Please, don't hurt me ||HunHan||

Capítulo 14

Domingo 22 de Enero, 11:44 a.m.

Le sudaban las manos, la frente y se sentía mareado.

Estaba seguro, decidido, pero no sabía qué tan peligroso era, y aunque se hacía una idea, SeHun se encargaba de repetirle que es mucho peor de lo que puede pasar por su cabeza.

Se habían despedido de KyungSoo y su padre hace una hora, y mientras SeHun planeaba la pequeña emboscada, LuHan esperaba instrucciones. Pero no importaba qué tanto pensara, ellos solo eran dos. Contra un millón, piensa el castaño.

El motel era barato, pero pequeño y bien escondido, era un punto a su favor si no querían que los encontraran, al menos no tan pronto. 

Le rondaba un plan arriesgado en la mente desde que llegaron al lugar, quería deshacerla, pero algo le decía que era correcta. Que podía funcionar, y al mismo tiempo, podrían tener un aliado. O quizás más, LuHan quiere tener fe.

No obstante, estaba completamente seguro, que SeHun lo mandará al demonio en cuanto se lo plantee. Le dirá que está loco, demente y estúpido. Se enojará con él y no le hablará, quizás, por una semana. Pero el castaño sentía una corazonada, y bueno, años de experiencia, se podría decir.

-Puedes usar el baño Lu.

Se mordió el labio, ¿debería?

-SeHun..

El pelinegro, dejó de secarse el cabello con la toalla y lo miró con los ojos bien abiertos, expectante.

-¿Si? -Enarcó una ceja, esa que tenía una herida comenzando a cicatrizar por los golpes de la madrugada, y que, el padre de KyungSoo se había encargado de curar.

-No, nada. -Torció la boca. Saltó de la cama, quitó la toalla de los hombros de SeHun y caminó directo al baño.

-LuHan... -Llamó.

-No me hagas caso, soy un imbécil. -Contestó.

No escuchó respuesta, así que abrió la puerta del baño y se metió. Cuando giró para ponerle el seguro, SeHun ya estaba dentro. Se le erizó el vello de la piel.

-Tengo que bañarme. -Habló quedito.

-Primero dime, qué me ibas a decir. -Se cruzó de brazos y se apoyó contra la puerta de espaldas.

-No importa, en serio. Tenemos que apurarnos. No podemos dejarlos solos mucho tiempo.

SeHun sonrió, lo miró por dos segundos, y después le robó un beso de pico.

LuHan quedó pasmado.

-¿Qué.. -Balbuceó.

SeHun se encogió de hombros. Volvió a sonreír y lo miró detenidamente. LuHan se cohibió, pero atinó a mencionar algo.

-Estas sonriendo. -Aclaró, como si fuera un acontecimiento importante que no puede dejar pasar. SeHun lo miró extrañado.

-He sonreído antes LuHan. Lo haces sonar tan cliché, como aquel joven al que le lograste sacar una sonrisa por primera vez. -Ironizó.

-Por primera vez conmigo. -Se mordió el labio.

SeHun borró su sonrisa. Bueno, no lo había pensado así. Y efectivamente, a LuHan no se la mostró en lo que lleva conociéndolo.

-Habría sido raro que me riera contigo en nuestra situación.

-Bueno, esa situación terminó hace tres días. -Se encogió de hombros.

SeHun suspiró, volvió a cruzar los brazos y señaló la regadera con la mirada.

-Entonces, ¿no piensas entrar? -Sonrió de lado.