El día iba agotador, la universidad me tenía de mal humor por no poder dormir ni comer bien y para empeorar todo, hoy había olvidado mi almuerzo y tendría que ir a una tonta fila por al menos media hora para comprar un sándwich que ni llena ni se me apetece.
Había salido de mi facultad e iba de mala gana a uno de los negocios de la universidad, pensando en qué tanto necesitaba comer hoy, pues no tenía ni la más mínima motivación para ir a pararme sola en una fila. Iba completamente sumida en mis pensamientos y mi negatividad cuando alguien pasa a empujar mi mochila haciéndola caer al suelo. Yo, irritada, dispuesta a descargare con el responsable, me dí vuelta hacia aquel torpe que acababa de adelantar su muerte.
- ¡Nomemates!, Amor, ¡Sorpresa! -me gritó asustada. Era ella, el amor de mi vida.- Bebé, olvidaste tu almuerzo, pensé que no te encontraría- era ella.
- Billie -En ese momento todo mi enojo se convirtió en tristeza y casi la boto al abrazarla- amor, quiero ir a casa -susurré en su cuello, mientras ella acariciaba mi cabello.
- Oh, bonita -acomodó su mentón sobre mi cabeza- todo va a estar bien ¿sí? -su voz, el ritmo de su corazón, su cuerpo, toda ella me calmaba.- vamos a comer juntas, ¿Te parece? comemos juntas, si quieres conversamos un poco -me hablaba suave- o si quieres solo me quedo dándote mimos. El día está bonito, ¿comamos afuera? - asentí con la cabeza sin hablarle.
Ella levantó mi mochila, se la acomodó y tomó mi mano para ir a buscar un lugar cómodo dónde almorzar. Esta chica sabía cómo reiniciar mi vida.
Estábamos terminando de comer cuando alzo la mirada y noto que me estaba mirando.
- ¿Se le perdió algo, señorita Eilish? - llamo su atención provocándole una sonrisa. Se ve tan hermosa cuando me sonríe.
- ¿No puedo mirarte? - levantó una ceja y esta vez sus ojos me recorrieron de arriba a abajo. - pero si eres muy linda
- Ya, basta
- Pero si me encantas
- Amor - advertí.
- Mi vida
- ¡¿Por qué siempre haces lo mismo?!
- ¿Qué hago? ¿Decirte que te amo? ¿Que eres hermosa? ¿que me encantas? Pero si eres bellisima, bonita mía.
- Me sonrrojas - aclaré y ella rió
- Me encanta verte sonrojada. Me encantas, amor ¿Ya te lo dije? - se acercó a darme un beso en la mejilla
- Todos los días - respondí sin poder esconder mi sonrisa. Ella era mi mundo.
- No es suficiente - hizo un camino de besos desde mi mejilla a mis labios, para terminar con un beso lento y tierno.
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IMAGINAS CON BILLIE EILISH
Short StoryImaginas de todo tipo con esta bella mujer. Contenido NO family friendly. || Slow updates ||