Pov Narrador.
La noche fue un verdadero infierno.
El débil cuerpo del azabache se encontraba tumbado en la cama de tinta bordo.
Su visión era borrosa, apenas si distinguía entre tantas luces.
La mañana era anunciada por el sol.
Los primeros rayos entraron por la ventana.
Su cuerpo era el único en la habitación.
No tenía nada por seguir, luego de que sus clientes fueran tan bruscos con él, se dió cuenta de que su vida no era más que un desperdicio.
No valía nada.Levantó su mirada notando cada rajadura de piel, algunos cortes aún tenían sangre, los moretones eran más grandes y se lucían a la luz de la mañana.
Nuevamente recostó su cabeza en la almohada, una a una las lágrimas mojaban la tela de la cama.
El azabache se sentía como un perro abandonado por su dueño.---él jamás regreso, me dejó...---se dijo así mismo. En toda su vida, las personas en las que más confiaba le traicionaban.
5 días después.
El cliente más esperado no se atrevió a aparecer por el club.
Cada vez que Levi regresaba a casa su pequeña hija preguntaba por él.
Las mentiras eran más que obvias.
Alessa notaba a su madre con un aura de tristeza. De vez en cuando le escuchaba sollozar mientras estaba en la cocina lavando los trastes.Sus días de semana eran iguales a los anteriores. Golpes, abusos, maltratos. Todo aquello le estaba matando de a poco. Su cuerpo era cada vez más delgado, tanto él como su hija padecían hambre.
"Monóxido de carbono"
Su mente recreaba escenas de muerte.
Él y su hija serían libres de ese infierno. No más abusos, no más golpes.
Su desición estaba tomada.
Debía hacer lo correcto.---mami...ya voy a dormir ---dijo Alessa mientas frotaba sus ojos en señal de cansancio.
---e-esta bien pequeña, ya iré en un momento ---respondió el azabache ocultando sus lágrimas de amargura.
---no llores mami...tu sabes que yo te quiero mucho ---los delgados bracitos de su hija le transmitieron un sentimiento de cariño y amor.
~Mas tarde~
Alessa se quedó dormida.
El azabache aún se encontraba en la cocina. Sus ojos grises se tornaron de un rojizo, se cansó de llorar y lamentarse. El horno ya estaba encendido.
El gas inundó por completo la casa.
Pronto ese olor nauseabundo comenzaba a dar éfecto.Levi se recostó junto a su pequeña.
Se sentía muy débil. Cansado, agotado.
Pronto él y su hija serían libres de la violencia, de los insultos, de los maltratos.
Sus brazos cubrieron a la pequeña, en señal de protección.Su última sonrisa de dolor fué plasmada en sus labios agrietados.
Durmió junto a su único tesoro.Un fuerte estruendo se escuchó fuera de la casa. El castaño estaba allí.
Desesperado por entrar y ver al azabache le llevó a romper la óxidada puerta.
El olor a gas invadió su nariz.
Lo primero que estalló en su interior.---*tos* ¡Levi, Levi! *tos* ---el olor nauseabundo se hizó más fuerte cada vez que se adentraba a la casa--- ¡Levi!
En cuanto le encontró ya parecía un cadáver, junto a su pequeña.
El hospital puede ser un lugar aterrador. Miles de vidas se van sin despedirse, dejando un hueco en la vida de sus parientes.
Para el castaño las horas eran infinitas. Solo esperaba a que el doctor viniera con malas noticias.
Por suerte, su madre estaría en casa de unos amigos. Su padre y hermano no regresarían a casa hasta la madrugada.
Solo estaba él.
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Nuestra Familia [ERERI]
FanfictionLevi trabaja en un burdel día y noche. Vendiendo su cuerpo a todos los degenerados. Sufriendo los maltratos y abusos de su tío Kenny y su prima Mikasa. Producto de una violación, da a luz a una pequeña y dulce bebita. Lamentablemente, no puede pro...