Peter es un Niño de Verdad [Trans!Peter]

Veinticuatro

  Peter esperaba que la confesión de su identidad como Spider-Man, hiciera todo más fácil: podría justificar su cansancio, las heridas y los cambios apresurados de su cuerpo, pero solo había hecho su vida en la casa mucho más agotadora.

  Sus padres estaban tan emocionados con su futuro como "superheroína" que ya estaban pensando en hacer una conferencia de prensa en donde lo presentarían, aclarando que su nombre era: "Spider-Girl" y que estaba allí para cuidar de los ciudadanos de Nueva York.

  —No se si eso me emociona tanto— les confesó un día—. Me gusta pasar indiscreta, tener mis vidas separadas... Además, en el colegio van a descubrir quien soy y...

  —Tal vez sea hora de que se enteren— dijo su pop, y a Peter se le frenó el corazón.

  Sumado a la insistencia de Steve, estaba Tony, que se pasaba día y noche haciendo un traje de "Spider-Girl" de látex, que le marcaría todo el cuerpo.

  —Lo creas o no, es muy cómodo— aseguró Tony, cuando vio que su hijo no estaba muy emocionado—. Es para tener mayor flexibilidad y que todo quede en su lugar durante las piruetas... Incluso te voy a incluir un calefactor.

  Tener un traje que no fuera su campera de algodón y sus viejos y confiables pantalones deportivos, lo ponía incómodo. Entendía que el traje de su papá sería superior por mucho, pero no estaba muy feliz con que le marcara todo el cuerpo, por más que tuviera calefacción.

  Y es que su cuerpo estaba cambiando de una forma repentina y muy rápida; su cintura se hizo más delgada, sus rasgos faciales más finos y sus pechos más grandes; sumado a que su período se regularizó y su flexibilidad era mayor día a día.

  La única explicación que encontraba Tony a ésto era que el veneno de la araña, además de darle poderes, había atacado al estrógeno, la hormona femenina, afinando los rasgos de su sexo.

  A Peter ésto le incomodaba y no era el único que notaba los cambios de su cuerpo, ya que en el aula, sus compañeros gustaban de hacerlo notar cada vez que podían.

  Durante un día normal, el frío era tan mortífero que los sweaters y camperas que usaba, disimulaban su cuerpo muy bien; pero la hora de educación física era dura. No lo dejaban cambiarse en el vestuario de hombres y se sentía incómodo en el de mujeres, así que iba al baño de profesores; pero lo verdaderamente difícil, era que su nuevo cuerpo ya no era tan discreto como antes, sacando los comentarios de los amigos de Flash.

  Sus amigos intentaban distraerlo, ya que lo veían triste, mientras que Gwen, MJ, Wanda y Cindy, parecían un escuadrón destinado a protegerlo y callar las burlas cuando las escuchaban.

  A todo esto, el profesor de Educación Física, Andre Wilson, se dignaba a hacer oídos sordos y a no preguntar nada del evidente conflicto.

  Peter supo que ya no podía vivir así, su propio cuerpo se sentía ajeno y ya no soportaba llevarlo. Quería un cambio, quería ser hombre y quería que el resto respetara eso. Fue así que decidió que debía contarle la verdad a sus padres durante las vacaciones de invierno. Tendrían 2 semanas relajadas es Wakanda, para hablar, conversar e intentar saber que hacer con el colegio y con los medios.

  —Pero tenés que hacerlo— le dijo Harry el último día de clases, con miedo a que su amigo se acobardara.

  —Si es necesario, vamos a tu casa a darte apoyo moral, pero ellos tienen que saber— lo alentó Pietro.

  —Prefiero estar solo con ellos dos, pero cualquier cosa los llamo— les dijo y les dedicó una sonrisa pequeña y algo triste, pero fue la más feliz que había hecho en mucho tiempo.