Dolor de cabeza

291 24 1
                                    

Liss
16 de Agosto
10:45 a.m

Sonó el timbre que anunciaba la hora de entrar a clase. No puedo creer que debiera matemática, mis padres casi me matan.

Por lo menos estos serían los últimos días en la escuela y en la ciudad. Ya les conté a mis amigas que me iba a Madison, Wisconsin y hasta me hicieron una despedida, son tan lindas, no las olvidaré nunca.

Me gustaría contarle a Jam, pero sólo hemos hablado dos veces y una de ellas fue para ayudar a su amiga.
"Tiene mi número" pensé. Pero no sería suficiente, no había recibido ningún mensaje de él y me daba mucha vergüenza empezar yo la conversación ¿Y si no lo veía? ¿Y si lo veía y no me respondía? ¿Y si me mandaba a freír pavos?

Mejor esperaría a que él hablará, ojalá lo hiciera antes de esta tarde, ya que luego de clase me iría.

Ninguna de mis amigas debió materias así que me había pasado mi tiempo libre leyendo, no solía leer mucho, pero me gustaba en especial el libro Bajo la misma estrella, ya era la cuarta vez que lo leía y estaba por terminarlo, acabaría de leerlo de camino a mi nuevo hogar.

Llegué un poco más tarde de lo habitual, ya que me quedaban dos planas para terminar el capítulo en el que iba y me di el tiempo de leerlas antes de levantarme y dirigirme al salón de clase.

Cuando entré caí en cuenta de que sólo quedaban dos asientos: uno en primera fila, lo cual me parecía muy incómodo y uno en la penúltima fila...

Junto a Jam.

No había dado un paso y se me tiñeron las mejillas de rojo.

"Dios, que vergüenza".

Me senté y saqué mi cuaderno y libro de matemática, abrí el primero en una página cualquiera para hacer algo, cualquier cosa. Mala idea. Justo en la página que abrí era donde una de mis amigas había escrito "Liss + Jam" dentro de un corazón, me puse demasiado nerviosa y se me calló el cuaderno, me incliné a recogerlo rápidamente y cuando estaba a punto de alcanzarlo me dio un dolor punzante a un costado de la cabeza. Jam había intentado recogerlo también.

-¡Au!- nos quejamos los dos al mismo tiempo -Lo siento- volvimos a hablar al unísono. Él soltó una risa y se volvió a agachar para recoger mi cuaderno y me lo devolvió.

-Gracias- le dije casi sin voz, Jam me sonrió en respuesta y me sonrojé violentamente por segunda vez.

El profesor llegó y la clase dio inicio. Jam no prestaba mucha atención, estaba muy ocupado escribiendo un montón de palabras al azar e inexistentes en su cuaderno, algunas incluían los nombres de sus amigos, algunas eran los mismos entremezclados con el suyo mismo. Yo tampoco presté mucha atención por estarle viendo todo el rato. Siempre guardaba sus baquetas en el bolsillo trasero de los pantalones y cuando se sentaba las dejaba a un lado del cuaderno. Una de las varas de madera empezó a resbalar hacia la orilla de la mesa en cuanto el rubio hizo un movimiento para acomodarse. La vara de madera se calló y estaba más cerca de mi puesto que del suyo así que me incliné por segunda vez para recogerla y por segunda vez un dolor punzante me aturdió.

"Ay, no de nuevo".

Ambos nos habíamos agachado al mismo tiempo otra vez, el chico se volvió a disculpar y yo lo hice un poco más tarde mientras el recogía su baqueta y la volvía a dejar en su lugar.

-Vamos a terminar con jaqueca- dijo soltando una pequeña carcajada. Yo me reí a modo de respuesta.

"Debería decirle ahora".

-Emm, Jam...- empecé, pero el altavoz instalado en la esquina superior derecha de la sala me interrumpió y la voz gangosa del subdirector Roden resonó en el lugar.

-Se solicita que el señor Jeremiah Field se presenté en este instante en mi oficina, su... Madre tiene un mensaje para usted.

Hubo risas alrededor, Jam dijo un par de maldiciones entre dientes y empezó a recoger sus cosas.

Luego el altavoz volvió a sonar, pero esta vez no era el subdirector, era la voz de una mujer. Era la voz de la madre de Jam, una vez la conocí en un evento que hizo la escuela, esa mujer era un verdadero dolor de cabeza, peor del que me iba a dar después de los golpes que nos dimos.

Y no me gustaría recordar lo que dijo porque me da pena ¿De tristeza o de vergüenza? Un poco de las dos.

Detroit Rock CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora