Maldita sea

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Dane

Salimos del edificio, los cuatro doloridos por el resiente conflicto, Lydia no se había metido. Parecía que la chica estaba a punto de llorar y eso me entristeció más de lo que ya estaba.

Nos llamó la atención un pequeño escenario un poco más allá, con una pancarta en la que se leía MATMOK, Mothers Against The Music Of Kiss (madres contra la música de Kiss), una mujer de pelo rizado con un megáfono hablaba con mucha energía.

-Esa es una mujer que abusa de sus privilegios- dijo Trip, Lex rodó los ojos y dirigió su vista hasta el lugar donde habíamos dejado el auto, donde ahora se encontraba una Chevy roja.

-Joder- dijo -, joder, el auto no está.

-¿No lo ves?- le dijo Jam casi gritando -¡Se lo robaron, tío!

-Christine se lo llevó- dije -. Dormida, mis cojones ¡Se fue con el auto!

-¡Maldita sea, Lydia!- Saltó Lex -Esto es tu culpa, joder, mira que subir a la bruja y traerla hasta acá.

Iba a hacerle callar, pero Jam se me adelantó.

-¡No la trates así, Lex! Lydia sólo quería ayudar- dijo el rubio.

Lex inhaló y exhaló dos veces antes de volver a hablar -Debemos hablarle a la policía- dijo ya calmado.

-¡A la mierda la policía!- dije -Esto es Detroit ¿Crees que la policía se va a preocupar por un auto sueco?

Lex se encogió de hombros -¿Sabes? Tienes razón, a la mierda. Mi mamá tiene seguro, estaré castigado por el resto del año, pero a la mierda.

Asentí satisfecho de que mi intento de calmarlo hubiera funcionado, pero entonces saltó otra vez.

-¡Maldita sea!- gritó tirándose el cabello -¡MALDITA SEA!

-¡Lex, cálmate!- le dije y así lo hizo -Escuchen: Estamos en Detroit, falta 1 hora y 45 minutos para el concierto de Kiss y ¡Maldita sea! No se cómo mierda, pero vamos a entrar a ese concierto.

-Chicos, ya sé como conseguir las malditas entradas- dijo Trip riéndose -; golpeamos a unos niños o algo así y le robamos sus entradas a Kiss.

Fui el primero en hablar, gritando y con el cortante sarcasmo brotando en cada palabra.

-¡PERO QUE IDEA MÁS BRILLANTE, TRIP! ¡¿POR QUÉ NO LE DAN A EINSTEIN- señalé a Trip -EL MALDITO PREMIO NOBEL?!

Luego me calmé y continúe -Intentaré hablar con un revendedor, si tienen alguna idea mejor, llévenla a cabo en la siguiente hora, nos juntaremos entonces en aquella esquina.

Señalé el lugar en cuestión y todos asintieron, cada uno se fue por su lado una vez cerrado el trato.

Detroit Rock CityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora