"Traición"

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- Freddy... Freddy, Freddy.

- ¿Que sucede, Bonnie?

- Estoy preocupado, ya casi se acerca ese día.

Ambos estaban caminando para ingresar a aquella enorme instalación. Pero el castaño solo mantenía la mirada puesta en el libro que leía con atención.

El pelimorado iba a la par de él. Observando con atención por donde iban, ya que su acompañante tenía puesta la mirada en aquel libro, por ende decidió guiarlo para que no se chocará con algo o alguien.

- Tranquilo, Bonnie. Ya tengo algo en mente.

- ¿a si? ¿Y qué es?

- Lo sabrás cuando llegue el momento.

Por más curioso que fuese el ojos rubí, prefirió ya no insistir.

Llegaron a dicho salón el cual sería para su clase. Tomando asiento para así escuchar la campana y ver como el maestro ingresaba por la puerta, cerrandola. Otra clase aburrida a de empezar.

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El fuerte sol resplandeciente, guiando su caminar hacia su objetivo. Escuchar a las aves cantar al compás que avanzaba por aquel camino que daba a la ciudad.

Con cada paso se alejaba de su hogar, observando con atención hacia adelante con una sonrisa posada en sus labios.

Su cabellera castaña, que daba unos pocos centímetros por debajo de sus hombros, con un brillo singular que daba a que hubiera sido bañada con miel dándole ese brillo. Su piel con un delicado tono canela, que iba bien a la combinación del vestido rojo vino que llegaba un poco debajo de su rodilla. Sus ojos de color avellana, además de la sonrisa cálida que adoraba su delicado rostro.

Al ya estar para llegar a la cuidad decidió tomar vuelo. Haciendo revolotear sus alas para así ya estar en el aire. Sus alas recibían los preciados rayos del sol provocando un ligero brillo en el.

Volaba, como extrañaba hacerlo. Observo cómo todos las demás hadas, tanto hombre como mujeres de los distintos elementos la observaban con asombro y emoción. Y como no, aquella mujer era hermosa y sus alas eran más que hermosas e magníficas. Aún se veía juventud en ella, a pesar de que poseía un hijo al cual protegía y amaba con su corazón.

Detuvo su vuelo al estar en la enorme puerta dorada y la observo con atención. Unos recuerdos pasaron por su cabeza llenándola de nostalgia, pero no fueron más que segundos para después ingresar a aquella enorme instalación, la Escuela de Magia.

Caminaba, viendo con atención a los que estudian en el. Fácilmente podía pasar como cualquier maestra joven de aquella instalación, para esta hora su querido hijo debe de estar en clase llenadose de conocimiento. Sonrió antes eso y pidió indicación al que parecía ser un maestro para llegar hasta la dirección. Tenía que hablar con la directora, y era un asunto delicado. Al ya saber dónde está se encontraba, dió un suspiro para relajarse y proseguir a golpear con suavidad la puerta recibiendo un "adelante" de parte de quien sea que estuviera adentro.

Ingresó a aquella sala, para así ver a una mujer que estaba leyendo unos papeles seguido de levantar la mirada y cambiar su semblante serio a uno de sorpresa.

- Hola, Hala. Cuanto tiempo sin verte.

Más la contraria se levantó de golpe de su escritorio para seguir mirando a la recién llegada con sorpresa en todo su ser.

- ¿J-Joullt...?

Cada una permaneció en extremo silencio. Y no era de esperarse si se trataba de dos "conocidas", las cuales no se habían visto en el transcurso de sus vidas sino después de ese terrible error que solo provocó separarlas.

~ Seres Diferentes ~ (GOLDDY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora