012.

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Jueves

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Jueves.

La habitación estaba totalmente abrazada por la oscuridad, excepto por la tenue luz de luna que entraba por su ventana.

Su cama estaba fría pero su cuerpo estaba envuelto en sudor.

La incomodidad lo hacía retorcerse en la cama y patear las refrescantes pero aprisionartes sábanas. Debían ser cerca de las tres de la mañana.

Se había ido a su cama tan pronto llegó a su casa del trabajo, desprendiéndose de su uniforme apestoso a café, canela y crema batida y sumergiéndose en la suavidad de su colchón. Pero su cama no le dio el confort que necesitaba; en lugar de arroparlo, lo sofocaba y lo asfixiaba.

Con un silencioso gruñido, se levantó apresurado de su cama y se dirigió a su ventana. Con temblorosas manos, el ojinegro la abrió y respiró con alivio al sentir la brisa fresca golpear su cara. Sentía una ridícula necesidad de fumar un cigarro a pesar de nunca haber fumado en su vida. Y la verdad es que no quería fumar nunca, pero solo necesitaba algo que le aliviara esta ansiedad que le apretaba el pecho.

La ansiedad y el temor lo invadían y sentir esto a la vez lo hacía enojar, porque por esta misma razón había dejado de creer en las almas gemelas; desde siempre solo le provocaban sentimientos de desesperación y angustia. Y si había dejado de creer en ellas, entonces ¿por qué le estaba afectando tanto todo esto?

Todo era culpa de aquellos ojos azules.

Lo llenaba de ansiedad lo que el dueño de los ojos azules provocaba en su cuerpo y su mente, el solo pensar en la posibilidad de que ese chico fuera su alma gemela...

Y lo llenaba de miedo el pensar en que existía la posibilidad de que ese chico NO fuera su alma gemela.

Este pensamiento lo hacía estremecer de terror... no quería creer en las almas gemelas, pero si se encendía la llama y creía de nuevo en ellas, quería que fuera ÉL, el chico de los ojos azules, el portador del nombre que tenía en su palma derecha.

"Si tan solo... si tan solo te quitaras el guante.... lo quitaras y revelaras el nombre que tiene tu marca... saldrías de esta angustia..."

Su mente estaba repleta de estos pensamientos y con temblorosos dedos, tomó el broche que aseguraba el guante en su mano... con suavidad lo desprendió y el sonido de los broches separándose lo sobresaltó....

"No."

Invadido por el temor y de manera apresurada volvió a unir los broches, asegurando el guante en su lugar.

Pasó sus manos por su cara y jaló su cabello con frustración. No sabía cuánto tiempo más podría soportarlo.

Soltando un suspiro cansado, se dirigió de nuevo a su cama, quitó todas las sábanas y se acostó en el desnudo colchón.

Soltando un suspiro cansado, se dirigió de nuevo a su cama, quitó todas las sábanas y se acostó en el desnudo colchón

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αlmαs gєmєlαs ♡━ нуυимιи.|| αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora