Titans - Don't Look Back (Dick Grayson y Tu)

Capítulo 4: That Bitch

Conduje yo el resto del camino hasta la noche donde tome la decisión de quedarnos en un motel, ahora nos encontrábamos con Rachel en la habitación comiendo gomitas que esta vez sí acepto mientras veíamos capítulos viejos de Juego de Tronos, Dick se encontraba en su auto buscando información con la policía.

–Debes empezar a verla desde el principio –le dije al ver como estaba colgada con la serie que no me prestaba atención.

–Capaz cuando se solucione todo, podríamos hacer maratón –sugirió mirándome feliz, después de mucho tiempo ahora la veía despreocupada.

–Siempre es buen momento para hacer maratón –conteste sonriendo, no tenía idea donde íbamos a estar en el futuro, pero haría lo que sea para ayudarla dado que yo tenía los medios para hacerlo.

–¿Quieren pizza? –pregunto Dick entrando y apoyándose en el marco de la puerta, yo asentí y me levante de la cama.

–Si –contesto Rachel tomando de su vaso de coca.

–Voy a acompañar a Dick ¿O preferís que me quede? –le pregunte al verla muy tranquila, necesitaba hablar en privado con él sobre que había averiguado.

–Vayan tranquilos –contesto sin dejar de ver la tele.

–¿Eso es Juego de Tronos? ¿Debería ver eso? –pregunto Dick mirándome al reconocer la serie.

–No es una niña Dick –volví a repetirle tomando su mano para ir a comprar la comida, tenía hambre.

Mientras conducía a la pizzería más cercana a Dick lo llamaron de la policía con información, al parecer el policía que se había llevado a Rachel de la comisaria era uno falso y lo habían encontrado en un edificio abandonado muerto, le pidió que pasara la información a su computadora para poder leer todo mejor en la noche.

Pedimos rápidamente las pizzas y arrancamos hacia el motel con la misma velocidad, al entrar Rachel no estaba a la vista, Dick la llamo por su nombre y solo se escuchaba el susurro de una oración, rápidamente me dirigí hacia el baño.

Prendí la luz y ahí estaba Rachel muerta de miedo, sus ojos se encontraban llenos de lágrimas.

–Rachel ¿Qué paso? –pregunte acercándome a ella y tomándola de los brazos para sacarla de la bañera.

No, no me toques no quiero que salga, no –simplemente gritaba hasta que la logre sacar y la atrape en un abrazo, ella se largó a llorar más de lo que ya estaba.

–Estas bien, no te pasara nada malo, estamos acá –le decía en susurro y no debía hacer lo que estaba haciendo, pero con mi poder trataba de tranquilizar sus emociones, pero raramente no lograba hacerlo del todo. Mire hacia la bañera y esta se encontraba llena de papeles con una cruz dibujada.

Comimos las pizzas en silencio, nadie quería decir nada, Dick luego de que ella se hubiese dormido me mostro la foto del cuerpo del hombre que había matado con sus poderes, era bastante impresionante, seguramente eso causo una crisis en ella.

Íbamos en camino hacia Washington DC en el auto, esta vez Dick iba conduciendo mientras yo comía gomitas para calmar mi ansiedad, podía sentir como cada vez más mis poderes se ponían en alerta.

–Según los archivos, el hombre que te ataco quizá era parte de un culto del juicio final –le conté a Rachel, habíamos acordado con Dick no mantenerla en las sombras y contarle todo lo que supiéramos.

–Creen que su destino es evitar el fin del mundo –agrego Dick mirándola por el retrovisor–. ¿Eso significa algo para ti?

–Cuando era una niña, no me enojaba ni me asustaba mucho porque pasaban cosas malas –conto Rachel agarrando una gomita cuando le ofrecí, en mi mente estábamos generando un vínculo.

–¿Qué tipo de cosas malas? –pregunte mirándola bastante intrigada.

–Creo que ahora yo también soy huérfana –comento Rachel mirándolo a Dick buscando evitar contestarme y la comprendía, debía darle su espacio–. Ese multimillonario, Bruce Wayne ¿Te crio? –le pregunto a Dick para luego mirarme a mí y preguntarme–. ¿Es tu padre?

–Si –le contesto Dick mientras miraba en la carretera, yo simplemente asentí, muchas veces me pasaba de extrañar mi casa, extrañaba la mansión Wayne, pero no extrañaba quien era ahí dentro.

–Debió ser genial –comento Rachel buscando indagar un poco más.

–Era complicado –contesto Dick mirándome, era mucho más que complicado.

–¿Alguna vez desaparece? –pregunto Rachel mirándonos al ver las miradas que intercambiamos.

–¿Qué? –Dick claramente no había comprendido su pregunta y yo menos.

–El sentimiento de que te abandonaron –hablo mirándose las manos.

–Sí –afirmo Dick mirándola con mucha seguridad, después me miro–. Bueno, no, no del todo.

–Ustedes también van a dejarme ¿No? –Rachel pregunto mirándome bastante preocupada, rápidamente negué con la cabeza.

–No –contesto rotundamente Dick–, no voy a dejarte.

–No vamos a dejarte Rachel, de ser así yo no estaría en este viaje –le conteste con toda la verdad mientras le pasaba la bolsa de gomitas. Pronto llegaríamos al distrito de Columbia, verdaderamente este era el último lugar donde querría estar.

Recuerdos de todo lo sucedido comenzaron a invadirme y a ahogarme. Desde Bruce descubriendo lo nuestro y echando a Dick a la torre, yo enterándome de que Dick estaba con Dawn por accidente, todo el tiempo que sufrí en silencio al verlos en una relación cuando Dawn lo engañaba con Hank hasta en el momento en que le dieron la espalda a Dick porque él seguía sus peticiones.

–No quiero –solté al ver como Dick estacionaba en la calle fuera del edificio, me quedo mirando, la mirada de Rachel demostraba como no comprendía nada.

–Clarisa –me nombro Dick con mucha paciencia mientras me quitaba el cinturón de seguridad.

–Me quedare en un hotel a la vuelta...

–¿Por qué no quieres ir? –pregunto Rachel y un nudo en mi garganta se formó, no podía ni contestar eso sin la posibilidad de llorar. Porque no quería, porque si bien sabía que Dick me ama, pero Dawn es that kind of bitch que si bien la odias, también la amas porque es perfecta y te hace mal por odiarla, si bien ella ahora esta con Hank, sabemos que Dick Grayson es Dick Grayson y yo no pienso entrar en ese edificio marcando territorio porque somos adultos y nos hacemos cargos de las decisiones que tomamos, como desearía volver a tener diecinueve y poder hacer drama por todo.

–Vamos –hable firme levantando la cabeza e impulsándome fuera del auto, si bien yo no iba a marcar territorio con Dick, pero si esperaba algún gesto de su parte.

Solamente voy a escribir pobre Clarisa porque todas nos hemos cruzado con una chica que es That Kind of Bitch. Besooos