𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 XXIV
~☤~
No pude decir una palabra. Justo antes de poder responderle, el director apareció y se los llevó a ambos a detención. Al parecer, alguien había comunicado acerca de una pelea en el pasillo. Las palabras de Dylan se repetían una y otra vez en mi cabeza, y no podía pensar en nada más que en eso.
Todos habían quedado mirándome boquiabiertos, después de escuchar lo que Dylan me había dicho. Las chicas parecían querer asesinarme, los chicos no podían creer que él estuviera enamorado de una menor, mucho menos de la hermana de Mike.
James estaba allí, mirándome incapaz de decir una palabra, con unos ojos tristes y dolidos. También estaba Jonah, a quién no había visto en algunas semanas. No quería hablar con él. En realidad, no quería hablar con ninguno de los dos. Quería irme, sin tener que hablar con Dylan acerca de lo que sucedió, ni con Mike, ni con nadie.
Cuando ya me encontraba en la puerta de Dalton, mi mejor amiga apareció con un rostro que transmitía preocupación. Había visto todo el acontecimiento del pasillo, así que ambas nos largamos. Sheila sería la única capaz de contenerme después de eso.
—Vamos a mi casa —dijo, intentando esbozar una sonrisa.
Asentí. Era lo único que necesitaba, escapar de todo por lo menos por unas horas en las que estaba con mi mejor amiga.
—Podemos prepararnos para el baile allí —dijo ella, mientras emprendíamos rumbo hacia su casa.
Demonios, el baile. Lo había olvidado por completo. No sabía cómo iba a vestirme, ni con quién iría... Ni siquiera tenía ganas de hacerlo. Seguramente Dylan estaría allí, seduciendo a tres mujeres al mismo tiempo como siempre lo hace después de decirme que está enamorado de mí. O quizás sería diferente. No lo sé, sinceramente, ya no sé qué esperar de él. Hace una semana me dijo que era sólo un juego para él, y ahora toda la escuela sabía que estaba locamente enamorado de mí por las palabras que me había dicho enfrente de ellos, incluido Mike, que no sabía como diablos reaccionar, o al menos eso decía su rostro.
—Estás muy callada... —dijo Sheila, quitándome de mis pensamientos.
Cuando quise darme cuenta, ya estábamos a unos metros de su casa.
—Estaba pensando... —respondí, dejando que la última palabra se esfumara en el aire.
—¿En Dylan? —preguntó ella, mirándome atenta mientras abría la puerta.
Afirmé con la cabeza sin quitar la vista del picaporte. Me avergonzaba el hecho de pensar en Dylan, me sentía una idiota.
—Aún no puedo creer lo que hizo... —comentó mi amiga, dejando su bolso sobre uno de los sofás. Yo hice lo mismo con el mío.
—Ni me lo recuerdes. —Respondí, intentando terminar aquel tema. Sin embargo, Sheila parecía no tener nada mejor qué hablar.
—Amiga —dijo, ya sentada en el sofá y palmando el almohadón, indicándome que me colocara a su lado para charlar. Yo lo hice—, ¿tienes una idea de lo que significa lo que Dylan hizo?
Negué con la cabeza, y tomé mi celular para ignorarla. Ella me lo arrebató y le hice mala cara.
—¡Ningún chico hace eso por una chica! —dijo ella, emocionada y con una sonrisa en su rostro—. ¡Mucho menos por la hermana de su mejor amigo!
Entrelacé los dedos con mis cabellos, mientras miraba hacia arriba e intentaba mantener la calma con largos suspiros. Sheila me estaba volviendo loca.
—Es justo lo que dices —respondí, mirándola con cara de pocos amigos—, él era el mejor amigo de mi hermano. ¿Y sabes por qué ya no lo son? ¡Porque es un imbécil que sólo me lastima!
Sheila se quedó callada, sin palabras qué decir. Sabía muy bien que estaba en lo correcto, que Dylan me había hecho daño, y que si pensaba que por lo que había dicho hacía un rato lo perdonaría, estaba equivocada.
—Tienes razón —dijo ella, asintiendo varias veces—, Dylan quizás no sabe cómo demostrar lo que siente hacia ti, y déjame decirte que no es muy inteligente. Pero Claire —me tomó de las manos, y mirándome fijamente, dijo—: nadie sería capaz de decir las cosas que él dijo, mucho menos frente a las chicas con las que alguna vez durmió. Dylan no sabe cómo demostrarte lo que siente, quizás hasta él esté asustado por sentirlo, pero luego de lo que sucedió hoy, me di cuenta de que lo que siente por ti es mucho más fuerte que su orgullo. —Suspiró, y quedó mirando a la nada por unos segundos, después volvió la vista hacia mí—. Soy tu mejor amiga, yo sólo quiero lo mejor para ti, y para mí, aunque Dylan sea un idiota, te quiere. Tú eliges qué hacer a partir de ahora. Lo que sea que prefieras, sabes que te apoyaré.
Le sonreí y abracé. Necesitaba que alguien me dijera esas palabras, necesitaba los consejos de Sheila más que nadie. Ella tenía razón, tal vez Dylan en serio me quería, pero sinceramente, después de lo que dijo frente a todos, me avergonzaba verlo. No porque quedó en ridículo, sino por cómo no le importó gritar sus sentimientos delante de toda la escuela, sólo por mí... Eso implicaba que todos estuvieran hablando de lo nuestro, de cómo Dylan McCuller estaba loco por Claire Schonfeld, la hermana de Mike, su mejor amigo. Y ahora que lo que sentía había salido a la luz, yo podía decirle que lo quería también. Que a pesar de lo que sucedió, siento lo mismo por él. Pero había algo que no me gustaba, y era el hecho de aceptar de una vez, que estaba perdidamente enamorada de Dylan. Eso significaba caer a sus pies, como todas, y admito que estaba completamente nerviosa por eso. ¿Y si le digo finalmente que lo quiero, y no funciona? ¿Y si lo que él siente es algo de unas pocas semanas, y luego se harta de mí? Sabía que si intentaba ignorarlo, él haría lo imposible por buscarme, porque después de todo, ya todos sabían que estaba enamorado de mí, y no tenía nada qué perder, ni siquiera orgullo. Y eso, era lo que me intranquilizaba. Dylan querría que le dijera que yo también lo estoy de él, y no pararía hasta que lo hiciera. Y yo sabía que no soportaría tanto tiempo sin decirle que lo quiero, que me había conquistado, mucho menos sabiendo que estaría más cerca de mí que de costumbre.
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Estúpidamente Perfecto © [TERMINADA]
Teen Fiction¿Que el idiota, mujeriego y engreído mejor amigo de tu hermano mayor intente seducirte para dormir contigo? Paso.