Capitulo 13

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Narra Natalia 

Estaba nerviosa, mucho. Estaba lista media hora antes y salí al balcón a fumar para intentar calmarme. Marta se había ido a casa de Marilia a ver una peli así que tenia la casa libre hasta mañana. Mire el reloj por quinta vez, decidí irme ya para estar puntual porque no aguantaba más. Cerré la puerta de casa y baje a por la moto. Me puse el casco, respire ondo y arranque. Llegue a su puerta bastante tarde por el trafico, baje de la moto y me acerque a su portal. La puse un mensaje y espere. A los cinco minutos una rubia preciosa abrió la puerta. Iba con unos vaqueros y el abrigo pero aun así me parecía que iba preciosa. Me miro y me sonrió, creo que no quiero ver a nadie sonreír menos a ella. 

- Hola Nat - me dijo mientras me daba un abrazo, sonreí sin poder evitarlo. 

- Hola - la apreté un poco mas entre mis brazos. 

Al separarnos fuimos a la moto, la tendí el otro casco, se aferro fuerte a mi cuerpo cuando subí la velocidad. Llegamos en 15 minutos al cine, aparque y guarde su casco mientras ella iba a ver que peli ver. Discutimos en broma un rato sobre la peli pero al final elegimos una de miedo aunque a ella no la gustan mucho. Pague yo las entradas y las palomitas. Nos sentamos en las filas del medio. En toda la peli Alba se abrazaba a mi porque algo la daba miedo. Cuando acabo la peli nos fuimos hasta el vegano de unas calles más abajo hablando de la peli. 

Al entrar al restaurante Alba se quedo flipando por la decoración, era bastante elegante pero lo llevaban unos señores mayores que yo conocía por el bar. Un señor de unos 70 años vino directo hacia nosotros al verme. 

- Natalia hija mía que te trae por aquí? - me abrazo y al separarnos miro a Alba - Tu debes de ser Alba no? - asintió sin entender - Natalia nos ha hablado muy bien de ti - dijo así como si nada, me quería morir de la vergüenza cuando me miro sonriendo. 

- Eso Nat no me lo habías dicho - me dijo entre risas - Y que os a contado? - le dijo al hombre que estaba mirándonos divertido. 

- Bueno eso mejor te lo cuenta ella - dijo riendo - Mesa para dos no? - asentí cuando me miro y nos señalo la mesa del fondo, esa mesa era especial. Siempre que vengo me siento en esa mesa, sola y mirando las vistas del ventanal que hay al lado. Las vistas son simples, se ve Madrid iluminada, ver la inmensidad de la cuidad, cada luz de cada casa, de cada calle, de cada bar y apreciar lo bonito que es sentirse libre al admirarlo. 

La cena transcurrió tranquila, ella me contó más sobre su hermana y su madre. Yo sobre mis hermanos, la conté como nos conocimos todos los del grupo. Me lo pase bien, me reí y conocí más de ella que me enamoraba cada vez. Sabes esa sensación de conocer a una persona de toda la vida pero no es así? Pues eso es lo que sentía yo. No nombro a su novio y no sabia que hacer. 

- Alba quería preguntarte algo - dije con miedo mientras íbamos ya hacia la moto. 

- Dime Nat- me sonrió, yo sabia que esa sonrisa se iría con lo que la iba a preguntarle pero tenia que arriesgarme. 

- Tu novio - me miro confundida - Pasó algo con él ? - no me miro pero pude notar como su luz se desvanecía poco a poco sin que nadie de aquella calle lo notase excepto yo. 

- Sinceramente si, por eso estuve tan mal  cuando te fui a ver al bar y llamó la Mari preocupada - por un instante me miro, esa mirada estaba vacía y no me gustaba. Cambie de tema y empece a hablar de música hasta que llegamos a la moto. La lleve hasta casa, la acompañe hasta el portal.

- Bueno pues aquí acaba su noche señorita - dije riendo a lo que ella me respondió con un tonta entre carcajadas. 

- Nat me lo e pasado genial - la sonreí y la acerque a mi para darla un abrazo. Ella se escondió en mi cuello. Nos pasamos así un rato hasta que ella se separo - Bueno tengo que subir ya, chao Nat - se acerco a mi otra vez y me dio un beso en la mejilla. 

- Adiós Alba - la sonreí y me fui a la moto. En el trayecto hacía mi casa estuve pensando en esta noche, me lo e pasado muy bien y e podido conocerla más. Lo malo es que me he enamorado más y tengo miedo. Miedo a equivocarme, a cagarla, a hacerla daño, a todo pero quiero arriesgarme. Marta me estaba esperando en el salón cuando llegue. La conté lo que había pasado y se alegro mucho por mi. Ella me dijo que Maria ya había dejado a Pablo y que querían ir despacio. La felicite y me despedí de ella. Este día había sido largo y quería descansar.

Cuando estaba ya casi dormida me sonó el móvil, lo cogí sin ver quien era. 

- Si? - oía muchas cosas de fondo, la voz de la Mari, la de África y la de Damion. 

- Nat tienes que venir al hospital - era Alba la que me llamaba, me levante rápido, me dio la dirección colgué sin despedirme y llame a la habitación de Marta. Le conté brevemente lo que paso y nos fuimos al hospital. 


Tus ojosWhere stories live. Discover now