número 22.

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Solte un bufido notorio. Poco a poco Bolivia se acercaba a mí, Mirandome fijamente a los ojos, Al igual que yo a él, Me acerque a paso lento. Quedamos realmente cerca, Nuestras miradas incitaban odio, Yo ya no pienso aguantar a este weón.

─ ¿Qué?, ¿Me vas a hacer algo? ─

Fue lo dicho por Bolivia, Para luego reír un poco. Mi paciencia se había acabado.

─ ¡Me teni' harto mierda! ─

Lo agarre del cuello de la polera que traía puesta, Levantandolo un poco más a mi altura. Gruñio un poco, Y rápidamente me da una patada en mi pierna derecha. Lo suelto retrocediendo un poco, Para nuevamente acercarme a él, Pero esta vez tirandome sobre él, Y sin pensarlo, darle un par de golpes con mi puño. Él reaccióno en un par de segundos, para forcejearme y empujarme. Ahora él estaba sobre mí, Y no lo pensó ni dos veces para comenzar a golpear con ambas manos. Enterre fuertemente mis uñas sobre sus piernas, Intentando que me soltara. Lleve mis manos a su cuello, Y lo apreté fuertemente, Mientras que él realizaba la misma acción. En eso, Por la puerta entra México y Perú, Quienes rápidamente nos separan. Tomé aire, Tociendo seguido de esto. Argentina sólo miraba con seriedad la situación.

─ ¿¡Wey qué pedo paso aquí!? ─

Yo no dije absolutamente nada, Al igual que Bolivia.

─ Oye Arge, Tú estabas aquí, ¡Di algo pe'! ─

─ Ya... Chile golpeó a Bolivia, Y así fue como se agarraron a muerte los pelotudos. ─

─ Eres un pendejo... Wey, Estabas aquí, ¿¡Por qué no los detuviste!? ─

─ No voy a perder mi tiempo con ustedes. ─

En eso Argentina simplemente se fue a su habitación. Bolivia se safo de un empujón de México, Y salió de casa, Cerrando de forma fuerte la puerta. Perú me soltó, Así que limpie la sangre que caía por mi boca.

─ Mi Chilito, ¿Estás bien? ─

México se acercó realmente preocupado a mí, Tomando mis mejillas.

─ Dios pe', Se hubieran matado si no llegábamos, Ya no te vamos a dejar solo acá. ─

─ Ya cabros, No importa, Si estoy bien, Fue mi culpa, Yo empecé con la pelea. ─

─ Te dijo algo wey, ¿Cierto? ─

Sólo desvíe la vista a un lado.

─ Creo que iré a descansar noma', Me dio algo de sueño, Luego los veo cabro'. ─

Les dedique un sonrisa, Para luego darme la media vuelta, Camino a las escaleras, Pero me detiene Perú.

─ ¿Estas seguro que estás bien Chile? ─

─ Claro que sí weón. ─

Nuevamente sonreí de forma más amplia, E irme. En cuanto entre a mi pieza, Y cerré con seguro, las lágrimas cayeron por mis mejillas.

Ya no soporto esto, Es agotador tener que fingir lo que siento.

Y entonces, ¿Por qué? (Chile Countryhumans.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora