Mi dueño y jefe © (+18)

Capítulo 6

¿Y el anillo para cuando?

Bien, si quería evitar cualquier tipo de contradicción, debía quedarme callada para no soltar algo que me pusiera en evidencia. Después de charlas sobre temas superficiales y por su gran insistencia en abrir el tema, con una sonrisa en mis labios y algo coqueta, le conteste a Lily.

– Me encantaría explicarte sobre lo nuestro, pero si me pongo a ello no acabaría hasta mañana. Además, creo que mi querido hombre está planeando contarlo todo esta noche.

– Tienes razón, ya quiero ver como habla de estos temas en público, porque hasta ahora parecía evitarlo completamente y no me extraña, pobrecito, con lo que pasó con su ex...

– ¿Que les ocurrió? – no pude evitar soltarlo, soy una bocazas. – Digo, siempre que intento conversar con él sobre su pasado, me frena en seco.

– Oh, ya ves, no nos confían nada. Parece que los hombres se entienden más entre colegas. – dijo riendo levemente. – Ethan me comentó que su pareja lo había dejado de un día para otro, con el pretexto de no estropear su carrera. Es lo poco que sé.

– No te preocupes, ya le haré entrar en razón con algo de cariño.

–¿Hacerme entrar en razón por que cosa? – su voz me puso los pelos de punta. Note como apoyaba sus manos sobre mis hombros.

– Solo estábamos comentando cosas de mujeres, ¿verdad Lily?

– Claro, ustedes no deben saberlo todo. – siguió mi juego guiñandome el ojo.

– ¿La estás corrompiendo cariño? – bromeó Ethan besando la mejilla de su esposa.

– Para nada, si soy un Angelito.

–  Eso no te lo crees ni tú.

Mientras la feliz pareja seguía hablando, nos alejamos pasando al jardín, donde había una muchedumbre impresionante. Actores famosos, críticos de la gastronomía, modelos y presentadores de la Tv, sin embargo en ese entonces no sabía reconocerlos.

Unos reporteros que anteriormente estaban hablando con un hombre moreno, se lanzaron sobre nosotros en el momento que pisamos el césped. No paraban de tomar fotografías de todo, lo que me empezó a incomodar enseguida. Intente esconderme tras Joseph, pues yo siempre fui una persona tímida.

– ¿Señor Bridget en que se inspiró para su nueva colección?

– ¿Señor quién es la mujer que lo acompaña?

– ¿Qué piensa sobre la propuesta que le hizo Nikole Millan?

Todos hablaban al mismo tiempo y cada vez aparecían más y más paparazzi, no sabía de dónde salían tantos, era como ver una invasión de ratas de ciudad. Pero al contrario que yo, a Bridget no parecían intimidarle ni un poquito. Con un tono muy seguro y calmado les contestaba a todos lo mismo.

– Si desean una entrevista pueden solicitarla a mi secretaria.

– Tan misterioso como de costumbre. – dijo uno de ellos con enfado.

Al ver que no les daba bola, se fueron a molestar a los demás presentes. Nos acercamos a la barra de bebidas y me invitó a una copa de champán, acepté porque sin algo de alcohol no afrontaría esta velada. Me platicó sobre la pareja que habíamos conocido, que por lo visto era el jefe de la cadena de joyería de más éxito en el país, que acordaron junto con Rose Bridge sacar sus colecciones al mismo tiempo para impactar más a los compradores.

De pronto Joseph se paró y me llevó junto a él al centro. Tosió leve para llamar la atención y cuando todas las miradas se enfocaban en nosotros empezó a soltar un montón de mentiras a las que yo me sometí desde esta mañana.