Please, don't hurt me ||HunHan||

Capítulo 18

Miercoles 22 de Marzo, 12:18 p.m.

«Pasajeros con destino a Sidney, Australia favor de abordar el vuelo 3581. El avión despegará en diez minutos.»

Su billete y su pasaporte en mano le daban la bienvenida a una nueva vida. No esperaba nada bueno, pero sí algo de paz. Una nueva memoria, y de ser posible, un nuevo corazón.

Inclusive, reemplazar su alma sería suficiente.

Sin embargo, no podía permitirse más que un suspiro. Y se decía a sí mismo que eso sería todo por ahora.

-Hey, niño. Ese es nuestro vuelo, tenemos que irnos.

Sí, había tomado la decisión de irse con ellos, después de todo son su familia. Y tampoco podía darse el lujo de vivir solo en Seúl, siendo la única presa de ShiWan. Sin amigos, sin familia, sin un hogar estable y con el corazón vacío. Por más que quisiera quedarse, nada le favorecía.

Quizás BaekHyun tenía razón, en algún futuro lejano alguien puede llegar y convertirse para él lo que LuHan fue en estos meses. No lo creía posible, pero era lo único que podía pensar para no dejar ahí la maleta y correr en su búsqueda. No puede ser tan egoísta, se dijo por milésima vez.

Vuelve a suspirar y se pone de pie, siguiendo con pasos lentos y pesados a los chicos que iban ensimismados en sus charlas vagas, planes a corto plazo y emoción por imaginar una nueva vida. Tampoco podía hacerle eso a ellos, merecían toda la felicidad del mundo.

Se pusieron en fila para mostrar boleto y pasaporte, llegando primero JunMyeon, el último era él y miraba hacia atrás con la esperanza de su amor de verano acercándose a paso rápido y rogarle que se quede junto a él.

-Tss.. 

¿Qué se cree? Esas mierdas de las novelas románticas no existen. Así como tampoco existe ese amor de verano que tuvo con LuHan, fue más de invierno. Pero ese no es el punto, pues tampoco supo que se iba. Al menos no cuándo, ni a dónde.

Así que tampoco existe la posibilidad de que tome el siguiente avión y lo alcance en el aeropuerto del lugar. SeHun comenzaba a delirar.

-Boleto y pasaporte por favor.

Volteó a ver a la mujer parada frente a él, con la mano extendida y una sonrisa en el rostro. Estaba bien, iba a estar bien. Así como debió estar todo antes de secuestrar al chico. Quería arrepentirse. Pero la verdad era que si lo hacía, supondría el arrepentimiento de haberlo conocido, y tampoco era así. Era lo que más atesoraba.

-¿Joven?

Volvió a la realidad y le entregó sus cosas, los chicos lo esperaban del otro lado y sólo tenía que esperar a que revisaran que todo estaba bien.

Su teléfono comenzó a sonar y distraído tomó la llamada, sin darse cuenta que las únicas personas que podrían llamarlo estaban frente a él, y que otra cosa podría ser una trampa. 

-¿Si?

Se dio cuenta muy tarde.

-Que tal SeHun, mis hombres me dicen que estas a punto de irte a Australia, no te juzgo, es un buen lugar.

Estaba estático, reconocería la voz donde sea. A pesar de haberlo escuchado sólo un par de veces.

-¿Cómo..

-No comiences con preguntas banales. Eso no es importante ahora. -Hubo una pausa, como una puerta siendo abierta en un gran edificio vacío. SeHun era bueno escuchando. -Lo que realmente deberías preguntarte es el motivo de mi llamada.

-No quiero saber nada, púdrete en el infierno. 

Para ese punto, los chicos prestaron atención, con el ceño fruncido y expresiones de real preocupación. No podía ser verdad. Estaba por colgar después de decirle eso, y todavía no sabe si debió hacerlo en ese momento, de haberlo hecho, estaría en Sidney ahora mismo.