VIII

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 VIII

~☤~

Debí haber parecido una idiota

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Debí haber parecido una idiota. Dios, ¿cómo pude caer en su juego? ¿Cómo pude dejar que él... me besara? ¿Qué se suponía que pasara después? ¿Dormiría con él? ¿Dormiría con el chico más mujeriego de la escuela, que sólo me quería para eso?
En un momento, llegué a creerle. Creí en sus estúpidas palabras de "me estás volviendo loco", y sólo dejé que me besara. ¿Qué demonios me había sucedido? Era Dylan McCuller, ¡no lo soportas, Claire!
Él me estaba diciendo que le interesaba, y luego llegó Sarah. ¿Cómo pude ser tan estúpida? Era obvio que sus palabras no eran verdad, que sólo quería acostarse con la hermana de su mejor amigo, que por cierto, era difícil. O al menos eso creía. ¿Qué quería? ¿Estar conmigo y a la vez con Sarah? ¿O quizás se olvidó de que ella venía, y cuando vio oportunidad conmigo la aprovechó?
Tenía una insoportable jaqueca, que aumentaba más y más en el camino a casa. Por suerte había dejado de llover, pero mis lágrimas caían sin parar. No porque Dylan me había usado, sino porque yo fui quién que se dejó usar.
Lo odio, lo odio por eso.
Necesitaba contárselo a Sheila, ella sabría qué decir y hacer para que me sintiera mejor. Tres calles antes de mi casa, un auto se estacionó enfrente mío. Noté que aún seguía con la camiseta de Dylan, y no traía nada más que eso. Me sentí avergonzada, y tenía mucho miedo de lo que llegaran a pensar.
—Tranquila —dijo un chico desde adentro del auto, mientras bajaba la ventanilla—, te vi así y no pude no preocuparme. ¿Estás bien, Claire?
James me hablaba desde el asiento del conductor. Asentí, con mi labio inferior entre los dientes.
—Sube, te llevaré hasta tu casa —dijo, y me hizo señas para que rodeara el auto y subiera al asiento del acompañante.
—Gracias James —dije, ya sentándome, y rogando no lanzar ni una lágrima.
—¿Qué hacías a estas horas sola en la calle? —me miró de pies a cabeza, y parecía sorprendido—, ¿No tienes frío?
No hizo ningún comentario acerca de lo que vestía. Si hubiera sido mi hermano, estaría segura de que me diría "pareces una zorra vestida así". James me dio su chaqueta, y buscó una manta que tenía en el asiento trasero para colocarla sobre mi espalda.
—Gracias —murmuré lo suficientemente alto para que él escuchara.
Me sonrió, y movió su cabeza hacia abajo como diciendo "no hay de qué".
—¿Quieres hablar sobre cómo llegaste hasta aquí? —preguntó, encendiendo el auto.
Cerré los ojos con fuerza, y miré hacia otro lado. No quería contarle que estuve en la casa de Dylan, ni mucho menos que me había besado con él. Así que negué con la cabeza, y él ya no hizo preguntas. No fue insistente, y eso fue algo que admiré.
—Descuida —dijo, acelerando—, si quieres hablar, aquí estoy.
Le regalé una sonrisa, y volví a mirar hacia la ventana. Unos minutos después, recibí un mensaje. Era de Mike, que me preguntaba en dónde estaba porque ya era tarde. Le respondí que me encontraba bien, y que estaba yendo a casa.
—¿Sabe que estás conmigo? —preguntó James, mirando de reojo a mi celular.
—No se lo he dicho —respondí, y bloqueé mi teléfono.
—Me matará si lo sabe —dijo, riéndose—, Connor, Dylan y yo tenemos prohibido acercarnos a ti, ¿sabes?
Lo sabía. Me encogí de hombros, y le respondí:
—Sí. Es decir, él siempre me dice que no me involucre con ninguno de ustedes —suspiré.
—Pero él no maneja nuestros sentimientos —dijo, clavándome una mirada seria, y luego volvió a mirar a la carretera—. Eres hermosa Claire —siguió—, y cualquiera podría enamorarse de ti.
Me costó unos segundos entender que no se refería a Dylan, sino a él. Me lanzó una sonrisa de lado, y desvió la vista hacia mí, pero rápidamente volvió a mirar hacia la calle.
Me había besado con el chico más idiota de la escuela, sin saber que este lindo chico tal vez era quién en serio me quería. James me caía muy bien, pero jamás creí que él me vería como algo más que la hermana de su mejor amigo.
—Llegamos —dijo, quitándome de mis pensamientos, y me di cuenta de que estuve todo este tiempo mirando por la ventana.
Él se bajó del auto, y abrió mi puerta ayudándome a hacerlo también. Murmuré un "gracias", y nos dirigimos hacia la puerta de mi casa.
—No sé qué te haya ocurrido —dijo, con una sonrisa forzada en su rostro—, pero me gustó estar ahí para ti.
