Cap 18

37 3 0
                                    

Le contamos que nos encontramos un papel que decia que el 23 de abril, seria el final, cuando lleguen los nietos de Felisa.

-Quien coño son los nietos de Felisa, como los encuentre...- refunfuña entre dientes Parker

-Tío, cállate. Los nietos de Felisa son Lena y Noah- dijo Thomas defendiendonos

-Upps, lo siento chicos- espetó Parker

-A ver, ¿Qué tal vosotros?-siguió Thomas

Nos contaron, que la entrada a los TVP fue rápida y discreta, pero lo más complicado era estar en el interior, no podían hacer ningún gesto brusco, sino los delatarian. Llegaron a la sala principal, y en silencio escucharon. Estaban Robert, Rose, y la mayoría de los empleados de allí, hasta los hombres de la furgoneta. Estaban sentados alrededor de una mesa gigante, y estaban hablando. El tema principal era… la llegada de los nietos de Felisa -estoy hasta los huevos de los nietos de Felisa- ¿porqué somos el centro de atención?

-¿Qué dijeron?- salté de repente

Todos me miraron y bajaron la mirada.
Un fuerte golpe sonó en la puerta, todos nos miramos con miedo. Varios hombres que trabajaban allí, vinieron lanzados directamente a nosotros. En un instante me encontraba cogida por los brazos del hombre y yo intentando escaparme. Busco a Noah con la mirada, tambien lo tienen atrapado, y los muchachos tambien. Los hombres nos arrastraban a un sótano que yo no sabía de su existencia, los chicos estaban delante mio. Thomas echaba la vista atrás para mirarme, su cara causaba entre furia y miedo, que fue exactamente lo que sentía yo en esos momentos.
El sótano, era más pequeño que nuestro pasillo de arriba, estan eran las típicas celdas que ponian a los criminales en serie de la tele, vez de ser de palotes de hierro era gruesa lámina de cristal con pequeños agujeros en la parte de arriba, y los laterales de la celda eran muros cementados, recorrimos la mitad del pasillo, las celdas estaban vacías, menos una celda, fui capaz de reconocer al chico, era Adam, el muchacho que me pegó un puñetazo en la cara, estaba distinto, estaba muy delgado y rabioso. El hombre que me tenía cogida de los brazos, pulsó un botón rojo que había en el lateral de la celda, el cristal se levantó hacia arriba, y cuando estaba abierta, el hombre me empujó y me caí al suelo, con una mirada desafiante miré al hombre y este se unió con sus compañeros. Me imaginé que los chicos y mi hermano ya estaban encarcelados como yo, porque un gran grupo de hombres, se marcharon hacía la puerta.

No te separes de mi  (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora