αlmαs gєmєlαs ♡━ нуυимιи.|| αdαpтαcιóɴ

028.

— ¿Crees que ya haya despertado?

—Lo hubiéramos escuchado ya. Durmamos un rato más amor.

—Pero ¿qué tal y está ahí acostadito esperándonos?

—Repito; ya lo hubiéramos escuchado. Duérmete otro rato.

—Pero Hyunjin...

—Seungmin por el amor a Dios, duerme un rato más. Lo escucharemos en cuanto despierte —Hyunjin interrumpió a Seungmin, abrazándolo más fuerte por la cintura y cerrando sus ojos de nuevo para intentar dormir un poco más. Se habían acostado muy tarde decorando la casa y Hyunjin solo quería dormir un ratito más.

Seungmin hizo un puchero con sus labios y suspiró fuerte, moviéndose en la cama para estar ahora acostado boca arriba, el brazo derecho de Hyunjin aún sobre su cintura.

Al escuchar el suspiro del ojiazul, Hyunjin abrió sus ojos y sintió que se derretía al ver el adorable puchero en los labios de su alma gemela.

—Mi amor —Empezó Hyunjin, mirando a Seungmin y el ojiazul volteó su rostro para verlo a los ojos —Sabes tan bien como yo que él sigue dormido; todas las mañanas hace un escándalo para llamarnos y no creo que esta mañana, siendo su día, haga algo distinto.

—Tienes razón —Respondió Seungmin aun con un puchero, poniendo sus manos sobre el brazo de Hyunjin —Es solo que estoy emocionado, es decir, ¡es su primer cumpleaños!

Hyunjin sonrió al ver la felicidad que irradiaba de la cara de su alma gemela y se acercó a su cara, plantando un pequeño y rápido beso sobre los labios de Seungmin.

—Lo sé, también estoy emocionado. Pero también tengo sueño y debemos aprovechar que él aún duerme para descansar. Tan pronto despierte, tendremos que empezar a alistarlo a él y a nosotros para cuando lleguen los invitados.

—Está bien, pero solo un ratito más —Respondió Seungmin y se acurrucó al costado de Hyunjin, cerrando sus ojos y suspirando con una sonrisa.

Pero, como siempre, tan pronto se dispusieron a dormir un poco más, pudieron escuchar el leve llanto del pequeño.

Hyunjin soltó un gruñido.

Seungmin rió tiernamente.

—Siempre hace lo mismo —Dijo Seungmin y besó los labios fruncidos de Hyunjin.

Ambos se levantaron juntos y caminaron en dirección a la habitación del pequeño. En cuanto abrieron la puerta, lo vieron de pie en su cuna agarrado de la baranda con fuerza. El pequeño soltó una risotada al ver a sus padres entrar por la puerta.

— ¿Cómo amaneció mi pequeño zorrito? —Dijo Hyunjin con una voz tierna al llegar al lado de la cuna. El bebé alzó sus brazos para ser alzado y el pelinegro lo alzó antes de que cayera sentado por haberse soltado.

Seungmin miró con ternura al ver a Hyunjin dejando besitos por toda la cara del pequeño Jeongin y al escucharlo a él soltar carcajadas por las acciones de su padre. Despacio, caminó hacia el par y abrazó por la cintura a Hyunjin, apoyando su mejilla en el hombro del pelinegro y mirando a su bebé.

—Feliz cumpleaños mi amor —Dijo Seungmin tocando la mejilla del pequeño y sonriendo.

El pequeño lo miró directo a los ojos y sonrió, posando su manita en la mejilla de su papá, balbuceando sin sentido... hasta que dijo algo que congeló a sus padres.

— ¡...papá!

—Aguanta...

— ¿Dijo...?

— ¡PAPÁ! —gritó el niño ahora con perfecta claridad.

—Seungmin trae la cámara...

—Hyunjin acaba de...

—TRAE LA CÁMARA SEUNGMIN.

—HYUNJIN NO TENEMOS CÁMARA.

—EL CELULAR SEUNGMIN, ¡EL CELULAR!

Seungmin corrió a la habitación por su celular, resbalando y casi cayendo en el piso. Tan pronto lo tuvo en sus manos, corrió de nuevo a la habitación del bebé.

—Listo Jeongin dilo de nuevo —Dijo Hyunjin apenas vio a Seungmin entrar de nuevo.

El pequeño Jeongin los observó y soltó una risotada la ver las caras de sus padres. El nene no entendía nada, pero sus caras le resultarían graciosas hasta a un perro.

—Vamos mi amor —Dijo Seungmin apuntando con manos temblorosas la cámara de su celular a la carita del bebé —Dilo; papá... pa-pá.

— ¡...PAPÁ! —Gritó de nuevo el pequeño Jeongin con una risa.

Hyunjin y Seungmin se miraron, ambos con los ojos como platos y de los de Seungmin salieron unas pequeñas lágrimas. Hyunjin jaló con su mano libre a Seungmin y lo apretó en un abrazo, dejando al nene en medio de ellos.

El bebé no comprendía pero de su rostro no se borraba la sonrisa, como si supiera la gran felicidad que le acababa de provocar a sus padres.

Se separaron del abrazo y Hyunjin observó a sus dos amores.

En ese momento se dio cuenta de que no podría ser más feliz.