Un universo alterno en el que todas las personas tienen el nombre de su alma gemela en la palma de sus manos.
Solo que Hyunjin estaba seguro de no necesitar un alma gemela; y decidió cubrir su mano para nunca ser encontrado.
💝 Hermosa portada hecha...
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Una vez dentro del instituto, Seungmin se dirigió hacia su casillero. Recostado a este, se encontró a Jisung, su mejor amigo, quien sonrió al verlo y luego soltó un pequeño grito al ver al ojiazul con el guante puesto.
— ¡MINNIE YA LO TRAES PUESTO! —Le dijo Jisung casi gritando cuando el castaño llegó a su lado — ¿YA TIENES EL NOMBRE?
—Wow, Jisung muchas gracias por felicitarme en mi cumpleaños —Dijo Seungmin riendo —Ahora hazte a un lado para sacar mis libros.
—Estoy seguro de que ni tú mismo recordaste que era tu cumpleaños por ver el nombre de tu alma gemela, ¿o me equivoco? —El castaño solamente rió por lo bajo, tímidamente. El color rosado extendiéndose por su rostro —Lo sabía, así que no me reclames y déjame darte un abrazo.
El castaño rió aún más y se dejó envolver en los brazos de su mejor amigo.
—Muchas felicidades Minnie —Le susurró Jisung —Espero que se encuentren pronto —Siguió él y Seungmin sintió cómo se formaba un nudo en su garganta.
Jisung tenía diecisiete años, es decir, llevaba más de un año sabiendo el nombre de su alma gemela y aún no se habían encontrado.
—Y yo espero que tú encuentres al tuyo pronto —Dijo Seungmin y soltó a su amigo —Y por cierto, es un chico, igual que el tuyo.
—Y por eso somos mejores amigos —Dijo Jisung riendo — ¿Qué te parece si vamos a la nueva cafetería después de clase para celebrar?
—Pero tú invitas.
—Trato hecho.
ツツツ
Una campanita anunció la entrada de los dos chicos a la nueva cafetería llamada "Maze of Memories" y allí dentro, los mejores amigos se dirigieron hacia una mesa vacía que se ubicaba en uno de los grandes ventanales. Decidieron dejar sus mochilas en los asientos y se encaminaron hacia donde creían que se hacían los pedidos.
Un joven azabache estaba detrás de la caja pidiendo las órdenes y Jisung decidió pasar primero.
—Buenas tardes, mi nombre es Woojin. ¿Cuál sería tu orden? —Preguntó el joven un poco bronceado detrás de la caja con una sonrisa en sus labios.
— ¿Me podrías dar un Capuccino sencillo?
—Con todo gusto. ¿Nombre? —Preguntó Woojin y tomó un vaso de cartón y un marcador. Jisung no pudo evitar notar que el joven no llevaba su guante puesto.
—Jisung.
—Gracias Jisung, serían 15 wons, en aquella ventanilla te entregarán tu orden —Woojin dijo señalando la ventanilla. Jisung pagó y se dirigió hacia la ventanilla. Seungmin dio un paso al frente, listo para pedir su orden.
—Buenas tardes, mi nombre es Woojin. ¿Cuál sería- —Woojin empezó a decir pero fue interrumpido por otro chico que llevaba el mismo uniforme.
—Woo, te llaman en la oficina, yo sigo atendiendo —Dijo el chico y Woojin le agradeció y se fue. El chico se colocó en la caja y sin alzar su mirada, empezó a hablar.
— ¿Cuál sería tu orden? —El chico preguntó y Seungmin sintió como su corazón intentaba escapar de su pecho. Este chico era el chico más lindo que había visto en toda su vida, su piel blanca calzaba a la perfección con su alocado cabello negro. Tenía los labios más hermosos y Seungmin deseó poder probarlos y morderlos.
—Disculp- —empezó a decir otra vez el chico detrás de la caja y al azar su mirada y ver los ojos azules que tenía al frente, no pudo terminar.
Seungmin sintió como sus rodillas se debilitaban, y como dejó de existir todo el mundo alrededor, solo existían ellos dos. Seungmin no sabía qué estaba sintiendo, no podía ponerle un nombre... cuando iba a atreverse a decir algo, el chico sacudió ligeramente su cabeza y volvió a bajar su mirada, cortando aquella extraña conexión que se había formado.
—Disculpa, ¿Cuál sería tu orden? —Preguntó de nuevo y Seungmin sintió como sus esperanzas se desmoronaban; por un instante estuvo seguro de que había encontrado a su alma gemela.
—Un Vainilla Latte, por favor —Seungmin le respondió, tratando de que su voz saliera lo más normal posible.
— ¿Nombre?
—Seungmin —El ojiazul dijo, esperando ver alguna reacción en el otro chico al decir su nombre y se sintió aún peor al ver que el chico no tuvo ninguna reacción fuera de lo normal. Al levantar el marcador, Seungmin pudo ver en su mano un grueso guante negro. Para ser exactos, el guante más grueso y más sellado que había visto en su vida.
—Serían 17 wons, en la ventanilla te entregarán tu orden.
—Gracias... —Dijo Seungmin entregándole el dinero y buscando el gafete del chico para saber su nombre —Gracias, Haejin.
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