Capitulo cincuenta y cinco

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Hogwarts. Pasillos oestes. Tercer piso. 12.30 p.m.

Peter Pettigrew se sentía solo, sin amigos y sin una familia, el porque, bueno era fácil.

Desde que se le había caído su mascara de niño dulce y bueno, todo el mundo le evitaba al grado de que después de varios comentarios y bromas por parte de todos; menos de los merodeadores que estaban ocupados con sus parejas, Minerva lo había mandado a un cuarto para él solo. 

Al principio estaba feliz, al fin tenía un lugar donde el solito podía estar, pero después vino el problema de que nadie le hablaba y si le miraba lo hacían con asco. Sus tías las que lo adoraban le miraban con tristeza, aunque a él no le importaba en lo más mínimo, él quería salir de ahí poder ser alguien y ahora ya no lo era; la marca tenebrosa ya no estaba y sus recuerdos ya no estaban presentes, claro que siempre que quería hablar del tema de Voldemort sus recuerdos se trastornaban y cambiaban en su totalidad.

Mientras iba caminando por el pasillo y saltándose las clases de DCAO, suspiro, deseaba que todo estuviera bien, pero claro que ese pensamiento se fue cuando vio a Barty Crouch con Danvers una joven de ravenclaw. 

Barty le tomaba de la mejilla y le entregaba una rosa que a su vista era más que perfecta, la bruja sonría y le abrazaba con entusiasmo.

 - ¡Crouch! - grito enojado - ¡Aléjate de esa zorra! - mientras comenzó acercarse 

- ¿Disculpa? - pregunto desconcertado la serpiente - ¿Por qué me pides eso? Ella es alguien especial 

- de seguro es tu puta - bufó - maldita perra 

La joven miro dolida a Peter, ella jamas se metía con nadie como para que ese se acercara hablando mal de ella.

- mejor vete Pettigrew - hablo Barty mirándole seriamente - y ni hables así de Emilie 

- tu...tu... - tartamudeo el león - ¡Idiota! 

Peter se fue, Barty por su parte abrazo a Emilie, su prima estaba temblando, jamas le habían hablado y Barty se encargaría de que Pettigrew supiera que no debe de acercarse a la pequeña Emilie Danvers Crouch.

Salón de DCAO. 1.20 p.m

Tom miraba a todos sus alumnos, aun estaba sorprendido ver que las serpientes y leones estuvieran revueltos. 

Desde donde estaba podía observar a Remus y a Lucius sentados juntos, claro que aguantaba la risa al ver que Lucius miraba la pancita de Remus. James y Severus estaban a casi al frente ambos estaban jugando con el conejo del segundo. Sirius tenía a Regulus recargado en su hombro y el primero sonreía embobado.

- buenos jóvenes hoy vamos a ver un hechizo muy especial - sonrió Tom - pero deben de prestar atención ya que son hechizos en latín 

- Latín - hablo sorprendida Alice - ¿No sera difícil? 

- no si me prestan atención - les miro - bueno comencemos, el primer hechizo que les voy a enseñar es fringidus ventus, díganme ¿Qué entienden con eso?

Muy pocos alzaron las manos, entre ellos fue Sirius.

- Sirius - hablo dandole la palabra 

- Bueno que yo recuerde - se quedo pensando - Fringidus Ventus es conocida como brisca fría, se ocupa para congelar momentáneamente a las personas, pero si el hechizo se dice con cierta intensidad es muy peligroso - hablo 

- correcto señor Malfoy - sonrió Tom - este hechizo puede ser potente, estaba catalogado como magia gris pues se podía ocupar en ambas formas 

Muchos tomaron apuntes a lo que se estaba diciendo.

- vamos a intentarlo - sonrió Tom - Jev ven para acá 

El Slytherin se acerco a su profesor.

- Jev quiero que seas es movimiento de mi mano y muñeca - hablo Tom mientras que el Parkinson asentía - Fringidus Ventus 

De la varita de Tom salió un rayo color azul celeste combinado con blanco, el escritorio de caoba se lleno de hielo, muchos estaban sorprendidos, demasiado a decir verdad.

- Increíble, ¿No? - sonrió mientras todos estaban sorprendidos - bueno Finite Incantatem - quito el hechizo de su escritorio - Jev tu turno 

La serpiente imito lo que dijo su profesor para después ver como el escritorio se llenaba nuevamente de hielo. Todos hicieron exclamaciones de sorpresa.

- James tu turno -

Así sucesivamente todos pasaron, todos estaban emocionados, pero claro que cuando toco practicarlo entre si, Tom pidió que apuntaran a los pies y así lo hicieron.

- ahora, el siguiente hechizo es Interfectorem aven - hablo Tom - es un hechizo algo complicado pero muy potente - sonrió - hagan lo que yo hago 

Los movimientos de mano de Tom fueron fáciles y precisos, todos hicieron lo mismo y los vieron, aves de garras filosas y enormes picos salían y disparaban fuego a diestra y siniestra. Todos estaban sorprendidos. 

Al acabar la clase todos se fueron emocionados, claro que con la tarea de practicar el hechizo Rodentia Caeli  el cual era un hechizo muy avanzado a decir verdad.

Sala común de Gryffindor. Cuarto de Frank Longbottom. 8.30 p.m

Frank se había saltado la cena, no quería ver a nadie, pero estar en su cuarto le hacia estar tranquilo, miraba al pequeño Bill estaba con sus papás. Miro el vociferaron que le había llegado, la voz de su madre aun retumbaba en sus oídos. 

- ya no se que hacer - susurro - Tengo que hablar con alguien

¿Con quien podía hablar? ¿Quien? 

Una idea entro a su mente.Invocando su patronus el cual era de la forma de un cachorro de león.

- Lord Lestrange, necesito poder hablar con usted, necesito verlo por favor - su voz comenzaba hacerse más aguda, quería llorar - por favor, active en translador 

El cachorro de león salio corriendo. Mientras esperaba la respuesta, Frank estaba haciendo una pequeña maleta, una vez listo, el collar que Kilyan Lestrange le había dado comenzó a brillar, sabía que era la señal. El translador estaba activado.

Mansión Lestrange. Living Room. 9:00 p.m

Kilyan Lestrange, padre de Rodolphus y Rabastan estaba sorprendido por el patronus que su futuro yerno le había mandado. Él le había adquirido un cariño muy grande al Longbottom, le daba esa sensación de protección, pero claro que al escucharlo sintió que Agusta tenía que ver.

Espero a que Frank llegara y cuando lo hizo, el castaño se abrazo al Lestrange mayor.

- Frankie, ¿Qué paso? - pregunto mientras este temblaba 

- madre, ella, ella me mando un vociferon - dijo mientras sorbía la nariz - digo que soy una deshorra y que ella me había conseguido un nuevo prometido

Kylian comenzó a sentir que la sangre se le calentaba, no dejaría que Augusta condenara al pequeño Frank en eso. 

- ven, te llevo a tu cuarto, tienes que descansar - susurro 

Frank asintió.

Mientras subían a su cuarto, Kylian pensaba como llamar a sus hijos sin que Rodolphus quisiera matar a Augusta, tendría que hablar con Tom.

Ojos OnixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora