Wish [Finalizada]

Insuficiente

El resto de sus compañeros habían podido acostar a Sandy en una de las camas de la habitación más cercana. Segundos después, vio a la pirata, los dos robots y al cactus salir de allí luego de haber dejado a los motociclistas lo necesario para tratar sus heridas. Penny intentó animarlo, pero él se quedó allí, sentado al lado de la puerta abrazado a sus piernas flexionadas, esperando a que todo saliera bien y culpándose de no haber hecho todo lo necesario para detener a Bull.

De la habitación a sus espaldas, solo oía los quejidos y las voces de los motociclistas. Del tercero de ellos desconocía lo que había ocurrido después del disparo y ver a Sandy caer adolorido justo delante de él contra la otra pared en la en la que podía ver algunos perdigones en el piso junto a algunas pocas gotas de sangre que seguían su rastro hasta la puerta a su lado.

No era demasiada la que había derramado, pero en su pulóver logró ver varios agujeros que muy lentamente se manchaban de rojo, fue a la altura de sus caderas, al lado izquierdo. Rezaba por haber hecho lo suficiente para que el disparo no lo matara y esperaba que el dolor que ahora sufría no dejara nada más que una cicatriz.

Parecía que esa noche ninguno de los motociclistas descansaría hasta que Sandy estuviera bien, si es que podían hacer algo para el disparo. Él quiso quedarse despierto, los débiles quejidos y el llanto ayudaron a que sus ojos se mantuvieran atentos, pero el silencio que hubo de repente lo preocupó. Ya no escuchaba la voz del otro joven y la inquietud lo insistía a que entrara para ver si estaba yendo bien o por lo menos para despedirse y pasar los últimos minutos con él.

Cuando se decidió por levantarse y caminar hacia la puerta, esta fue abierta dejando salir al antropomórfico. El asesino impedía que pudiera tener una completa imagen de lo que sucedía.

—¿Sandy está bien? —preguntó preocupado y no dejaba de moverse buscando ver por encima del mitad cuervo que era un poco más bajo que él.

No fue mucho lo que pudo ver con la bateadora sentada ocultándole la figura del menor hasta que Crow cerró la puerta detrás de él. El cuervo se estaba ganando todo su odio con no dejarlo estar con Sandy, no quiso comenzar una pelea, pero su furia y la desesperación hacía que perdiera el control.

—¡Apártate! ¡Necesito verlo! —gritó sintiendo sus ojos humedecerse, de esa forma no intimidaba al antropomórfico, aunque le daba lástima— Por favor —suplicó negándose a llorar—, necesito saber si está bien, no pueden privarme de ver a mi amigo.

—Sandy está bien —por fin, habló sacándole la gran ansiedad que lo invadía—. Lo malo es que está débil, más porque nunca recibió un disparo que por el daño que le hicieron… ese niño ni siquiera soporta golpes —se cruzó de brazos y dejó salir un tembloroso suspiro—. No sé lo que habrá intentado Bull, pero un poco más a la derecha y lo hubiera matado. Apenas lo vea, le arrancaré la piel, por su culpa uno de los nuestros está herido.

—Yo también quiero estar ahí cuando lo tengan.

—No. No quiero que tú o Sandy vuelvan a acercarse a él, no saben como tratar con él —hizo una pausa pensando en que estaba siendo muy frio—. Aunque debo agradecerte, por evitar que le hiciera más daño. A tu amiga pirata también-

—Uy, ¿alguien está hablando de mi? —la mencionada salió de una de la habitaciones y se dirigió a ellos— Estaba esperando a que llegaras a esa parte, pajarito, ansío por escucharte decirlo —puso una mano en su oído exagerando.

—A ti también te lo agradecemos, te debemos una —dijo ligeramente avergonzado—. Tenías todo lo necesario para calmarlo, sacar los perdigones, desinfectarlo… Tendremos que-

—Sí, lo que sea, si es necesario usen toda la droga esa para calmar el dolor o todas los vendajes, tengo montones de esos —presumió y continuó al encontrarse la mirada cansada y preocupada de Leon—. Aparte, no les negaría nada cuando es para alguien que amas —aquella pequeña declaración alzó los nervios del menor y sorprendió a Crow aclarándole sus dudas de por que tan preocupado estaba—. Se hará todo lo que se pueda, no te pongas a llorar, nene.