- Los gritos de nuestro compañero bailando en el viento, como nos emociona, enciende nuestras mismas almas... El rojo de la sangre, mezclado con lágrimas convoca el corazón de la justicia. Debajo nuestros lazos de justicia y amor, todos no reuniremos con espadas cruzadas -.
La métrica en la que Escanor recitaba sus escritos me recordaban a los cantos de guerra matutinos de Yumi. Todo el ambiente de fraternidad cálida me recordaba a mi vida antes de que todo se fuera por la borda. Mis hermanos, mi asquerosa madre, mi inútil padre duende. Mi estúpido bosque con gente chismosa, también. ¿Con qué me había quedado al final? Una rutina de caballero y mesera, una historia de amor disfuncional, relaciones afectivas a las cuales no les dí la suficiente atención. Compromisos que cumplir para con el futuro sin ayuda.
- ¿(Nombre), en qué tanto piensas? - Consultó Elizabeth.
- Eli, a veces, es mejor no obtener las respuestas a nuestras preguntas... - Dejé escapar.
Era perfectamente consciente de que no podría frenar su curiosidad, y por ende, evitar que la maldición se activara. Pero aún así mi cuerpo utilizaba los ridículos recursos que le quedaban.
- Estás actuando un poco extraño, (Nombre) - Agregó Diane - ¿No estás contenta? Estamos todos juntos, Gowther recuperó su corazón, todo está bien ahora -.
- Hermana... ¿te encuentras bien? - Participó Ágar.
Evitando responder a las palabras de la pequeña gigante, llamé al capitán, solicitando así el conversar en privado.
- A ver, a ver, a ver - Comenzó - Creí que ya te sentías mejor -.
- La maldición de Elizabeth despertará mañana, Meliodas -.
Era totalmente directa, sin titubeos. Ese shock fue demasiado para mi capitán. Su temple relajado fue rápidamente perturbado por el peor escenario que pudiera haberse imaginado: la persona que ama destinada a morir.
- Ocurrió la primera vez que viví esto, Merlín llegará en un momento porque Zeldris la atacó. Se encontrará tan débil que será la princesa quien la cure, encontrándose así con tu hermano. Él la tratará como la "Diosa Elizabeth" y ella solo tendrá que sumar dos más dos. Hablará contigo, por lo que te convierte en el único que pueda evitarlo por ahora -.
Seguía en silencio, intentando asimilarlo.
- ¿Por qué ahora? -.
- Diane y King la vieron en el entrenamiento, a la diosa. Hablarán sobre ello como un dato curioso... -.
- Necesito el momento y lugar específico -.
- Mañana, durante la tarde. En la habitación de Elaine -.
Y sin más, desapareció para volver a la celebración. Yo, en cambio, decidí alejarme de todo, al menos por el momento. A pesar de que la taberna se remodelara por completo en mi ausencia, mi habitación seguía estando en el último piso, con un pequeño balcón. Por primera vez en mi vida, tenía un cuarto privado. Ágar dormía en la habitación contigua a la mía. Y fue allí, al pequeño balcón que decidí pasar el resto de la noche con la escusa de que "no me sentía bien".
La suave brisa abrazaba con fuerza mis brazos. Las miles de estrellas que poblaban la noche, eran mi compañía. En ellas podía escuchar todos y cada uno de los motivos por los que todo tiempo pasado parecía ser mejor, pero yo conocía otra verdad. Si algo había aprendido con las veces que pasé por una misma situación, era que debía agradecer siempre. Estar agradecida con lo que tenía, con la gente que me rodeaba, con la oportunidad que se me había presentado, era totalmente necesario para sonreír de manera auténtica. Mucho más después de pasar por la mierda misma.- Hola -.
Detrás del umbral, como pidiendo permiso para salir, se encontraba la cabra. Con un gesto lo invité a sentarse junto a mí, cerca de la orilla.
- El capitán dijo que no te sentías bien - Comentó devolviendo sus gafas a la parte más alta de la nariz - Me pregunto si tus sentimientos han cambiado para dirigirse hacia él -.
Sorprendida le di un empujón en el hombro.
- ¿De qué demonios hablas? -.
- Lo siento, ¿estoy teniendo una mala conducta? - Reaccionó enseguida - Yo... me estoy sintiendo tan extraño desde hoy -.
- Si, entiendo. Tal parece que no deberé esperar en absoluto - Parecía confundido - Hace un tiempo te dije que, el ruido en tu cabeza, era causado porque comenzabas a enamorarte de mí. Parece que no me he equivocado, sientes celos -.
- Así se sienten los celos... - Dijo en voz baja - Aún así, no lo comprendo del todo. Si no intentaste reducir el tiempo, en la línea temporal actual, para que los hechos no sucedieran a destiempo y no se produjeran daños o alteraciones en mi vieja psiquis, aún cuando eso significaba sacrificar tu felicidad... ¿Por qué te enamorarías del capitán? -.
- TÚ... QUÉ... CÓMO... -.
- Me lo dijo tu hermano y lo que no supe por ese medio, lo encontré en la mente del capitán - Explicó en total calma - ¿Es porque prepara tu café en la mañana? -.
- ¡QUE NO ME GUSTA EL CAPITÁN! - Grité todavía anonadada por las declaraciones que escuchaba - ¿Desde cuando sabes eso? -.
- Treinta y siete minutos - Colocó los dedos en su mentón - ¿Entonces es Slader? -.
- Por las diosas... ¿es muy difícil entender que sólo me gustas tú? -.
Comenzaba a perder un poco la paciencia, pero no era solo eso, aún no podía creerlo. Él sabía que ya había vivido esto una vez y aún así su mayor preocupación era saber si mi corazón le pertenecería a alguien más.
- Oh, ya comprendo - Sonrió con la vista clavada en la noche estrellada - Si la maldición de la princesa despertará mañana, la cita debería llevarse a cabo antes, ¿no? -.
- ¿Qué carajo? -.
- En este momento poseo mis antiguas y recientes memorias. Por supuesto no olvido a Nadja, pero tampoco ignoro todo lo que... ¿siento?. Realmente me hizo feliz cuando me invitaste y no me gustaría perder la oportunidad -Hizo una pausa para mirarme a los ojos - Hice y dije cosas horribles... solo espero crecer lo suficiente para ser merecedor de unos sentimientos tan puros y desinteresados. Quiero ser un buen muñeco, y camarada, así podrás confiarme el peso que recae sobre ti, para que ya no te encuentres sola peleando por el... ¿mundo? -.
Ese sentimiento otra vez, aquel que escapaba a tropezones desde lo más profundo de mi corazón. Caía otra vez entre sus brazos. Por cosas así me había enamorado perdidamente de él. Me tenía cautiva, con la sensación de libertad más grande que alguna vez había podido sentir. Con palabras como esas, sin entender siquiera el contexto o la relevancia del mismo, estaba demostrando ese hermoso "algo" que traía dentro. Parecía que le daba igual el riesgo, el peso que cargar, todo. Estaba completamente loco y me estaba contagiando de esa locura.
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La chica Doble-Vida 🐐💖
FanficSegundo libro de "El chico de las estrellas (Gowther y tú)" En este nuevo comienzo, tras morir en la batalla contra Mael/Estarossa, la protagonista renace poseyendo los recuerdos de su antigua vida. Las memorias aparecen en forma de sueños y no logr...