—Realmente no era necesario que te quedases conmigo, Chris.—anunció la castaña tomando asiento en uno de los altos taburetes del desayunador de la cocina.
El chico dejó un vaso de agua frente a ella y negó un poco.—De todas maneras estoy casi seguro que los chicos sólo me invitaron para asegurarse de que no hiciera cualquier estupidez en el fin de semana en el que estarán lejos...—respondió encogiéndose de hombros.—Creo que tenemos mucho que contarnos el uno al otro ¿no?
Danna dejó escapar un largo suspiro y negó un poco.—Creo que si...pero creo que ya habrá tiempo para ponernos al día...—susurró ella arrugando su frente.
—Creo que podrías comenzar por contarme cómo es que hiciste para volver...—comenzó.
Los ojos miel de la muchacha se posaron en los de Christopher un largo momento y asintió lentamente.—Descubrí mi verdad...
—¿Tu verdad...?—asintió de nueva cuenta y automáticamente las cejas del muchacho se fruncieron.
—Es que creo que es algo muy complicado de digerir pero te aseguro que ni siquiera siendo un humano soy normal...me parece todo tan loco que ni siquiera sé por donde comenzar...
—Tenemos mucho tiempo, ángel...—decidió el muchacho sin dejar de mirarla. La chica le ofreció una pequeña sonrisa y él tomó su mano por encima de la mesa para regalarle pequeñas caricias que hicieron que el corazón de la muchacha se acelerase a sobre manera. Porque ese era el efecto que Christopher Vélez tenía sobre ella.
—Comenzamos por hablar sobre el tiempo...—hizo una pausa.—Lo que para ti fueron siete meses para mi fueron siete días y encima de todo estuve como una especie de trance del que no podía despertar...era como estar dormida y cuando finalmente lo hice me encontré con Cora, ella es un serafín y fue quién me contó la verdad ¿sabes?
—¿Fue ella quien te dejó volver?—cuestionó el muchacho sin dejar de mirarla. Con su mano libre Danna llevó el vaso de cristal hasta sus labios y negó un poco.
—En parte porque fue ella quien intercedió por mí para que me dejasen volver a la Tierra como una humana...Chris...es que todo esto es tan complicado y suena tan loco que te juro que puede que suena demasiado irreal...—le explicó.
—Yo me enamoré de un ángel...dime si hay algo más loco que eso...—bromeó el muchacho. Danna rio en voz baja y negó un poco.
—Cora me contó que hace mucho tiempo en la Tierra nació una niña que era especial porque tenía un don...el don de reencarnar...creció y vivió una vida feliz pero a los veintidós años murió.—hizo una pausa.—reencarnó como era obvio y volvió a vivir una vida para después morir...no tengo claro que era lo que pasaba con ella pero siempre a los veintidós moría; murió tantas veces que finalmente Dios decidió elevar su alma para que ella pudiese descansar...se convirtió en un ángel y hace veintitrés años...el día que tú naciste; ella volvió a nacer. Nació junto a ti y ahora que tiene veintitrés y el ciclo se ha roto ella ha vuelto a la Tierra con la esperanza de vivir una vida plena y feliz al lado de la persona que más ama...
—Esa niña eres tú.—adivinó el castaño.—Dios, Danna...llegaste a mi vida para complicarla desde hace veintitrés años atrás y nunca me di cuenta.—bromeó haciéndola reír.—Pues realmente espero que ahora que el ciclo de reencarnación se ha terminado te quedes conmigo por el resto de mi vida...porque en verdad te quiero aquí para siempre...
—No voy a irme nunca más, Chris.—le recordó la muchacha lanzándole una pequeña sonrisa.—Lo dije de verdad...—hizo una pausa y se quedó en silencio contemplándolo.—aunque creo que vas a tener que enseñarme a como ser un humano de verdad; he estado poniendo en práctica todo lo que aprendí cuando estuve aquí y he estado estudiando a los humanos un poco antes de volver finalmente pero creo que aún me falta mucho...
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EL BESO DE UN ÁNGEL (EBDUA #1)|Christopher Vélez.
FanficLibro uno: EL BESO DE UN ÁNGEL. Libro dos: LA SONRISA DE MI ÁNGEL. Libro tres: EL RASTRO DE UN ÁNGEL.