—Tenemos que levantarnos, Jimin.
Jin aún tiene demasiado sueño, especialmente porque luego del vuelo no logró descansar mucho. Sin embargo, ellos necesitan levantarse para comenzar con la preparación del día. Aunque no han tenido más conciertos y las últimas fechas están programadas para Corea, han hecho un montón de entrevistas y algunas presentaciones en ciertos programas de televisión. Sumado a ello, la presión de tener que hacer presencia en lo que es el evento más importante, los tiene bajo estrés y ansiedad.
Ellos van a participar de la ceremonia "Generation unlimited" dentro de la septuagésima tercera Asamblea General de las Naciones Unidas en New York, con un discurso que gira en torno a la juventud y que está estrechamente relacionado con la campaña Love Myself de UNICEF. Ellos van a estar rodeados de personas importantes como el secretario general de la ONU, los y las directoras activas de la UNICEF y muchos más invitados/as de todas partes del mundo.
Decir que están atemorizados es poco.
Han podido sentir la presión constante en los últimos días, a través de los recordatorios repetitivos del protocolo, de su comportamiento, de la ropa que van a usar, del horario que deben seguir según la agenda programada. Dios. Jin tiene dolor de cabeza solo de pensar en ello, en las noticias posteriores al evento, en cómo el modo en que la eficacia de su aparición puede hacerlos lucir como unos completos tontos o por el contrario, como jóvenes brillantes y sensatos.
Incluso en medio de la ansiedad generada por el evento, no puede quejarse demasiado. Ninguno de ellos puede hacerlo, a excepción de Namjoon, quien, a diferencia de los demás, es el encargado de hablar y pronunciar el discurso en la ceremonia. El mayor agradece en el fondo de su corazón no saber inglés, ni dominarlo a la perfección como el rapero.
Pese a ello, los nervios de la presentación no lo hacen sentir mejor.
—Jimin —vuelve a llamar con menos suavidad que antes. El chico se remueve en la cama, con el cabello rosa totalmente despeinado y ojos hinchados.
—Sí —responde con la voz ronca—, en un momento.
El peligris toma la frazada para descubrirlo y luego de recibir una queja por parte del menor, junta sus cosas para darse una ducha. Una vez en la camioneta, Jin puede darse cuenta de que el modo en que los otros están callados solo refleja de manera fiel los nervios presentes en el auto. No dice nada, se niega a hacer del ambiente algo peor, así que solo se queda mirando por la ventana la ciudad antes de que lleguen a su siguiente destino y empiecen a ser ordenados para la ceremonia.
Tardan algunas horas en estar listos, con esmóquines negros y maquillaje perfectamente realizado. Lucen demasiado serios y elegantes, pero no es para menos. Ellos malditamente van a hacer presencia en un evento importante como lo es una ceremonia de la ONU.
Antes de partir al lugar en el que va a llevarse a cabo la ceremonia, comen algo ligero, pero lo suficientemente bueno para hacerlos sentir satisfechos. Las voces de aliento y las palabras de apoyo emanan de todas las personas a su alrededor, como una voz unificado de ánimo que los hace sentir respaldados. Jin sigue nervioso, pero por alguna razón, estar físicamente arreglado lo hace sentir mucho mejor. Un punto a favor de la apariencia.
Mientras el staff termina de alistar todo, empacar y encargarse de tener a la mano lo necesario para retocarlos, ellos permanecen en diferentes lugares del salón que han ocupado para prepararse apropiadamente. Jin puede ver a los demás realizar diferentes actividades y sabe que cada cosa tiene como fin último relajar a quien la lleve a cabo. Hoseok está reposando en uno de los sofás, con la mirada fija en el techo. Jimin y él escuchan algo de música, mientras Jungkook juega algún tonto juego en su celular que emite más ruido del que debería. Yoongi está aprovechando para dormir un poco antes de partir y Taehyung se come el segundo helado del día.
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¿Sabes cómo te digo que te quiero? - Namjin
FanfictionEntre conciertos, entrevistas, maquillaje y extenuantes coreografías, Namjoon descubre con vergüenza y un poco de terror, que hay verdades que son más difíciles de aceptar que otras. ¿Qué pasa entonces cuando el modo en que ve al mayor de sus comp...