"Perder"

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‐ En serio niño ¿En qué estabas pensando al combatir con varios guardias a la vez? El que tengas un nivel de poder un poco más alto que el de tus amigos no significa que puedas creerte invensible. Cielos, los niños de ahora se creen Dios o que.
- Capitán, aún no hay noticias del escuadrón que fue tras el segundo muchacho.
- Bien, no importa ya que tenemos a su cómplice. Aún si escapa bastará con hacerlo hablar.

Fijó la vista en el joven inconsciente apresado en las enredaderas que cubrían la mayor parte de su cuerpo empapado. Pensar que ese niño logro derrumbar algunos guardias por su cuenta le provocó un ligero escalofrío en la espalda. Pondrían suma atención cuando recupere la conciencia; por ahora no era un problema.

Ahí a las afueras de la ciudad , en el frondoso bosque silencioso. Algo se sentía diferente.

No era por la obvia noche, por supuesto que no. Se podía sentir en el aire, ese susurro siniestro resonando en el oído como señal de mal augurio. Tanta calma sólo altera los nervios de aquellos que tenían la misión de proteger a los ciudadanos ocultándose en medio del bosque.
La ciudad a lo lejos se podía ver tranquila sin signos de que allí se localiza el campo de batalla. Y aunque su curiosidad es mucha no está dispuesto a ir y saber que es lo que causa ese silencio, el futuro de la Tierra de la Luz se decidirá a los primeros rayos de sol al amanecer. Por lo tanto debía ser paciente y esperar el resultado, cumpliría con su misión y es todo.

Incluso si este cambio en el ambiente le resulte sospechoso o que el bosque de un momento a otro se sintiera helado causándoles sentimientos ominosos. El despertar de las aves alzando vuelo con dirección a la ciudad y el sonido de diferentes animales anunciando su presencia siendo escuchada por todo el manto verde que sus ojos logran visualizar.

"¿Qué demonios esta ocurriendo en la ciudad?"

Se preguntan en sus cabezas; con el ligero temblor en la tierra que causa pequeños movimientos en las ramas de los árboles. Sus corazones tiemblan, quizás por temor o tal vez debido a la ansiedad de saber la causa.

O simplemente su ser al no querer saberlo ni mucho menos descubrirlo.

En medio de su ensimismamiento tardaron en enterarse de la diferencia de hace unos minutos atrás. Sus ojos apreciaron las enredaderas cortadas y el vacío de la presencia del hada que antes se encontraba ahí.
El capitán dibujó una sonrisa en su rostro e hizo un ademán con la mano dando a entender que dejen el asunto en paz. Más adelante sólo se encontraría con lo único que no está dispuesto a descubrir y si tiene suerte sobrevivira, para que pueda atraparlo otro día.

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Cada vez que un hada nace ya sea de cualquier tierra; ésta recibe junto con su nacimiento una habilidad. En el caso de la Tierra de la Luz, es algo vinculado con los elementales. Fuego, Agua, Tierra, Viento, Naturaleza y Luz. De estos dos últimos son muy raros los casos a presentarse.

Así esta escrito en cualquier libro y aplica lo mismo en las otras tierras, pero...

En las habilidades que son otorgadas al nacer, hay casos únicos en las cuales se les otorga una segunda y ésta no cambia por más que se cambie de usuario.

Es como si la misma tierra les diera estas bendiciones con la intención de brindar su protección.

Cada tierra tiene su propia bendición que fue otorgada a un hada en específico siendo el pilar y soporte asimismo como el benefactor y el que traería la próspera paz asimismo que acabaria como total destrucción. Así lo describieron los que presenciaron estas misma habilidades en persona, después de todo no había otra explicación para definir la rareza de si misma.

La bendición de la Nieve, La bendición del Sol y La bendición de los Espíritus.

Estas fueron dichas y descritas en los libros que compartieron en su momento las Tierras cuando firmaron el tratado.

~ Seres Diferentes ~ (GOLDDY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora