Cap 40

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Lena

¿Esa sensación de cualquier momento de la vida donde pruebas algo nuevo y esta tan bueno y delicioso que no puedes parar? Pues esa es la misma sensación que sentía cuando besaba a Thomas. Peter besaba bien, pero no se puede comparar con lo que siento por Thomas. Sus lágrimas recorrían sus mejillas hacia su boca y daba un sabor salado al beso. 

-¡Para!- dijo Thomas cabreado 

Como pensaba que lo decía de broma, seguí enlazando su lengua con la mía

-¡Te estoy diciendo que pares Lena! - dijo sobresaltado y apartándose 2 metros de mi - ¿No escuchas? - dijo de manera rebelde, como en las típicas películas de fuck boy

-Si que he escuchado, pero…

-¡Pero qué! - dijo agitando las manos y con los ojos todavía morados de llorar 

No supe responder y me puse a llorar

-Eres idiota, en serio, ojalá no te hubiese conocido - se chocó contra mí hombro y se dirigió hacia el pasillo

-¡Ahora que coño te he hecho! ¡Lo único que he hecho a sido apoyarte y tu vas, sin explicaciones, y empiezas a decirme que eres horrible, te pones a llorar y ahora me estás chillando, y todo esto sin darme ninguna explicación! - grité con todas mis ganas y con fuerza, le empujé mientras iba gritándole toda la verdad

Se paró en medio del pasillo y se rió 

-Al fin y al cabo tenias razón, Thomas, eres una persona horrible y despreciable- dije seria y con valor 

-Lo hago por nuestro bien, Lena

-Vete a la mierda Thomas

Después de reírse de nuevo se dirigió a la habitación de mi hermano y se cerró la puerta 

Sentía una rabia muy ardiente en el pecho, necesitaba airearme y respirar, necesitaba procesar todo lo que había pasado en 5 minutos. Después de sentir una conexión profunda con el chico que estaba enamorada, y luego a los 3 minutos estar enfadada y decepcionada con el mismo chico, me estaba apedreando la cabeza.

Me dirijo a la puerta de la entrada de casa, que estaba bastante deteriorada por los golpes que había recibido hace una semana, y me siento en las escaleras que recibían a mi casa. Me ardían los ojos y tenía un nudo en la garganta. Lo único que quería era llorar y desahogarme. Dirijo mi mano hacia el cuello, donde quería calmar mi ira con el colgante, siempre que estaba nerviosa jugueteaba con él, pero esta vez no estaba allí.

Sobresaltada, desaparece mi ira y rabia y me dispongo a buscar mi colgante. En mi cuarto no estaba, en la cocina tampoco, me dispongo a buscar el el cuarto de Noah, pero cuando me percato a pensar que dentro está Thomas, me paro en seco. Detrás de la puerta se oía llantos mezclado con rabia y gritos. Recuerdo la pelea de antes y sigo con la búsqueda de mi colgante.
Cuando voy al salón, encuentro mi colgante en la mesa que hay justo en medio. Abrocho el colgante alrededor del cuello y voy a mi cama a dormir.

*********

Era mitad de la noche y unos pasos se oían en el pasillo, estos iban y venían, pero no conseguían ser sigilosos. Salto de la cama y me asomo por la puerta, Thomas entraba y salía de la cocina con una mochila entre sus brazos.

-¿Me puedes decir qué estás haciendo? - esperé alarmada

-Me voy - dijo sin dirigirme la mirada 

-¿Me puedes decir por qué? Estás asaltando mi nevera como si fuese tuya

-No aguanto más, necesito marcharme de ti - dijo yendo de la cocina a la habitación de Noah

-¿De mí? ¿Qué estás diciendo? Lo único que he estado haciendo es…

-Es desangrarte y caer en un profundo sueño, como la bella durmiente - aclaró interrupiendome - ¿Sabes qué Lena? Tu lo has tenido todo en la vida, una casa, no te ha faltado alimento en la vida, has estado caliente cuando ha hecho frío, has tenido una escuela para estudiar. No te has tenido que preocupar de nada. Yo no soy como tú, tengo que arreglarme la vida para sobrevivir. 

Me quedé mirándole durante unos instantes, y después de una pausa por parte de él, siguió hablando.

-En vez de caer enredado a ti, tenía que haber salido corriendo con mis amigos y permanecer todos unidos, pero en vez de hacer eso, me fui con una niñata pija que no valía la pena - dijo esta vez mirándome a los ojos y cuando acabó, siguió yendo de allí para allá.

Estaba intentando hacerme daño, yo sabía exactamente qué lo que decía no era verdad. Los ojos empezaban a escocer y empezaba a creerme que lo de irse iba en serio.

No dije nada después de soltar su discurso, lo único que hice fue observar como se llevaba comida y herramientas y las introducía en la mochila. Cuando la cerró y se dispuso a caminar hacia la puerta le respondí.

-¿Te acuerdas cuando estaba a punto de desangrarme en medio del bosque y te dije que no te separases de mi? 

No respondió 

-Me lo prometiste Thomas, no puedes irte 

-Adios Lena - y tras esto, abrió la puerta y se fue.

Me quedé plantada en medio del pasillo sabiendo que ya no volvería a verle.

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Holaa!!
¿Qué os parece la historia? Espero que os guste.

Ya se va acercando el final del libro, pero la historia no acaba aquí. Recomendad la historia si os gusta.

Cristina Cedano


 

No te separes de mi  (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora