Show 'em Hell

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Cada invierno la Academia de Danza más famosa de Seúl organizaba su mayor presentación, donde todos los alumnos y maestros demostraban lo mejor de sí ante todos los ojos de Corea.

En la presentación habían tres bailes principales, donde los mejores maestros y sus alumnos danzaban al son de música tradicional. A finales de Noviembre el director general hacía una selección entre los maestros y escogía a los mejores tres; esto desencadenaba la competitividad de cada maestro y algunos de ellos, con tal de eliminar competencia, resultaba siendo agresivo o amenazador.

Eran las 2 am cuando Tae se hartó y fue en busca de su novio. Él sabía que Jimin se quedaba largas horas ensayando en esta temporada, pero ya era demasiado tiempo, él también quería un poquito de atención.

Al llegar al salón de prácticas no encontró a su novio, por lo que decidió buscarlo en los baños. Pero cuando entró no escuchó nada, entró y se mojó la cara para despabilarse, a estas horas normalmente estaban ambos en casa durmiendo, obviamente tenía sueño.

Estaba ya saliendo cuando escuchó un leve, muy leve sollozo, que pronto se convirtió en un fuerte llanto. No hacía falta ver quién lloraba, Tae sabía que era Jimin, en algún cubículo.

Inmediatamente se asustó, esperaba encontrar a Jimin cansado, sudado, incluso enojado, pero nunca llorando dentro del baño en la madrugada. La puerta no estaba ni siquiera bien cerrada, por lo que con un leve empujón Tae pudo abrirla completamente, dejando así la imagen de Jimin temblando abrazándose a sí mismo mientras sus ojitos lo enfocaban.

-Tae...Taehyung -los hipidos no lo dejaban hablar bien- ¿Qué haces aquí?

-Lo mismo debería decir yo -se acercó más a Jimin para abrazarlo, pero se detuvo al ver el pómulo de su novio hinchado- ¿Por qué no has vuelto a casa? ¿Qué te pasó en el cachete?

Jimin bajó la mirada avergonzado, ni siquiera sabía que hora era como para que su novio fuera a buscarlo. ¿Tanto tiempo había pasado?

-Un... un maestro -tenía miedo de admitirlo- Un maestro me golpeó porque cree que me quedaré con su puesto en la presentación.

Se sentía débil, él nunca apoyó la violencia y que su compañero de trabajo le haya golpeado e insultado lo dejó aturdido. Pero sobretodo se sintió como un idiota por dejar que le afectara, él se creía fuerte, pero terminó corriendo al baño para llorar en silencio, se sentía como un completo idiota.

Jimin pudo apreciar la serie de reacciones en su novio. Cuando apretó el puño hasta cuando bajó la mirada para evitar que saliera una maldición. Sabía que Tae se preocuparía y era lo que menos quería provocar. Quería decirle que estaba bien, que no le importaba, que podía continuar, pero lo único que salió de sus labios fueros más sollozos. No pudo controlar su llanto, por mucho que lo intentó. Sintió los brazos de su novio rodearle y apoyó su cabeza en su hombro.

-No sé que maestro haya sido, o qué te haya dicho -dijo Tae con una voz tensa- pero no dejaremos que nos derrumbe.

-Pero es de los mejores de la Academia -replicó Jimin, aún recargado en su hombro- no tengo ninguna oportunidad contra él.

-Jimin, mírame bien a los ojos -Tae lo separó de su hombro y lo vió fijamente a sus hinchados ojos- No importa lo que digan, ni quien lo diga, tú eres el mejor bailarín que la Academia tiene, porque siempre das lo mejor de ti. Y si necesitan una ayudita para ver el talento que tienes... Muéstrales el Infierno

[...]

El día de las audiciones llegó y está de más decir que toda la Academia moría de nervios. Mientras algunos seguían repasando y otros se paseaban nerviosos, Jimin se encontraba tranquilo en una banca. Estaba listo.

Nunca había agradecido tanto el apoyo de Taehyung en su vida hasta ese momento. Él era el único que sabía reconfortarlo, el único que no le decía "pobrecito, sabía que era mucho para ti" o "Si no te gusta déjalo". No, Tae sabía motivarlo, hacer que se volviera a levantar con la cabeza bien en alto mientras decía "Les mostraré todo lo que tengo"; le apoyó el resto de los días de práctica e incluso se quedaba con él hasta la madrugada. Él sabía que Jimin era un perfeccionista, y en vez de quejarse, lo impulsaba.

Ya en el salón con todos los ojos puestos en él y el director en frente, comenzó a bailar. Sus pasos ágiles dejaron boquiabiertos a más de uno. Su filosa mirada logró estremecer hasta al director, quien tuvo que alejar la mirada un momento, intimidado.

Cuando terminó, sólo era consciente de su agitada respiración y del espectral silencio que lo rodeaba. El director de acercó hasta él, le sacudió la mano, y cuando Jimin abrió la boca para preguntar qué estaba pasando, el director le interrumpió, dándole la bienvenida como uno de los tres maestros en el show.

Boquiabierto, Jimin seguía sin creerlo. Volteó a su alrededor y vio a sus alumnos y algunos maestros sonriéndole con orgullo. Lo había logrado. Todo su esfuerzo y dedicación habían valido la pena. Cuando llegó a casa saltó encima de su novio, abrazándole y gritándole en el oído que lo amaba, que le agradecía y que venció al otro maestro. Cuando se bajó, le contó de manera más calmada que había quedado junto con otros dos maestros: Jungkook y J-Hope. Eran amigos del trabajo y también muy buenos bailarines. Tae escuchaba todo atento, sin perder ni una palabra de lo que su emocionado y tierno novio le platicaba. Estaba feliz de ver a Jimin feliz, dando saltitos de la emoción y riendo, mucho.

El día de la presentación no se hizo esperar y, junto con sus amigos Jungkook y Hobi, Jimin salió al escenario, mostrándoles de nuevo, cómo decía Tae, el infierno puro.


Creo que este es el capítulo más largo que he hecho. ¿Qué les pareció? ¿Debería seguir haciéndolos así de largos o vuelvo a hacerlos cortos?

Pd: esa presentación de IDOL es majestuosa, si no la han visto ¿Que esperan?

Byebye

VMIN ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora