Un joven azabache salía del club nocturno donde trabajaba toda la madrugada. Su empleo era de poco tiempo, y su paga apenas si le alcanzaba.
Se sentía con mucho dolor por todo el cuerpo. Después de ser ultrajado, su poca dignidad se perdió. Si es que la tenía en primer lugar.Sus piernas pedían a gritos un descanso, sentir el malestar y el dolor profundo en sus partes privadas le impedían continuar.
Pero aún no era el momento para rendirse, debía continuar por ella.
---"Mi pequeña debe estar esperandome en casa"
---pensó Levi mientras evitaba caerse por el malestar en sus piernas.Los barrios bajos no son el mejor lugar para pasar las vacaciones.
Era un alberge para todo tipo de delincuentes, prostitutas, violadores y demás gente de poca monta.Levi conocía cada rincón de los barrios, después de todo fué otro niño más del montón. Un huérfano.
Recuerda cuando su madre se marchó para nunca más regresar.
Pasar el resto de su vida con su tío y trabajar como puta barata por capricho suyo era lo único a lo que se dedicaba.Luego de dar la caminata más dolorosa de su vida, llegó al tan mencionado lugar. Su choza de maderas viejas y techo de goteras.
La puerta óxidada se abrió lentamente, revelando que el lugar era un tiradero de cosas. Solo disponía de dos habitaciones, una cocina con platos sin refregar y un "living" si se le puede llamar.
---¡Cariño, soy mamá! ¡ya llegué!
---gritó en alto el azabache. Sujetandose del marco de la puerta para evitar caerse.De pronto una pequeña niña salió de entre unas cajas de cartón. Levi se alegró al verla, notar su pequeña fígura le llenaba de tranquilidad. Pero ni le duró mucho.
La pequeña se acercó hasta él, descalza, con aquellos ojos grises y cabello despeinado igual al suyo, azabache oscuro.
En pocas palabras, su pequeña era una copia suya.---mami, te extrañé mucho. Pensé que no volverías ---sus delgadas manitas se aferraron a su cuerpo. Levi se agachó hasta quedar a la altura de la niña.
---sabes que nunca sería capaz de abandonarte, porque eres mi única razón para vivir. ---abrazó a la pequeña tratando de ocultar sus lágrimas.
---mami, tengo hambre...---el azabache cambió de expresión al escuchar la palabra "hambre" salir de la boca de su pequeña.
Levi odiaba esa palabra. De no ser por su maldita y jodida suerte le hubiera traído la cena. Bajó la mirada tratando de inventar una excusa, pero no quería mentirle a su pequeña.---te prepararé sopa, aún queda un poco. Te la tomarás y te irás a dormir, dulzura. ---intentó formar una sonrisa, pero los ojos disgustos de su pequeña se lo impidieron.
---¿no hay otra cosa?, siempre tomamos sopa.
---no cariño, por ahora solo comerás eso. Mañana ire con tu tía Mikasa para ver si nos da algo de dinero para que pueda ir al mercado, ¿si? ---trató de animar a la niña al nombrar a su tía. Obtuvo una sonrisa de felicidad de su parte.
El azabache observaba detenidamente como su pequeña estrellita dormía placidamente. Al menos ella pudó comer algo, no al contrario de Levi. Llevaba días sin probar alimentos sólidos, lo único que su boca provaba eran los miembros rectos de sus clientes no satisfechos.
---Maldita mi suerte, desería darte lo mejor para que puedas vivir, Alessa ---dijo Levi para sí mismo, agradeciendo de que su hija estuviera dormida en ese colchón comido por ratas, para no escuchar sus reclamos.
Se acurrucó al lado de la niña y trató de conciliar el sueño. De verdad que lo necesitaba.
Ser un prostituto mal pagado no era fácil.
Trajaba muchas horas para ganarse uno que otro billete. Sin contar que ciertos clientes se iban sin pagar.
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Nuestra Familia [ERERI]
FanfictionLevi trabaja en un burdel día y noche. Vendiendo su cuerpo a todos los degenerados. Sufriendo los maltratos y abusos de su tío Kenny y su prima Mikasa. Producto de una violación, da a luz a una pequeña y dulce bebita. Lamentablemente, no puede pro...