Me dio un abrazo para despedirme, y luego besó mi frente. Alzó mi cabeza con sus manos, y mi vista se clavó en sus ojos color miel que brillaban. La suya fue directamente a mis labios.
—Gracias por traerme —dije, antes de que me besara.
No era que no quisiera hacerlo, porque en realidad, sí quería. Era sólo que no besaría a dos amigos de mi hermano en un día, ademas, quería reflexionar sobre Dylan, que desde hoy, ignoraré completamente.
James se despidió de mí, y lo saludé con mi mano a lo lejos cuando entró a su auto.
Al abrir la puerta de mi casa, me encontré con un Mike serio y con los brazos cruzados.
—¿Dónde estabas y con quién? —preguntó, con un tono alto.
—Eso no te incumbe —le respondí, y lo hice a un lado para poder subir a mi cuarto.
Él me tomó del brazo impidiéndome avanzar.
—Claire —dijo, lanzando un suspiro, intentando controlarse—, vas a decirme con quién estabas, dónde y... —se quedó callado, y me observó de pies a cabeza—, ¡¿y qué demonios haces vestida así?! ¡¿Dónde está la ropa con la que saliste de casa?!
Mike estaba comenzando a asustarme. Me solté de su brazo.
—Cálmate Mike, por favor —dije, y se tranquilizó un poco—. Te contaré todo, pero prométeme que no me dirás nada.
Cerró sus ojos con fuerza, y apretó sus puños. Asintió, aún con los ojos cerrados, y me señaló la mesa. "Ven", susurró, sentándose en una de las sillas. Tragué saliva, y me senté enfrente suyo.
—De acuerdo —dijo, colocando sus codos en la mesa, y mirándome con atención—, dime.
Me aclaré la garganta, y comencé:
—Fuimos a Starbucks con Jonah, y cuando terminamos, él se ofreció a llevarme, cosa que le negué. Después...
—Espera —dijo Mike, con las manos alzadas como diciendo "stop"—, ¿le dijiste que no querías que te llevara? ¡Ya estaba oscuro, Claire, era peligroso que estuvieras sola! ¿En qué estabas pensando?
—¡Déjame terminar! —le grité, y él se calló—. Bueno —dije, suspirando—, quería aclarar mi mente, y caminar es una buena forma —Mike alzó las cejas—. Luego comenzó a llover, y fue cuando...
Miré a Mike, que se encontraba con los ojos clavados en mí. Volví a tragar saliva, nerviosa por lo que contestara cuando le dijera que Dylan me llevó hasta su casa.
—¿Cuando...? —dijo, haciendo señas con la mano para que prosiguiera.
—Cuando me encontré con James —mentí.
—¿Con James? —preguntó, confundido.
—Sí —asentí—. Me trajo hasta aquí.
Él sacudió la cabeza, intentando entender.
—Entonces, James te trajo hasta aquí —se dijo—, ¿y qué pasó con tu ropa? ¿Por qué traes sólo una camiseta y una chaqueta? —analizó la camiseta con la mirada, y al parecer le resultó familiar. "Maldición", pensé—. Esa camiseta es de Dylan —dijo, serio y con una mirada penetrante hacia mí—, ¿estuviste con él también?
—No, no —no sabía mentir, y Mike me conocía demasiado bien.
—¡No me mientas, Claire! —gritó, levantándose de la silla y colocando sus manos sobre la mesa.
Sentí una lágrima caer de mis ojos.
—Perdóname —susurró, al verme así, y volvió a sentarse—. Es que necesito saber, Claire —dijo, prácticamente rogándome—. Sé que me dijiste que no me metiera en tu vida, pero si dormiste con Dylan... —suspiró—, déjame decirte que él no es buena influencia, y no mereces a alguien así.
—No dormí con él, Mike —dije, cortante—. Jamás lo haría. Sólo me dio ropa para que me cambiara la mía, porque estaba mojada por la lluvia. Es un idiota, en la vida dejaría que me usara como su objeto —supe que en realidad, era una lección que me daba a mí misma—. No soy de las chicas que caen rendidas a sus pies. Lo odio, Mike. Lo odio por cada cosa que ha hecho.
Estuvimos hablando un rato más, aclarando las cosas, y finalmente me dio un abrazo de buenas noches. Por fin mi hermano me entendía, pero no sería capaz de decirle que Dylan me había besado. Y peor aún, que yo respondí a ese beso. Estaba dispuesta a ignorarlo completamente en la escuela y fuera de ella, para que ese sentimiento que apareció al besarlo, desapareciera totalmente.
No sabía qué era, pero no me gustaba para nada.
No dejaré que me conquistes, Dylan McCuller.


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Holaa! Regresé con un nuevo capítulo de "Estúpidamente Perfecto", si les gusta votenn! Me ayudarían muchísimo comentando su opinión acerca de la historia, también!
qotd: Dylan o James?

Estúpidamente Perfecto © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora