Solución Impura

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Luego de haber visto después de tanto tiempo a aquel joven de piel morena, pelo castaño y ojos heterocromáticos su mente estaba desbordada trayendo recuerdos de un pasado que le parecía demasiado lejano y ajeno para quitarle el poco valor que le quedaba al revivirlos con resentimiento. No tenía razones para perdonar la manera en la que lo abandonó y no se arrepentía de no haber intervenido para que Bull no lo golpeara. Si tuviera el valor y la confianza suficiente, él hubiera sido quien lo hubiera golpeado, más de una vez.

Tenía aquel odio desde su repentina desaparición hace años atrás, recordaba que en los siguientes días Leon se había vuelto otra de las razones por las que lloraba hasta dormirse. Preocupado por lo que fuese que le hubiera ocurrido, alcanzaba a estresarse demasiado que las pesadillas volvieron a ser más frecuentes y lo torturaban con aquel miedo de que el otro adolescente probablemente había muerto a manos de la cruel naturaleza o de sádicos bandidos. Hasta que un día simplemente no encontró motivos para derramar más lágrimas por ninguno de los hermanos, lo vio como algo inútil. Incluso dejó de rezar por ellos, pensando que ya había pasado demasiado tiempo haciéndolo y que ya no se lo merecían. No era un acto en el que creyera mucho ya que la religión había sido impuesta por su anterior familia.

Definitivamente, esa noche no estaba con el humor para seguir ganando miradas y atrayendo clientes, lo que menos quería era ver a mayores de treinta mirándolo de pies a cabeza o escuchar a un pequeño grupo de personas quejándose de lo andrógino que era y de confundir a varios hombres que creían que era una mujer.

Deseaba que ya fuera la hora de irse de ese lugar, pero tuvo la mala suerte de atraer a un joven rubio adinerado que pagó para tenerlo para esa noche. Su manera de hablar y de mirarlo levantó sospechas para los tres motociclistas que igualmente aceptaron para recibir el dinero, pero estarían atentos a lo que pudiera suceder.

Como si quisiera apartarlo de todos los demás, lo tomó por la cintura y lo guio a un motel, pagando por unas pocas horas en una de las habitaciones sin importarle gastar dinero. Mientras se dirigían a la habitación, acariciaba las ligeras curvas del menor metiendo varias veces su mano por debajo de la ropa logrando provocarlo. El moreno tenía el presentimiento de que no podría soportarlo por su actitud llena de energía y dominante.

Una vez encerrados en la habitación con escasa luz, el lado cariñoso del rubio desapareció y lo arrojó a la cama. Reafirmaba su posición como el macho alfa entre los dos acorralándolo y presionando las muñecas con pulseras contra la cama. Al de cabellos dorados no le parecía agradar la idea de que tuviera la oportunidad de dominar la situación por lo que de sus bolsillos sacó una cuerda de plástico con la que forzosamente amarró sus manos y las ató a la cabecera de la cama dejando cierto largo solo para lo que planeaba. Escuchó las quejas del de ojos verdes como si fuera una dulce melodía.

La voz de Sandy era suave, dulce y débil la mayoría del tiempo, pero eso no era lo que quería su cliente. Quería hacerlo gritar y escuchar sus quejidos de dolor, romperlo, ser la causa de su llanto y que suplicara para que se detuviera. No cabía duda de que eso buscaba cuando, sin hacerse esperar, se deshizo de sus pantalones y la ropa interior para adentrarse en él sin ningún tipo de preparación. Al parecer, a Bibi se le había pasado por alto que Sandy no trataba con sádicos al estar tentada por la cantidad de dinero que pagó.

Sentirlo golpeando su interior repetidas veces le arrebató varios gemidos y gritos que callaba mordiéndose el labio inferior. El tamaño de la hombría no alivianaba el dolor que sentía con cada rápida y brusca embestida que recibía sin descanso.

Sus ojos comenzaban a humedecerse y su cuerpo empezaba a temblar al no ser capaz de soportar la brutalidad con la que el adinerado joven lo trataba. Se negaban a llorar al saber que era eso lo que el mayor buscaba, por más que sufriera cada vez que el erecto miembro arremetía contra él sacando otro quejido de sus labios.

Wish [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora