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Hola gente, taaanto tiempo, literalmente xD bueno, hoy he vuelto con la segunda parte de la historia de Tsukishima, así que les pido perdón a la gente que esperaba con ansias la continuación de la historia de Hinata, pero ya en el siguiente capitulo vuelven, se los juro. Bueno, sin más, les dejo esta parte.

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Nunca han sentido ¿Qué su vida, simplemente, es la cosa menos planeada por los Dioses? Como si simplemente, sea quien sea el que domine los cielos, se hubiera olvidado de ti, y solo le vienes a su mente en los momentos menos adecuados, como por ejemplo, cuando a las chicas betas y omegas les baja su periodo en un lugar inesperado después de dos meses de atraso, o cómo cuando te encuentras nuevamente con tu ex justo cuando te diste el valor de dejar de llorar por él y te empeñas en seguir con tu vida, intentándolo con otra persona. En algunos casos esto es peor... he sabido de gente que sus pasados amores los esperan afuera de sus casas con un buen ramo de rosas cuando vuelven con su nueva pareja después de una romántica cita... En fin, un último ejemplo de esto, soy yo... Un Omega sin celo, una rareza única para la ciencia que sólo logró encontrar como solución, después de tantos intentos fallidos con medicamentos, un traspaso de genero a Beta en los registros con la meta de conseguir una vida normal ... para que finalmente me pateen en las pelotas y me premien por nada con la llegada de mi celo al frente de un Alfa.

"Bien hecho pubertad, llegaste 4 años tarde"

Y no era un Alfa cualquiera... sino uno que hace algunos días me había rechazado tras aclararme que lo nuestro era completamente imposible, y cuando supuse que lo había dado por superado, me entrego de forma inmediata a sus brazos en busca de un rápido alivio.

"Que lindo... todos los anteriores ejemplos juntos"

Sin embargo, a pesar de que estoy peleando internamente por lo injusto que es el destino, existe un lado egoísta mío que simplemente intenta aprovecharse de los labios de Kuro, y es que lastimosamente, mi corazón había encontrado una oportunidad para satisfacer la repentina soledad que el Alfa había generado con su despedida.

No, mejor dicho, mi corazón había dado con la oportunidad que todo rechazado espera encontrar... esa donde intentas luchar contra el destino y quieres arrebatarle a esa persona especial que los cielos le destinaron a otro humano.

Esa lengua insistente y dominante que retocaba continuamente mis labios a tal punto de dejarlos completamente rojos, era la responsable de incentivar esos oscuros deseo. En si, era extraño... Algo en mi lo gozaba con todo su esplendor, pero mientras esa sensación aumentaba, algo en mi se rompía cada vez más.

"Mi otra mitad... está sufriendo por traicionarlo"

  –Detente – Murmuré tan pronto tuve un leve grado de razonamiento mientras jalaba los cabellos del pelinegro contra su voluntad en un inútil intento de generar una distancia prudente entre nosotros.

Sin embargo, el leve silencio que se formó en el ambiente tras mi actuar, siendo adornado por el fuerte golpeteo de las gotas de lluvia al exterior de mi hogar, me hizo sentir un extraño vacío que disipó todo mi lado egoísta... ¿Qué esperaba? ¿Qué se supone que necesitaba de él? ¿De verdad me iba a conformar sólo con su cuerpo? Yo no era así, lastimosamente ... yo buscaba más ¿no? Tenía que apretar mis dientes con fuerza, es triste saber esas respuestas que tu conciencia se niega a saber.

Una jodida sonrisa en sus labios fue la reacción inesperada que me sacó de golpe de mis pensamientos. Nuestras miradas se juntaron por una leve fracción de segundo una vez que mi agarre se vio debilitado por su ataque, además de verse éste derrotado por la sensación que generó su rostro al posicionarse en mi cuello, dando él en ese mismo instante, una gran aspiración de mi propio aroma que me remató mi poco lado racional.

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