Viscons lanzando sus nuevas colecciones al mismo tiempo. – un hombre de cabello negro parecía estar muy emocionado y los otros acentían ante su observación.

– Tenemos en proceso la de invierno y no me fio nada de Carloi. Esos incompetentes harán cualquier cosa por salir adelante. Tienen mucha astucia, no quiero que ocurra lo de la última vez, casi nos cuesta un millón de dólares.

– No volverá a pasar, hemos comprobado estrictamente a todos los empleados, no hay ninguno sospechoso hasta el momento.

– Perfecto, que así siga siendo. ¿Ya han acordado la hora de comienzo con los Scarlet Stone?

– Sí, Ethan quedó en que sería a las 21:30.

– Estaré allí un poco antes, no quiero dejar nada fuera de lugar.

Seguían y seguían hablando de cosas que no acababa de entender. Ya sea de la competencia, de sus socios o de su misma empresa. Mientras tanto en mi mente aun estaba muy presente la actitud tan extraña de Bridget. Estaba claro que no éramos pareja, ¿pero entonces por qué inventar algo así?

Cuando volviese a la mansión tendría que hablar con Colem, la otra vez no lo logré. Estaba casi segura de que sabía más cosas de las que comentaba Joseph en las entrevistas. Recordé como me habló de que la señora Bridget le confiaba algunos de los secretos de la familia y yo pensaba averiguarlos todos, porque de ello dependía mi libertad.

Pero por otra parte, Adley. Él ers su mejor amigo. Quizá si me ganase su confianza podría sonsacarle información. No sé qué tan fácil sería, puesto que todo el círculo social de Joseph parecía existir para acatar sus órdenes.

Mi dueño y jefe © (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora