Capítulo 9

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Viernes 20 de enero, 05:07 a.m.

Llegaron a un motel, uno que estaba en medio de la nada y que por lo que SeHun le había mencionado muy poco habitado. Las letras iluminadas por lucecitas de colores llamaban la atención de quien pasara por ahí, pero dado que era un lugar muy poco transitado nadie llegaba. Antes de entrar SeHun le había dado a LuHan un poco de dinero para alquilar una habitación y poder comprar en la pequeña tienda alimentos rápidos mientras él lo esperaba afuera para no llamar tanto la atención por la herida, que a pesar de no ser muy grande o profunda y que traía la venda, su brazo y ropa estaban manchados de sangre seca.

LuHan entró, un poco cohibido y a la defensiva. Mirando hacia todos lados alterado por los recientes acontecimientos sintiendo un poco que alguien lo acechaba, aunque su sombra fuera lo único que tuviera detrás.

El lugar se veía desgastado, las paredes a base de madera vieja reforzada pero que se notaba maltratada, como aquella que llevaba años en función y se mantuviera más como una reliquia que como un motel que dejaba buenas ganancias.

-Buenas.. -Miró el reloj en la pared -Madrugadas joven, ¿en qué puedo ayudarle?

LuHan volteó a ver a la mujer detrás del mostrador, no se notaba rara o sospechosa y fue entonces cuando el castaño prestó atención más allá de las paredes. Estaba detrás de un gran escritorio, con papeles por revisar y mirándolo a través de las gafas de aumento que le proporcionaban mejor visión. Vio también como una pequeña pared la dividía de un cubículo donde mantenía mercancía y algunas chucherías para los clientes, una pequeña tienda como mencionó SeHun.

-Hola.. -Carraspeó. -Quiero una habitación.

La mujer asintió y sacó una enorme libreta en donde al abrirla LuHan pudo ver muchos nombres y horas anotadas.

-Tengo muchas disponibles.

-La más económica por favor.

La mujer asintió de nuevo y le tendió un lapicero, indicándole con la mirada algo obvio que LuHan no pudo comprender.

-Anótate cariño, es un registro de huéspedes.

El castaño abrió la boca comprendiendo y tomó el lapicero mientras la mujer al parecer buscaba las llaves. LuHan miró algunos de los nombres escritos y se dijo a sí mismo que era muy probable que muchos de ellos estuvieran de paso en circunstancias similares a las de él y SeHun. Por eso es que la idea de poner su verdadero nombre no pasó en ningún momento por su cabeza y es por la misma razón que le temblaba la mano cuando empezó a escribir.

Dejó el lapicero sobre la libreta y lo regresó más cerca del otro lado del escritorio. La mujer le tendió la llave.

-Aquí tiene joven.. Lee. -Dijo, mirando el nombre que había escrito en la hoja.

-Somos dos.. ¿no hay problema?

-Oh no, claro que no. Cobro por cuarto no por persona.

-Gracias. -Murmuró LuHan. 

Acto seguido caminó al cubículo de a lado y comenzó a tomar comida rápida, bebidas, agua y demás chucherías que los mantuvieran vivos los siguientes días. LuHan no sabía qué esperar. Se acercó con la misma mujer y le tendió los productos. Mientras esperaba titubeó e hizo una mueca, un poco incómodo por la situación. 

Suspiró algo nervioso.

-¿Tendrá analgesicos? ¿Algo para aliviar el dolor? -Preguntó, intentando sonar casual. A falta de respuesta comenzó a agregar más. -Mi.. amigo, se lastimó el brazo, y.. bueno, le duele. -Intentó sonreír.

Please, don't hurt me ||HunHan||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora