Con suerte

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Dane

16 de Agosto
6:50 a.m

Lydia me despertó 10 minutos después de que la alarma hubiera sonado, me quejé sólo un poco porque estaba feliz de haber dormido un poco más.

Mi madre salía un poco más temprano y había pasado a dejar a mi hermana a la escuela de paso.

Explicaré una cosa para que no se confundan, ya que el 16 de Agosto caía día sábado. Las clases regulares habían terminado ese miércoles, pero muchos de nosotros debimos materias, por lo que nos debíamos quedar desde las 8:00 hasta las 14:00 para poder pasar al otro curso (dando pruebas y repasando mucha materia muy rápido), eso incluía (en ocasiones) los días de fin de semana.

Lydia se había quedado conmigo esa noche. Vamos, los dos durmiendo en una casa, algo tenía que pasar alguna vez.

La chica se estaba peinando frente a un pequeño espejo que tenía con un cepillo que ella misma había traído. Yo no me iba a andar cepillando el pelo.

Cuando ambos estuvimos listos recordé algo de anoche, luego de que Jam se fuera no recuerdo haber guardado las entradas.

Las busqué por todos lados, luego de revisar todo el piso empecé a entrar en pánico, Lydia me preguntó que pasaba.

-Las entradas no están en ningún lado- le dije y seguí buscando.

A mi teléfono le llegó un mensaje 10 segundos después. Era de Lydia, estaba sentada en la cama escribiendo lo más rápido posible.

Revisé los mensajes.

Lydia: chicos, las entradas no están
Lydia: alguno de ustedes las tiene? Díganme que si por favor

Lex: oh no, por dios, no
Lex: el último en tenerla fue Trip, o no?

Trip: las tenía en mi chaqueta

Yo: no te fuiste con chaqueta

Lydia empezó a revólver todo hasta que encontró una chaqueta colgada de la cabecera de la cama, se veía un poco pequeña como para ser de Trip, la examiné un rato, tenía el logo de Queen en el hombro izquierdo.

Yo: tu chaqueta no está aquí, está la de Jam

Jam no respondió, lo intentamos llamar pero no contestaba.

Al final tuvimos que irnos a la escuela, lo veríamos ahí y si no era tan estúpido habría llevado las entrada para devolvérselas a alguien con menos posibilidades de perderlas.

"Por favor, por favor".

Estábamos los cuatro en la entrada de la escuela, Jam todavía no llegaba.

-Miren- dijo Trip de repente -, ese chico es igual a Jam.

Todos dirigimos nuestra vista hacia el mismo lugar, se parecía demasiado, pero tenía unas pintas que daba vergüenza ajena.

Lex se empezó a reír muy fuerte apuntando al chico.

-Chicos, chicos- dijo el chico entre carcajadas -¡Ese es Jam!

Todos nos reímos muy fuerte apuntando al chico. Cuando llegó junto a nosotros, ya nos habíamos calmado un poco, traté de ponerme lo más serio posible.

-Linda ropa- le dije y volví a lanzar una carcajada.

El ambiente estaba más relajado, así que mientras dejábamos nuestras cosas en los casilleros le dije en tono natural:

-Ehh, Jam. Ayer te llevaste la chaqueta de Trip y adentro estaban las entradas.

La cara del chico bajo tres tonos en dos segundos.

-Si, eso- empezó diciendo -... Si las vi, pero...

-¿Pero...?- inquirió Lydia.

-Verán, mi mamá...

-Ay no- dijo Lex interrumpiendo -, ay no, ay no, ay no. Estamos jodidos, nos perderemos a Kiss por tercer año consecutivo, no puedo creerlo ¡Joder, Jam! Se supone que un baterista debería tener fuerza ¿Cómo mierda...?

-No pude hace nada- se excusó Jam -, estaba ahí mientras me vestía.

-¿Acaso te vistió también?

-Es una relación de dar y recibir.

-Así es- concordó el ojiazul -. Ella te da mierda y tu la recibes ¿Y no se te ocurrió sacar las entradas antes de que ella entrará o...? No se ¿Y por qué mierda no contestabas el teléfono?

-Lo olvidé- se excusó el rubio, se veía cohibido y ofendido en el fondo, pero no diría nada. Jam nunca decía nada.

Lex soltó un suspiro de exasperación.

-Pero no se preocupen- soltó Jam entonces -, siguen en la chaqueta y con suerte se habrá ido antes de echarla a lavar.

-Con suerte- repitió Lex enfadado -, con suerte, con suerte. No puedo creerlo- Cerró su casillero estruendosamente y empezó a caminar -. Me voy a clases ¡Joder! Con suerte.

Ninguno de nosotros le dijo nada a Jam, Lex le había dicho suficiente. Es más, creo que le había dicho demasiado.

Todos nos marchamos a clase.

Detroit Rock CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora