Un universo alterno en el que todas las personas tienen el nombre de su alma gemela en la palma de sus manos.
Solo que Hyunjin estaba seguro de no necesitar un alma gemela; y decidió cubrir su mano para nunca ser encontrado.
💝 Hermosa portada hecha...
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El sol brillaba en la mañana del miércoles, los rayos de sol iluminando y calentando todo lo que tocaba.
Por ejemplo, la cara de Seungmin.
Que en ese momento estaba acostado en su cama boca arriba, dormido pero con una ligera sonrisa en el rostro.
El calor provocó que fuera despertando poco a poco y se estiró como un gato en su cama, sus cobijas enrolladas en sus piernas y su cadera. Inconscientemente, Seungmin acarició con suavidad la marca en su mano derecha. Esto se había vuelto una costumbre desde que había obtenido el nombre; era el buenos días que le enviaba a su alma gemela.
Segundos después, una brillante sonrisa iluminó el rostro de Seungmin al recordar lo que había sucedido el día anterior en la cafetería...
~ Flashback de la tarde anterior ~
—Oye Hae-Haejin...
— ¿Sí?
— ¿Te gustaría salir conmigo una tarde de estas?
—Oh... puede ser...
— ¿...puede ser?
—Es decir... no sé muy bien... no sé cuándo-... okay. ¿Qué te parece este jueves por la tarde?
—Perfecto.
~ Finaliza flashback ~
Seungmin sonrío aún más –si es que eso era posible– y volvió a cerrar sus ojos, recordando cada detalle de aquel encuentro.
Recordaba a la perfección cómo se veía Haejin, con sus manos ocultas por un par de guantes de hule amarillos, puesto que Haejin estaba haciendo la limpieza en ese momento.
Recordaba su alocado cabello luciendo brillante y hermoso.
Recordaba su aroma dulce y con un pequeño toque de café.
Recordaba su rosado sonrojo en su cuello y mejillas al haber balbuceado antes de sugerir la fecha para verse.
Y Seungmin también recordaba cómo estuvo él mismo a punto de sugerir el jueves, pero al instante se dio cuenta de que eso lo haría ver como un acosador que ya se había memorizado el horario del chico (lo cual no era cierto... por supuesto y claro que no... jamás...).
Resulta que algunas muy, muuuy pocas veces, Seungmin logra seguir por lo menos una pequeña parte de sus planes, o afinar el filtro de su boca y guardar pensamientos que no deben salir de sus labios.
Con un último suspiro y un último estirón de su cuerpo, se levantó para alistarse y partir rumbo al instituto. Seungmin había decidido ese día no ir a la cafetería, para darle un respiro a Haejin de tener que verlo y así evitar que se cansara de verlo todos los días.
