—Buenos días, Dan.—la saludó Christopher entrando en la habitación con una bandeja de comida en las manos. Danna se quedó quieta en el umbral de la puerta del baño y le ofreció una pequeña sonrisa.
—Buenos días.—respondió.—¿Qué es eso?
—Panqueques calientes con arándanos y zumo de naranja.—anunció el castaño dejando la comida sobre la mesa de noche.
—¿Arándanos azules?—cuestionó.
—Pues claro.—rio.—He estado incluyéndolos en la lista del Super en los últimos siete meses...aunque tengo que confesar que lo hice porque siempre tuve la esperanza de que alguna vez volverías...—confesó y una pequeña sonrisa se instaló en los labios de la muchacha. Avanzó hasta él y Christopher la recibió con los brazos abiertos dejando un pequeño beso sobre sus labios.
—Eso es muy dulce, Chris.—respondió dedicándole una pequeña sonrisa.
—¿Sabes una cosa...?—ella negó.—Es realmente increíble y aliviador saber que eres humana y que si te toco o te beso no vas a freírme...—la chica se echó a reír de inmediato y negó divertida.
—Chris...—se quejó con diversión.—Pero la verdad es que si es un verdadero alivio saber que si me tocas no voy a lastimarte...—Christopher le sonrió y volvió a besarla castamente.
—No es que quiera arruinar el momento ni nada parecido pero creo que tenemos que comenzar a pensar en una buena manera de decirle a los chicos que estamos juntos...como pareja quiero decir; es decir...Richard sabe que no somos familia y que nos amamos el uno al otro pero Joel no lo sabe; él sigue creyendo que somos primos y va a ser demasiado raro que de repente digamos que somos pareja ¿no?
—Obviamente...—susurró ella. Christopher se quedó en silencio contemplando a la muchacha un largo minuto. Era tan increíble si quiera pensar que todo lo que estaba viviendo era completamente real. Danna estaba delante de él, había dormido entre sus brazos e iba a quedarse a su lado por el resto de su vida. La manera en la que lucía era completamente abrumadora; al principio había pensando que todo se debía que ella era un ángel pero ahora viéndola tan de cerca se daba cuenta que más bien era su belleza propia, sin aspectos angelicales de por medio —¿Qué pasa?—cuestionó Danna un tanto confundida percatándose de la manera en el chico la estaba mirando.
—Es que entre más te veo menos me creo que estés aquí...—una extensa sonrisa se instaló en sus labios.—También me di cuenta que he sido tan tonto y ni siquiera te he preguntado si quieres ser mi novia porque di por sentado que lo eras...pero ahora que eres humana supongo que el sueño de la mayoría de las chicas es encontrarse con una especie de príncipe azul, que las leve a cenar y que les pregunte si quieren ser su pareja, como una pareja formal o algo así; así que voy a llevarte...—decidió.
Danna frunció sus cejas, apretó sus labios tratando de aguantar la risa y negó un poco.—No entendí la mitad de las coas que dijiste...—aceptó. Christopher se echó a reír y negó de inmediato.
—Te amo.—le recordó.—En teoría, eso fue lo que dije...
—Yo también te amo...
(...)
—¿Qué tal Los Ángeles, Danna?—cuestionó Joel llevando hasta sus labios un vaso con zumo de naranja. Richard miró a la chica un momento y ella le ofreció una amplia sonrisa de inmediato.
—Todo Super.—respondió encogiéndose de hombros.—Morirías para poder ver la increíble vista que tenía desde mi ventanal...—añadió.
Christopher se echó a reír del mal chiste de la castaña y negó un tanto divertido mientras el entrecejo de Joel se fruncía en señal de clara confusión. Danna era hermosa pero definitivamente seguía siendo muy rara.
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EL BESO DE UN ÁNGEL (EBDUA #1)|Christopher Vélez.
FanficLibro uno: EL BESO DE UN ÁNGEL. Libro dos: LA SONRISA DE MI ÁNGEL. Libro tres: EL RASTRO DE UN ÁNGEL.