Ellos han estado presentándose por media hora y, sin embargo, se siente como si hubiese sido mucho más tiempo. Acostumbrarse es complejo, sobre todo después de meses durmiendo hasta tarde sin hacer demasiado.
Namjoon mira a Jungkook, quien tiene una sonrisa de triunfo macabro en el rostro. Fue el único de los siete que hizo algo de ejercicio en vacaciones y el líder sólo quiere decirle que puede dejar de sonreír como un idiota antes de que el mismo se encargue de quitarle la sonrisa. No lo hace. Sólo le da algunas palmaditas de advertencia en el hombro y es suficiente para que el chico entienda que no es hora de burlarse.
Puede sentir la ropa pegarse a su cuerpo cuando hacen una reverencia acompañada de algunas despedidas y palabras de agradecimiento. La gente del staff los está recibiendo con toallas y botellas de agua. En el recorrido al camerino, Namjoon solo desea quitarse la ropa sudada que se aferra a su cuerpo como si dependiera de él. Puede escuchar a Hoseok mencionar lo buena que fue la presentación y la audiencia llena del fandom.
Yoongi también está señalando algo parecido, pero no lo escucha con la suficiente atención. Asiente con la cabeza para sí mismo mientras procura caminar con cuidado en medio de las personas del staff, que siguen alentándolos con buenos comentarios y manos que intentan secar lo más que pueden de su sudor.
En el camerino todo está lleno de ventiladores y toallas sobre su rostro. Namjoon sacude los hombros mientras observa en la pantalla la transmisión tardía de su presentación y sonríe mientras anota mentalmente lo bien que estuvieron incluso si la producción en el escenario fue simple. Hay alguien haciéndose cargo de su blazer verde y él se deja hacer bajo las manos femeninas que intentan arreglar su vestuario. Al principio era extraño. No acostumbrado a el tacto repentino, solía sobresaltarse en bastantes ocasiones. Sumado a ello, la incomodidad también era un tema que no le gustaba. Sin embargo, ha tenido años para acostumbrarse. Ya no lo sobresalta, hace parte del panorama.
—Fue bueno. La mayoría del público era ARMY. —Namjoon ve a Jin acercarse a través del espejo. El chico luce impecable, incluso con las pequeñas gotas de sudor que han comenzado a deslizarse por su frente despejada.
—Cierto —murmura para volver la atención a la pantalla.
—Te ves apuesto.
No desvía los ojos del televisor. Sólo se queda allí simulando qué comprende el comentario y su no intencionalidad. No entiende nada. Namjoon ha tratado de actuar lo más normal que ha podido, fingiendo que su cercanía con el chico solo se debe a la amistad entrañable que hay entre ellos.
Sin embargo, el otro no se la ha dejado fácil cuando ha estado comportándose de una manera extraña y él ya no sabe cómo actuar. No sabe si todo está en su mente y el mayor ha sido de ese modo siempre, sólo que su sentimiento reciente ha desfigurado todo.
—Gracias —responde sin entusiasmo.
Se niega a verlo, a embelesarse por lo guapo que se ve en esa camisa de cuello alto y adornos dorados que marca de manera magistral sus hombros y pecho. En el pantalón de tiro alto que se ajusta a la perfección sus muslos y su trasero. A ver el desastre sublime que es su cara con sudor recorriendo su frente, su cuello y sus clavículas. Se niega. Dios. Namjoon se ha vuelto tan consciente de lo precioso que es Jin, todo Jin. No puede con ello.
Quiere fingir que entiende lo que sucede, que no está confundido por lo enmarañados que ellos han estado últimamente. Porque han estado uno encima de otro todo el tiempo: sentados juntos, hablando, riendo, durmiendo... la parte que más le aterra es la última.
Namjoon no puede aguantar. Sus ojos se desvían hasta donde está el chico, desabotonando los primeros botones de su camisa y entonces su mirada se clava eternamente sobre la zona bajo sus clavículas y sobre la mancha ya no tan notoria de color rojizo. Su mente se remite de inmediato al modo en que hace unas noches él fue el causante del chupón que se asoma en la piel de Jin. Le duele la cabeza de sólo pensarlo.
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¿Sabes cómo te digo que te quiero? - Namjin
FanficEntre conciertos, entrevistas, maquillaje y extenuantes coreografías, Namjoon descubre con vergüenza y un poco de terror, que hay verdades que son más difíciles de aceptar que otras. ¿Qué pasa entonces cuando el modo en que ve al mayor de sus comp...