Huida

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El baño se habia convertido en mi refugio, ahi solo una ducha fria acompañada de un baño relajante con aguas templadas me eran cada vez mas agradables, me recoste sobre aquella tina, no oi ruido alguno o voces detras de la puerta por lo que me hice a la idea de que ambas se habian marchado, me tome el tiempo mientras me hechaba una siesta en la tina.

En si me hice a la idea de que nadie me molestaria agache mi cabeza hcia atras y expulse aire relajando mi cuerpo y cerrando los ojos. La sensacion era agradable y un ligero peso sobre mi cuerpo me tenia prisionera, algo estaba encina de mi, eso fue lo que asumi antes de abrir mis ojos, ingrata fue mi sorpresa cuando vi a Miku recostada encima mio con el rostro apoyado sobre mis senos. Intente moverme y alejarme, pero me era inutil, ella se habia aferrado a mi cuerpo como una garrapata y lo peor ambas estabamos completamente desnudas, rapidamente la sangre subio sobre mi cabeza y con el la impresion resaltaba por entre mis mejillas.

Intente retirarla pero lo unico que obtube fueron esfuerzos vanos, rapidamente sus ojos se abrieron y al verme una sonrisa se formo en su rostro, y como era de esperarse mi entrepierna comenzaba a hormiguear mientras este se frotaba entre las piernas de mi exesposa.

_veo que estas muy exitada, que tal si apaciguamos a tu amiguito_ me respondio con una voz lasciva y completamente lujuriosa.

Se mordia el labio izquierdo y esperaba alguna respuesta alguna, por mi parte no habia palabras, sin respuesta por mi parte y apartando mi vista de la suya, ella se sintio libre de hacer conmigo lo que se le apeteciera, se irguio lentamente y notando mi ereccion fijo su vista en mi miembro.

_increible, es mas grande de la que recuerdo, se nota que eres toda una semental_ continuo alagandome de manera indecente.

Antes que pudiera poner sus manos sobre ella las cortinas del baño se abrieron y junto a el la imagen de mi esposa con un rostro nada grato.

_te pierdo de vista un momento y te veo revolcandote en el baño con mi esposa_ indica furiosa sujetando fuertemente la toalla en su cuerpo.

Note su disgusto pero el regaño no iva dirigido a mí, si no a Miku.

_cual es el problema, quien va por semilla pierda su silla_ respondio a manera de contradecir sus palabras _y cual es el problema, te recuerdo que ella y yó estabamos casadas antes de que tu entraras a nuestras vidas_ contrataco con sus palabras.

_pero que descarada te has vuelto, si mas recuerdo eras una niña cuando me case con Luka, y si mas recuerdo aun, tú mojabas la cama_ se defendio soltando un antiguo secreto vergonzoso de Miku.

Se sintio avergonzada pude notar su sonrojo. Mientras ambas continuaron en medio de esa discucion sali sigilosamente. Cerre la puerta y con el la discucion bajo su volumen.

_¿que voy a hacer?_ me pregunte.

Estaba desnuda y algo confundida, de pronto una idea ilumino mi camino, rapidamente tome algunas cosas despues de vestirme y fui a por mis hijas que de seguro estarian en la sala mirando la television, no tuve tiempo de explicar mi extraña y repentina descicion, simplemente dije que saldriamos de casa una rrato tome a mi pequeña hija de la mano seguidas por mi hija mayor.

_¿a donde vamos papi?_ pregunto mi pequeña hija.

_iremos a casa de tia Meiko, mientras mamá y Miku arreflan sus problemas_ respondi.

Mi hija mayor no cuestiono mi idea y sin contradecirme simplemente me siguio, levante la mano en señal para que el vehiculo se parara y entramos.

_¿a donde señora?_ pregunto el chofer.

Ella Antes De MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora