Solo dos [Reeditando]

5-No quiero perderlos.

-Traigo helado de chocolate, sirope, dos trozos de tarta de cuatro quesos, bizcocho y mucha comprensión mezclada con mi paciencia, así que como no eligas una película ya, todo esto me lo comeré yo.- Isabel me miraba con cara compresiva y con una gran sonrisa. Estaba en el fondo aterrada, la conocía.

-¿La comprensión y la paciencia se pueden comer? - Le sonreí tristemente y ella me gritó haciéndome cosquillas.

-¡Serena! - Mi risa salió estrepidosamente de mi boca. Era una risa tan cargada de dolor que pude eliminar gran malestar de mí.

-Vale, ¿te parece Código Fuente y luego Tron Legacy? - Eran sus películas favoritas, realmente lo que eran favoritos eran sus protagonistas.

Me obligó a poner las películas rápidamente para poder sentarnos a comer y hablar. Me senté y ella vino con todas las bolsas de comida. Un olor a quemado me alertó de que ella se había olvidado de las palomitas.

-¡¿Estás enamorada de Igna?!

-No, tan solo no soporto verla con otra.

-¿Celos?

-Tengo miedo a que me sustituya.

-Tu hermana lo debe pasar peor.

-Estar enamorada de otra persona y que no seas correspondida debe ser lo peor.

-¿Eso se lo dijiste a Igna no?

-Le dije que si eras correspondido, eso era lindo. Fui tan tonta.

-Tú solo quieres estar en donde siempre.

-Quiero ser su única mejor amiga.

-Y lo eres.

-Pero Bea, ahora estará más con Igna.

-También tú.

-¿Yo?

-Para ayudarle a salir con ella.

-¿Crees que así se mejora mi estado?

-Pero pasarás rato con él.

-¿Y?

-En ese rato, puedes ser muy coqueta, y el empezar a verte de otra forma.

-Pero romperé la otra pareja.

-Tal vez unas a tu hermana con su mejor amiga, ¿no?

-Sí, pero me sentiré egoísta.

-Serás, amiga mía, serás.

-No me sentiré bien.

-Piensa que Bea, solo sale con él porque es superior.

-No, ella no es cómo los demás.

-Pues Igna se equivoca. ¿Qué tal con Lucas?

-Pero es que Lucas es tan, conmigo.

-¿Quién te gusta más?

-No sé.

Seguimos viendo la peli mientras comíamos todo.

Cuando terminaron las pelis, me alegré de que Isa viniera de casa de otra amiga a la mía. Le di las gracias y cerré la puerta.

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Ding dong, ding dong, ding...

-¡Estaba durmiendo cacho perro!

Abrí de golpe la puerta de mi casa y vi a Lucas, el me sonrió coqueto.