Corazón de Melón en la Universidad. Ruta Priya.

Episodio 19: Retrospectiva

S: (Me he estirado buscando su presencia entre las sábanas. He extendido la mano... Pero he debido de lanzar el brazo demasiado fuerte y muy rápido.)

P: ¡Ay!

S: ¡Perdón, te buscaba entre las sábanas!

P: ¡Me has encontrado!

S: ¡Lo siento muchísimo! (Le he dado un beso en la frente y otro en el ojo, donde le había golpeado.) ¿Crees que podrás superarlo o llamo a los bomberos?

P: ¡Me gusta más cuando tú eres la enfermera!

S: ¡Ja, ja, ja! Seguro que estás jugando a la enfermita para poder beneficiarte.

P: No... Es realmente muy, muy, muy doloroso. ¡Te lo aseguro!

S: ¡Tsss! (La he estrechado entre mis brazos acurrucándome contra ella.)

P: Eso se merece el hecho de haberme despertado temprano.

S: Son prácticamente las once, ¿eso es temprano para ti?

P: ¿En comparación al resto de la semana? ¡Sí! ¡Hemos hecho el esfuerzo!

S: Ja, ja, ja, visto así, es cierto. (Se ha incorporado y ha salido de la cama.) ¿¡Qué haces!?

P: ¡Bah, voy a ducharme y vestirme!

S: ¿Desde cuando hacemos eso? ¿Nos duchamos y nos vestimos ahora?

P: ¡Venga! ¡En pie!

S: (Me ha cacheteado el culo con el dorso de la mano.) Al hacer eso, haces que tenga más ganas de quedarme en la cama...

P: Hemos estado haciendo eso durante toda la semana, es hora de moverse un poco.

S: ¡O precisamente continuar haciendo eso hasta que no podamos más! (La he cogido por la muñeca para tirar de ella hacia mí y plantarle un beso en los labios.)

P: Mmm... Tienes buenos argumentos, lo reconozco.

S: ¡Frente a una abogada, no tengo elección!

P: "Hipotética, futura abogada", querrás decir.

S: No. Futura abogada, estoy segura.

P: De todas formas, lo sabremos pronto, es el último fin de semana antes de que se publiquen los resultados...

S: Sí... (No he añadido nada más, pero a decir verdad, ya hace algunos días que pienso en ello... Priya y yo no nos hemos atrevido a abordar el tema de nuestros proyectos futuros... Si la cogen en un despacho lejos de aquí... No sé... Tengo miedo de hablar y romper la magia de esta increíble semana que acabamos de pasar juntas...)

P: ¿Por qué pones esa cara?

S: Nada... ¡Por nada! Estaba inmersa en mis pensamientos.

P: Mmm... Sabes que empiezo a conocerte.

S: No, te lo aseguro, no era nada.

P: Bueno, vale... ¡Venga, es viernes! ¡Mañana te llevaré a bailar y de fiesta! Tenemos que disfrutar de este fin de semana a toda costa.

S: No sé si tengo muchas ganas, ya vi lo que pasó la última vez.

P: ¡Ey! ¡Tu padre y yo fuimos los reyes de la pista! Hablas desde la envidia.

S: Además, le has dado muy buena impresión, siempre me preguntan por ti cuando hablo con ellos por teléfono.

P: ¿Qué quieres...? Soy la chica perfecta, ¡eso es todo!

S: ¡Sí, y además muy modesta! (Ha saltado sobre la cama dando botes sobre el colchón.)

P: ¡Venga! ¡¡¡Le-van-ta-te-va-mos-a-co-mer-fue-ra!!!