número 23.

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Limpié un poco la sangre que provenía de mi boca,  Para luego poder intentar dormir. Fue cosa de unas horas, Hasta que por fin logré dormir.

Desperté algo tarde, Sentia mi cuerpo pesado, Y me sentía aún con mucho sueño. Hoy no pienso salir de aquí, Realmente estoy deseando desaparecer. Pensé muchas cosas, Como podía morirme, Las cagas' que me mande, y así. Sobresalte al sentir la puerta abrirse, Por lo que volteo a ver, México, Era México.

─ Hola weón, ¿necesitai' algo? ─

─ No mi Chilito, Sólo quería decirte que, La Onu te solicitó, Quiere hablar personalmente contigo. ─

─ Ya Ya, Gracia' por avisarme. ─

Me levante a medias, Pues me sentia algo débil, Mientras México me miraba algo confundido.

─ Mi Chilito... ¿Tas' bien? ─

Lo miré con una sonrisa, Para asentir. México abrió sus brazos, sentándose junto a mí, Y ni puta idea por qué.

─ Ven mi Chilito, Estoy seguro que no te sientes del todo bien carnal, Un abrazo puede hacer que tu día empiece bien. ─

Reí un poco, Por un momento creí que lo había dicho de broma pero siguió insistiendo.

─ Andale wey, Vengache pa' ca'. ─

Accedi a su abrazo, Para acercarme a él, y abrazarlo por su cintura. Cerré mis ojos lentamente, Miles de recuerdos venían a mi mente. No quería llorar estando él ahí, Pero fue inevitable. Solloze en silencio, aunque él ya se había dado cuenta.

─ Llora todo lo que quieras mi Chilito, Yo sé que no te sientes del todo bien, Quiero ayudarte. ─

En eso explote, Y mis lagrimas caían como un río de agua viva. México acariciaba mi cabeza a la vez que mi espalda.

─ Chile, Te quiero mucho y eres alguien muy especial para mí, No quiero que lo olvides nunca. ─

Lloré durante unos segundos más, Hasta lograr calmarme.

─ Ay, Que gay te poni' weón, También te quiero. ─

Me separé del abrazo, Y limpie mis mejillas, Las cuales estaban húmedas por las lágrimas.

─ ¿Te sientes mejor mi Chilito? ─

─ Sí weón, Gracia' de verdad, tqm. ─

Reí un poco, Seguido de esto solte un suspiro. Mire a México quien mantuvo el contacto visual. Ambos desviamos la vista, Pude sentir como mis mejillas poco a poco se tornaban a un color carmesí. En eso México me empuja, Y se pone sobre mí, Mirandome de forma picarona.

─ ¿Qué estai' haciendo gil? ─

─ Sólo es jotear wey, No te lo tomes muy enserio. ─

─ ¿Jotear? Ah ya... Esper- ─

México se sentó de forma algo fuerte sobre mi miembro, Provocando que me quejará. Me sonroje bastante, mi rostro ardía como fuego.

─ U-Ugh México, Te poni' terrible cachondo. ─

─ Ya wey, Perdón. ─

Dijo esto entre risas, Para luego levantarse.

─ Te dejo carnal, Para que te puedas arreglar. ─

Me giño el ojo, Mientras se dirigía a la puerta. Me levante rapidamente, Y con ambas manos lo agarre de sus caderas, Y así poder puntearlo.

─ A-Ay, ¡Pinche Chile wey! ─

─ Sólo estaba terminando el juego que tú empezaste. ─

─ Pues te diré que aún no termina wey, Hasta la próxima. ─

Se despidió con una mano, Y salió de allí.

─ Oh por todos los cielos. ─










Y entonces, ¿Por qué? (Chile Countryhumans.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora