αlmαs gєmєlαs ♡━ нуυимιи.|| αdαpтαcιóɴ

023.

— ¿Listo para conocer a tus suegros?

— ¿Estás loco? —Respondió Hyunjin en un murmullo —Estoy seguro que apesto a sexo, ¡no puedo conocerlos así!

— ¿Y qué planeas hacer? ¿Ducharte y salir oliendo a jabón, siendo así aún más evidente? —Preguntó un divertido Seungmin. Las risas no tardaron de escapar por sus labios al ver que la cara del mayor tomó un tono pálido —Ve al baño y péinate al menos. Y ponte ropa.

— ¿Qué ropa me voy a poner si la mía está estropeada y mojada en el piso? —Dijo Hyunjin nervioso y Seungmin se levantó de la cama riendo, caminando hacia su armario —Y explícame por favor, ¿cómo estás haciendo para estar tan tranquilo?

—Esa es una pregunta muy fácil de responder —Respondió Seungmin acercándose a Hyunjin con un par de prendas en sus manos —Hace varias semanas obtuve mi marca, tu nombre, así que ya ellos sabían que esto podría suceder en cualquier momento cercano. Por eso no estoy nervioso; porque eres perfecto para mí y ellos te van a amar casi tanto como yo.

Seungmin dijo esas palabras y tomó asiento al lado de Hyunjin, tomando su mano derecha entre sus manos y acariciando su nombre impreso en aquella. Una sonrisa escapó de sus labios al ver la marca y al alzar su mirada, sonrió aún más al ver la manera tan hermosa en que lo miraba su Hyunjin. Ambos acercaron sus rostros al mismo tiempo y unieron sus labios en un tierno beso.

—Aun así... —empezó a decir Hyunjin al separarse de los labios del castaño —Tengo derecho a estar nervioso. Y ya te quiero ver si te pones nervioso o no cuando te toque conocer a mi madre.

—Ya nos enfrentaremos a eso cuando tengamos que. Ahora ve a peinarte y a vestirte —Respondió Seungmin y señaló a las prendas de ropa que había dejado al borde de la cama —Eres más alto, así que el pantalón te quedará un poco corto pero no mucho.

Hyunjin suspiró resignado y tomó en sus manos las prendas. Antes de caminar hacia el baño se volvió a acercar a Seungmin y plantó otro rápido beso. Nunca se cansaría de hacerlo.

ツツツ

Se encontraban ahora al pie de las escaleras. Seungmin estaba de pie frente a Hyunjin y le sostenía las manos. El contacto tranquilizaba al mayor, pero igual estaba que se lo comían los nervios.

— ¿Estás listo? —Preguntó Seungmin con un susurro.

—Nunca lo estaré, así que vamos ya —dijo Hyunjin con firmeza. Seungmin se paró de puntitas y plantó un beso en la punta de su nariz. Seguidamente jaló a Hyunjin por la mano y lo guio a la cocina, donde podía escuchar que conversaban sus padres.

—Hola hijo, ¿por qué no hab... —Empezó a decir la madre de Seungmin pero se interrumpió al ver al otro chico a su lado. Seungmin pudo notar como los ojos de ella empezaban a brillar; era claro que ella ya asumía quién era ese chico que estaba a su lado.

—Hola mamá, hola papá —Saludó Seungmin y sintió como si en su estómago revolotearan cientos de mariposas. No eran nervios exactamente, era más como una emoción... emoción de al fin decir las palabras que había soñado decir desde que era un niño: —Les presento a Hyunjin, mi alma gemela.