La chica Doble-Vida 🐐💖

Capítulo 23:

- Yo no poseo un corazón que pueda sentir amor -.

Aún me encontraba abrazándolo. Pero, tras decir aquello, me incorporé, sujeté con fuerza el cuello de si camisa y lo obligué a verme.

- Deja de decir eso, estoy arreglando tu corazón. Pero es más difícil si te pones así -.

- ¿Cómo? - Cuestionó - Sueles decir esa frase con bastante frecuencia, sin embargo, soy incapaz de interpretarla correctamente -.

Suspiré.

- Está bien, te lo contaré - Acepté - Aunque no será gratis, debes dejar de meterte en mi cabeza -.

Se lo pensó durante unos segundos, yo sabía perfectamente que no podía resistirse a sus deseos curiosos y obsesivos. Era un trato simplemente perfecto a mi favor.

- Está bien -.

- Perfecto. ¿Recuerdas a mi padre? - Asintió - Él, hace mucho tiempo, cuando era solo un niño, se obsesionó contigo. Investigaba y te seguía como garrapata. Incluso llevaba consigo un seguimiento de tus palabras -.

Gowther me escuchaba atentamente, como si le leyera un libro de fantasía y debiera imaginarse lo que pasaba.

- Una vez me contó que hablabas de un ruido, tal y como haces ahora. Preguntó a la gente de tu alrededor si notaban algo extraño en ti. Y todos los que habían tenido la oportunidad de siquiera rozarte, dijeron: "Su piel es fría, pero su pecho cálido" -.

No estaba mintiendo del todo, pero tampoco le diría toda la verdad, porque podía exponerme.

- Tengo la teoría de que tu corazón no está en algún sitio que conoces o recuerdes. Pero, ese ruido es la prueba de que podrás tenerlo - Me acerqué - Desde que te conocí, poco a poco, tu pecho ha ido emanando cada vez más calor. Me gusta pensar que te estás enamorando de mí -.

Pude sentir un leve temblor en los falanges de sus manos. Las mantuve seguras dentro de las mías, que también temblaban.

- Pero no te asustes, Gowther, yo estoy aquí. Me encargaré de todo y, te prometo, que te sentirás bien dentro de poco -.

Seguía pensativo, sin siquiera verme a la cara.

- Yo... yo he borrado mis recuerdos una vez por ese ruido - Admitió - Pero... tu dices que lo deje en tus manos, que no durará mucho, que arreglarás mi corazón. Y no lo he vuelto a hacer -.

- Y no debes hacerlo. Cuando tengas tu corazón y te enamores completamente de mí, querrás tener bonitos recuerdos, ¿verdad? -.

Su rostro no decía absolutamente nada, como siempre. Pero, aún así, en mi memoria estaba la bella sonrisa de la cabra. Y eso es lo que anhelaba tanto ver.

- Gowther, pecado de la cabra de la lujuria, voy a robarte el corazón, el alma y el cuerpo. Serás completamente mío, si es que me permites. Arreglaré lo roto y te concederé lo que más te has esforzado en buscar, un corazón -.

No esperaba ningún tipo de reacción de su parte. Lo consideraba demasiado pedir. Mi sorpresa fue tremenda cuando vi, mejor dicho, sentí como sus labios rozaban suavemente los míos. Pasaron dos segundos y finalmente me besó, como si el roce no hubiera sido más que una solicitud de permiso. Evidentemente me dejé. Era agradable ver que también tenía iniciativa conmigo. Quizá demasiada con el paso de los minutos. Antes de que me diera cuenta, ya se había acomodado sobre mi cuerpo. Aún tenía una pequeña marca en el cuello de la vez en el pasillo, decidió hacerla permanente. Una herida sobre otra. La piel se me erizaba mientras perdía el control de mi cerebro.
Una parte de mí quería parar, no era lo mismo si no me amaba, pero la otra parte no podía siquiera pensar. Quizá sintiendo la pelea interna que tenía conmigo misma, sostuvo mis manos con sólo una de las suyas, por encima de mi cabeza. Al mismo tiempo, comenzó a bajar sus besos. Si quería parar, ya no había forma que lo hiciese. Más su suerte terminó con la entrada de Ágar en el cuarto.