VMIN ONE SHOTS

Rules are made to be broken, right?

- ¿Tienes frío?

De nuevo Jimin se había enfermado, justo cuando empezaba diciembre y la nieve comenzaba a caer. Ahora aquí se encontraban los dos, en medio de la tienda de decoraciones navideñas, con Jimin vistiendo ropa exageradamente grande y con sus mejillas rojitas del frío mientras Tae se quitaba su bufanda y guantes para dárselos.

Jimin movió su carita en negación, no quería que Tae tuviera frío y se enfermara también. Sin embargo, vio que era causa perdida y se dejó querer por su novio, al fin y al cabo, se sentía bonito.

Siguieron caminando por la tienda viendo todas las decoraciones ¿Por qué todo tenía que ser tan caro? Pero no le importaba, lo iba a comprar igualmente. El carrito de las compras se movía por los coloridos pasillos al compás del villancico que murmuraba su novio.

- ¿Sabes? Me gusta mucho salir contigo -dijo Tae mientras agarraba una esfera- cuando hacemos este tipo de cosas juntos siento que la Navidad se vuelve especial.

-Pero la navidad ya es especial, tontito -respondió con voz mormada*, viendo a su novio agarrar un muñeco de Santa para luego volver a dejarlo en su lugar

-Es especial porque tú estás aquí, conmigo -Jimin empezó a reírse, contagiándolo de reírse también- ¿De qué te ríes? Esto es serio.

-Te escuchas como esa canción americana rara -aclaró- la que canta una mujer que canta muy agudo... esa que siempre ponen en Navidad y llega a hartarte.

- ¿Yo te harto? -preguntó coquetamente Tae mientras le sostenía la cintura, Jimin reía mientras se tapaba su boca.

-Jamás.

Se besaron, pero rápidamente Jimin cortó el beso y siguió viendo adornos, escuchando a sus espaldas a Tae, quien probablemente estaba haciendo un puchero, frustrado por no haber podido continuar el beso; pero Jimin había hecho una regla de que no se darían besitos hasta que él se recuperara, para no contagiarlo.

Lo que le dijo Tae hizo que su corazoncito se revolviera. Era muy parecido para él, siempre le había gustado la Navidad, se le hacía una época muy bonita para celebrar y acurrucarse en el sillón y tomar chocolate caliente, pero era cierto que todo se había vuelto mucho más especial y bello desde que la celebraba con TaeTae.

Ahora que lo pensaba, el quería darle un beso a Tae también, no debió haberse quitado.... Ahora era él quien tenía un puchero. Terminaron sus compras y se fueron caminando a casa, al fin y al cabo, estaba muy cerca de la tienda. Subieron a su departamento.

Fue cuando dejaron las bolsas en el suelo que Jimin se decidió, iba a besar a su novio, muchas veces en realidad. No le importaba ya si se enfermaba, él lo cuidaría. Se acercó de espaldas a su novio, quien empezaba a sacar las decoraciones, lo volteó y plantó un casto beso en sus labios, sorprendiéndolo tanto que dejó car los adornos. Lo sintió seguir el beso y sus manos acunar su rostro, buscando profundizar el tacto.

- ¿Qué pasó con tu regla de los besos? -preguntó Tae después de separarse un par de centímetros de su rostro, aún acunado en sus manos.

-Las reglas están para romperse ¿no? -jadeó Jimin, sonriendo coquetamente- Además, no hay ninguna regla que pueda detenerme de besarte entero.

Perdón por la tardanza, estuve demasiado ocupada con la escuela todo este semestre y de verdad no quería entregar un mal capítulo, pero ya llegué, con un capítulo cortito pero bonito. Gracias a todos por seguir leyendo esta historia, por seguir votando y comentando, gracias de verdad.

Ahora que estoy de vacaciones, espero escribir muchos capítulos más, y también más largos. ¡Que tengan un lindo invierno y lindas vacaciones!
Bye Bye